MI SALVACIÓN

Seis- Dustin

6/8 Especial Blake & Drake

BLAKE

Dejo pasar a Drake primero y detrás de mí, cierro la puerta.

-Blake- me mira con un puchero- me duele- se sostiene el estómago y voy rápido hacia la cocina.

- ¡Siéntate en el sofá! -le grito mientras sirvo un vaso de agua y cojo las pastillas para el dolor que nos dio el doctor Ramos.

Voy a la sala y lo encuentro con los ojos cerrados, tomando profundas respiraciones.

No puedo evitar gruñir. He intentado aliviar el dolor con mis poderes, pero es inútil, sigue doliendo y sé que, aunque él no me lo diga, duele todo el tiempo.

Me siento a su lado y le entrego ambas cosas.

Lo veo tomarse el medicamento y luego recostarse contra mí.

-Lo siento. Ahora no podremos hacer los cupcakes como acordamos- se refugia en mi cuello. Yo paso mi brazo por sus hombros y dejo mi otra mano sobre su muslo.

-Puede parecerte extraño, pero prefiero tenerte así, cerca, abrazado a mí, que ir a cocinar algo- le beso la cabeza y suspira.

Acaricio su barriguita.

- ¿Pensaste en algún nombre? -preguntó y fruncí el ceño.

-La verdad, no- he estado muy atento a mi bolita como para tener tiempo de pensar en nombres.

Estos siete meses han sido un infierno para mí. Y sé que Drake siente lo mismo a veces. Despierto cada día, temiendo por su salud, por su vida. Me tenso al pensar en eso.

-Yo sí lo he hecho- susurra algo adormilado- me gusta Jane, si es niña. Y Dustin, si es niño. ¿Te gustan?

-Me encantan, bolita.

Se queda dormido en medio de mis caricias y en la oscuridad de nuestra casa, me permito soltar algunas lágrimas.

Yo tengo la culpa de todo.

Si algo le pasa, no creo que pueda soportarlo.

Lo abrazo con más fuerza, intentando de algún modo, sentirlo más y más cerca. Amo a nuestro bebé, pero odio como esta situación lastima a mi chico. Él me ha traído paz, felicidad, amor... Y yo sólo le doy sufrimiento.

Mi brujo crea una burbuja de protección a nuestro alrededor hecha de humo negro.

No sé en qué momento caigo dormido.

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- ¡Blake! -un grito me sobresalta y abro los ojos rápidamente.

Drake está sudando, sonrojado y sosteniendo su estómago, haciendo muecas de dolor y sollozando.

- ¡¿Bolita?! -exclamo asustado, sin saber qué hacer- Amor, ¿qué tienes? ¿qué pasa?

-Duele...-gruñe. Sus garras salen y sus ojos cambian de color- Duele, duele, duele.

Entro en pánico.

Lo ayudo a ponerse de pie, pero ruge de dolor. No puede moverse.

Pongo mi brazo debajo de sus rodillas y otro en su espalda para poder cargarlo. Jadea y llora sin parar.

Miro la puerta mientras camino hacia ella y la abro con un hechizo. Salgo rápidamente y empiezo a caminar por la calle, asustado, echando constantes miradas al chico en mis brazos.

Está muy tarde, casi no hay nadie en las calles y el hospital está algo lejos.

Miro nuevamente a Drake y me altero al ver que quedó inconsciente.