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JAN

-Esto está delicioso, Drake- le sonrío al castaño y saboreo mi cupcake de nuez y chocolate.

Él se sonroja mientras agradece.

Me acerco más a Ro y la veo divertido mientras empieza a comer uno tras otro sin parar.

- ¿Te gustaron?

Su mirada conecta con la mía y asiente, entusiasmada.

-No puedo parar de comerlos, ¿probaste el de fresa? -me pregunta y rio mientras niego- Muero, muero, muero. Está riquísimo.

Le paso el brazo por los hombros y suspiro. Mi pecho se siente cálido al verla así. Sana, con energía y feliz.

Blake está sentado en un sillón frente a nosotros, con Drake sentado encima de sus piernas. Ambos ríen suavemente y se miran con amor.

Nunca había visto a Blake tan relajado y sonriente.

-Muchas gracias por dejar que nos quedemos acá tanto tiempo- me dirijo a Bob y él sonríe.

-Tranquilo, muchacho. Nos alegra la compañía- acaricia la cintura de su mate.

-Pero, creo que necesito regresar- digo y todos me miran, atentos.

- ¿Qué? -Blake rompe el silencio.

-Mi padre, Blake. Necesito saber cómo está. Tenemos nuestras vidas allá.

-Pueden ser parte de la manada. Tenemos unos terrenos al oeste, allí hay unos vecindarios con casas libres y en buen estado- interviene Caroline.

Miro dudoso a Ro.

- ¿Qué opinas?

-Me encantaría... ¿pero podríamos traer a nuestros familiares también?

-No veo ningún problema con eso- sonríe Bob.

- ¿Están comiendo cupcakes sin mí? -Abby entra a la sala de estar, en pijama, con su pelo alborotado, haciendo una mueca.

-Puedes coger los que quieras, Abby- dice Drake.

-Sí, sí, ya estaba en eso, gordis- mueve la mano como quitándole importancia, mientras se acerca a la mesa y coge dos.

Se deja caer a mi lado y me saluda con un asentamiento de cabeza.

Se concentra en comer.

-En fin. Sí, nos encantaría ser parte de esta manada, pero creo que primero hay que consultarlo con Axel. Es el alfa, ¿no?

-Sí, ¿qué les parece...

Bob es interrumpido por el sonido de la puerta.

- ¡Agh! -Abby se queja y mueve los pies- ¿qué acaso en esta maldita casa no se puede descansar? -se pone de pie y camina, resoplando- siempre viene alguien con problemas... "Abby, haz que despierte", "Abby, tú, ser supremo, haz que mi hijo vuelva a ver", "Abby, ve y abre la maldita puerta porque vienen unos monstruos que acabarán con nuestro mundo..."

Su voz se disipa mientras se va por el pasillo.

-Yo voy- digo en una risa y me pongo de pie.

Abro la puerta y veo al guerrero rubio frente a mí.

-Algunas personas están buscando al alfa- me informa y detrás de él puedo ver a una multitud.

-Oh, no...- me abro paso y enfrento a todos.

Mujeres, niños, adolescentes y ancianos Winchys estaban frente a mí.

- ¡Jan! -escucho la voz de mi padre y lo distingo entre todos.

MI SALVACIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora