Capítulo 49

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¿Por qué cuando piensas que todo está yendo perfecto viene una tormenta que ahuyenta la felicidad?

¿Por qué yo?

Presiento que hoy me echan de casa y la peor angustia es no saber cuál será la reacción de Bruno. Ya no hemos vuelto hablar de bebés desde que estuvimos en San Bartolomeo.

Decido llamarlo para que el peso que me invade la mente, se aflore un poco. Mis manos empiezan a sudar y hasta ahora no sé exactamente cómo decírselo. De lo que estoy segura es que no será por teléfono.

Timbra dos veces hasta que contesta.

-Hola, nena- se me derrite el corazón con aquellas palabras. Ahora, no sé como será cuando le cuente.

-¿Cómo estás?- pregunto pensando en mil cosas menos en su bienestar.

-Desocupándome. Me queda una hora y listo- me responde tranquilamente y feliz.

-Bien, porque necesito hablar contigo- enfatizó mi seriedad- ¿te parece que nos veamos en In-N- out burger en dos horas?

-estaré ahí, solo espero que no sea nada malo- dice con suspicacia.- lo raro es que quieras hamburguesa.

-Depende de cómo lo veas. De verdad nos tenemos que ver ahí. Te corto porque no quiero que mi madre nos escuche- le digo mirando por la puerta de mi cuarto si es que mi madre se acerca- te quiero.

-Te quiero- corto la llamada y me concentro en la palabras que pronunciaré.

Me imagino todas las formas en las que pueda reaccionar: molesto, confundido, alegre, tonto, despreciativo....la verdad no sé qué más cosas decir.

A veces, se me ocurre confesárselo a mi madre, pero estoy segura que ella se volvería loca, y lo más frustrante sería que quisiera hablar con él en persona y hacerle ese tipo de preguntas que las madres hacen. ¡No quiero pensar en ello!

Mi cabeza es un revoloteo de pensamientos. No hay una mínima idea en mi, de cómo ser madre. Lo único que se preparar son panqueques, y lomo saltado. Nada tan importante para un bebé.

Un bebé. Me obligo a creer que todo esto es una confusión y que debo pellizcarme para volver a la realidad, lamentablemente, no es así, la realidad me consume con sus consecuencias.

Un bebé significa más de lo que pesa la palabra. Un bebé es una nueva vida, algo diferente a los adultos. Un hijo de Bruno y mío. Un hijo de los dos.

La idea me gusta, debo admitir. Sin embargo, es demasiado temprano. No tengo la edad suficiente ni la madurez para criar a un hijo. ¿En qué me he metido? Ahora entiendo cuando te dicen que pienses antes de hacer. Pero con Bruno, no me arrepiento de nada.

No puedo estar tranquila así que tomo como 8 vasos de agua en una hora. Lo que después, me hace ir al baño muchas veces.

Tal vez, lo que si me duele en el alma, es no haberme casado y después tener hijos. Lo digo por mí madre, a ella le hubiera encantado la idea de mi, casándome, a mayor edad, claro. Y luego tener mis hijos.

Me alisto rápidamente para verme con Bruno. Es verano, así que nada muy abrigado.

Voy caminando y luego tomo el metro. La vida aburrida que solía tener cambio repentinamente cuando el ingreso a mi vida. Amor por todos lados.

Dentro de ti - Into youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora