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MAR

Con dificultad, abro lentamente mis ojos.

Suspiro y gruño al sentir dolor en mi espalda.

Intento sentarme, pero un peso en mi estómago, no me deja. Dirijo mi mirada ahí inmediatamente y encuentro la cabeza de un gran lobo negro.

Abro mis ojos, totalmente despierta. Axel en forma de lobo está dormido, casi sobre mí.

Sin ponerle atención a nada a mi alrededor, con un suspiro, pongo lentamente mi mano sobre su cabeza y acaricio su pelaje. Sonrío un poco al notar lo suave que es.

-No ha despertado, pero así, dormido, se acercó a ti y no se ha separado en horas- una voz me sobresalta y veo a una pelirroja frente a mí. La bruja Abby, si no estoy mal. Abro un poco mi boca, con la intensión de decir algo, pero la vuelvo a cerrar al no encontrar palabras- Tranquila, pequitas. Están bien. Axel se tranquilizó a tu lado, pero debe de estar agotado. Perderse hace que toda tu energía explote, todos tus sentimientos se dupliquen y al estar atrapado en media transformación, su lado humano y bestia chocan. Por eso se descontrolan tanto.

Asiento y aprieto los labios.

- ¿Qué me pasó? -pregunto.

-No sé, pequitas. Aún intento averiguarlo- sus ojos se entrecierran, como si estuviera analizándome.

Veo hacia otra parte, para evitar seguir mirándola. Tiene unos ojos verdes realmente intimidantes.

Estamos en una habitación amplia, con paredes blancas y un armario. No está muy decorada.

- ¿Dónde estamos? -pienso en Norman. Debe de estar preocupado.

-En la casa de Axel- la pelirroja saca un dulce de su bolsillo y se lo mete a la boca.

Asiento otra vez y suspiro.

Este es el tipo de silencio que siempre intento evitar.

Vuelvo a mirar a Axel y le acaricio suavemente sus orejitas. Gruñe un poco y me sonrojo. Es tan lindo.

¿Cómo se llamará su lobo?

-Ya quiero saberlo- bufa gustosa Lila. Mueve su cola alegre y sonrío. Estamos bien.

Empiezo a tararear y escucho pasos y la puerta cerrarse.

Abby ha salido.

Vuelvo a registrar con mi mirada la habitación y mi atención cae en la mesita de noche. Mi flor amarilla.

Sonrío suavemente y sin poder evitarlo, voy quedándome dormida.

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- ¿Mar? -una voz me hace despertar y después de frotar un poco mis ojos, veo la cara de mis amigas.

Les sonrío, sintiendo calidez al notar que Axel sigue aquí, aún dormido.

-Marcie, Step- las saludo y veo a mi amiga pelinegra, sentarse en la orilla de la cama.

-Nos tenías preocupadas, hermosa- me dice sin dejar de ver con desprecio al lobo sobre mí.

-Es cierto, ¿cómo te desapareces así? -la peliblanca se acerca y me abraza.

-Agh- Step bufa- Este estúpido parece más una puta garrapata que un lobo. Maldito moco asqueroso- se cruza de brazos y su novia ríe, al igual que yo.

Acaricio nuevamente la cabeza del lobo negro y suspiro.

-Me alegra que sea así, no saben la paz que siento- les sonrío, viendo cómo Marcie se sienta sobre las piernas de la otra vampiresa- Como si por fin estuviera completa.

MI SALVACIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora