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Holaa, ¿cómo han estado?

Quería, antes de empezar, una pequeña encuesta. Me preguntaba si quieren que la historia tenga contenido +18.

Que , comenten aquí.

Que no, aquí.

No me importa, aquí.

Y ya, muchas gracias, disfruten el capítulo :3

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AXEL

Termino de limpiar el desastre en mi cocina y suspiro.

Acomodo mis gafas ya que se estaban resbalando por el puente de mi nariz. Tiro el trapo al lavaplatos y voy hacia la sala.

-Axel- Pak habla en mi mente.

Frunzo el ceño.

- ¿Pak? -pregunto, pero no recibo respuesta.

Resignado, me tiro al sofá y recuesto la cabeza mientras cierro los ojos.

No quiero hacer nada, sólo dormir, dormir y dormir.

Cuando ya estaba quedándome dormido, la asquerosa puerta suena.

Debe de ser Drake.

Gruño y me arrastro hacia la puerta.

-Te habías tardado, gor...- frunzo el ceño al ver frente a mí a mis padres.

- ¿Aquí está Drake? -pregunta mi padre y se hace paso, entrando a mi apartamento.

- ¿Cómo estás, hijo? -mi madre pone sus manos en mis mejillas.

- ¿Está aquí? -vuelve a preguntar mi padre.

-Estoy bien y eh, no lo he visto, no está aquí- miro a mi padre y veo preocupación en sus ojos- ¿qué mierda pasó?

-No lo encontramos, Axel. Hemos ido a su casa, a todas partes- Bob se sienta en el sofá, apoya sus codos en sus rodillas y bufa.

-La última vez que lo vi, iba detrás de tu padre, hacia el bosque. Iban persiguiéndote- dice mi madre y va hacia su mate, para intentar tranquilizarlo.

- ¿Al bosque? -pregunto.

-Sí, te perdiste y fuiste hacia allí. Encontraste a Mar- dice mamá. ¿Encontré a Mar? ¿cómo?

-No recuerdo nada.

-Y esta mañana recibimos esto- papá saca de su bolsillo una nota y se la arrebato.

La abro y la ira me invade.

Van a saber todo el poder que tenemos y dejarán de menospreciarnos. Somos la raza más fuerte. Por cierto, ¿su beta es así de débil?

Gruño.

Tienen a Drake.

-No, no, no- corro fuera del apartamento y voy hacia el bosque, con mi padre pisándome los talones.

- ¡Axel, para! -me grita, pero lo ignoro.

Ya cerca de los grandes árboles, paro un poco el paso.

Olfateo. El olor de Drake es débil, casi indetectable, pero sigue aquí.

Veo a mi padre y él asiente hacia mí.

Corremos y nos transformamos.

Gruño y nos perdemos entre los árboles.

Ya vamos por ti, amigo.

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MAR

MI SALVACIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora