Capítulo 36

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Ya en el cuarto de huéspedes de mi tía, me tumbo en la cama después de un día agotador. Lo bueno es que esta casa tiene tantos cuartos, que puedo escuchar música sola y con la puerta asegurada.

Después de ello reviso mi celular y veo que Orlando me ha dejado un mensaje de voz el cual no pienso escuchar.

No estoy dispuesta a seguir con él. Lo que no me queda claro es que algo entre Bruno y yo ha mejorado.

Después de que su novia lo jalo, el me guiñó un ojo. La verdad que lo único que creo que significa es que en algún momento hablaremos.

Mientras escucho una música lenta, igual a la de la pista de baile, mi celular suena y veo que es Bruno. Mi corazón se acelera pensando en lo que me va a decir. Puede ser algo positivo o algo negativo.

-Hola- hablo con un tono de voz despacio por lo que tengo que bajar el volumen a la música.

-Hola- responde.

-¿Qué tal?- pregunto con ganas de saber la respuesta.

-Lo hice- hay un silencio por unos grandes segundos- ya no estoy con ella. Saliendo del restaurante fuimos a hablar a su casa. Allí estaba su padre y hable con ellos.

-Oh- creo que le he obligado a hacer algo.

-Pero es lo que más he querido hacer en mi vida- con eso me tranquiliza- no quiero alejarme más de ti y que todo salga mal.

-Yo tampoco- digo con una gran sonrisa y casi lágrimas de emoción.

-Te amo mi querida alumna- me dice y yo me río a través del teléfono.

-Te amo mi profesor- le digo.

Me duermo como un bebe esa noche soñando con el amor de mi vida.

En la mañana, mi madre y yo nos despedimos de mis tíos y de mi pequeño primo.

Les doy un fuerte abrazo a todos y nos dejan en el aeropuerto.

-¿Vendrás a vivir conmigo cuando empiece la universidad?- le pregunto a mi madre mientras ya estamos en lo asientos del avión.

-Estoy pensando en ello, pero quiero que tengas tu espacio aunque no quiero deshacerme tan rápido de ti- me mira con los ojos llorosos.

-Yo no tengo problemas en que me acompañes- la consuelo.

-Ya veremos- me da una palmadita en la pierna-¿Y cómo estás con Orlando?

Es el momento de decirle que ya no estamos, al menos esto no quiero guardárselo.

-Pues...terminamos- cierro los ojos para no ver cómo reacciona mi madre.

-¿Por qué? ¿Qué pasó?- mi madre inquiere con la cara de asombro.

-Por ahora quiero estar sola y además digamos que yo solo le tengo un cariño pero nada más- trato de sonar nada sospechosa.

-Ay hija...entonces no le hubieras aceptado desde el comienzo...no debiste hacerle eso- la cara de pena de mi madre me asusta- pero lo hecho esta hecho. Al menos, sé que te tengo para mí.

Dentro de ti - Into youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora