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DRAKE

Me siento a horcajadas sobre Blake mientras lo sigo abrazando con fuerza. Mi pecho está cálido y mi lobo se remueve feliz.

Un carraspeo me desconcentra.

Saco mi cabeza del hombro de Blake y miro hacia arriba.

Bob tiene los brazos cruzados y Caroline me mira con una sonrisa.

- ¿No lo vas a presentar formalmente? -pregunta la mamá de Axel.

-Eh... Claro, sí- me río nervioso y me pongo de pie. Blake hace lo mismo y luego pasa su brazo por mi cintura- Bob, Caroline, él es mi mate, Blake- les sonrío sonrojado.

-Es un gusto. De antemano pido disculpas por mi... comportamiento agresivo de antes. No sé si sabían, pero no tenía el control de mis actos, lo siento muchísimo- la voz gruesa de Blake hace que lo mire. Su mandíbula marcada es mi centro de atención.

Qué bonito.

Me sonrojo más y miro al suelo.

-Bueno, podemos entenderlo, chico, Jan nos ha hablado sobre ti- dice Bob.

-Me alegro, señor. Espero que todo quede en paz. Lo único que quiero es estar con Drake. Prometo no dar problemas- Bob sonríe de lado y asiente hacia Blake- Por cierto, Jan- Blake mira a su amigo- ¿Cómo está Ro?

El peliazul sonríe levemente y puedo ver tristeza en su mirada.

-Está estable.

- ¿Podemos verla? -pregunto.

Jan asiente y se dirige a la casa.

Lo seguimos en silencio y llegamos a una habitación. La pelirroja se encuentra en la cama, pálida. En algunas partes de su cabecita tiene espacios sin cabello, tiene hematomas en su rostro y su labio está roto.

Tapo mi boca y siento un nudo en la garganta.

Me separo de Blake y me acerco rápidamente.

-Ro- susurro y acaricio levemente su mejilla.

-Está inconsciente. Tuvieron que sedarla para que no sintiera mucho dolor- dice débilmente el Winchy mientras se sienta al lado de ella en la cama.

Blake gruñe y frunce el ceño.

-Debí haberlo torturado más- mi mate se acerca y le agarra la mano.

Un humo negro sale de la mano de Blake y sube por el brazo de Ro. Los hematomas van perdiendo intensidad y su rostro coge un poco más de color.

Abre lentamente sus ojos.

Jan solloza, dándole una mirada de agradecimiento al pelinegro y se lanza sobre Ro a abrazarla mientras la llena de besos el rostro.

-Te amo, te amo, te amo...-susurra repetidamente.

Unos brazos atrapan mi cintura y me sacan de la habitación.

Afuera, rodeo el cuello del pelinegro con mis manos y me pongo de puntillas.

-Eso fue tan lindo- le digo contra los labios.

-Tenía que hacerlo. No soporto verla sufrir. Es como mi hermana- sus manos bajan un poco más y las mete en los bolsillos traseros de mi jean.

Le doy un suave beso y siento que sonríe.

-Eres lo mejor de mi vida, bolita- dice cuando nos separamos- Te amo- susurra arrugando un poco la nariz y desviando la mirada, nervioso.

Muerdo mi labio inferior y sonrío aún más.

MI SALVACIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora