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JAN

Caminamos por el corredor, pensando cómo entrar donde el prisionero.

-Pero, ¿sabes bien dónde está? -le pregunto a la pelirroja.

-Pues, no. Tenemos que revisar en la parte de abajo, ahí generalmente...-para de hablar cuando escuchamos pasos cerca.

Sin darnos tiempo de nada, vemos frente a nosotros a Charlie junto a Gonzales, un guerrero.

Me paralizo y Ro coge mi mano.

Charlie aún sin notarnos, sigue hablando.

-Tienes que ir a vigilar la manada del prisionero, la Northan, está en el bosque del norte, el Rose, ¿sabes cuál es? -le pregunta a Gonzales.

-Sí, señor, ¿cuándo quiere que vaya?

-Mañana a primera hora. Mantenme informado de lo que hacen. Tenemos que estar preparados por si piensan atacar nuevamente- Charlie acomoda su cabello y su mirada cae por fin en nosotros.

Le sonrío y asiente en forma de saludo.

Llega hasta nosotros.

-Hola, Charlie- lo saluda mi mate y le sigo sonriendo.

-Rosalía, Jan, ¿cómo están? -pone sus manos en la espalda y le hace una seña a Gonzales para que nos deje solos.

-Muy bien, sólo estábamos buscando a Blake, ¿sabes dónde está? -Ro intenta disimular porque sabe que, si abro la boca, puedo cagarla.

-Ha salido de viaje, por eso, precisamente, estaba buscándote- le sonríe de lado y se acerca un paso más- Necesito que te hagas cargo durante estos días del prisionero.

- ¿Hacerme cargo? ¿qué tengo que hacer exactamente?

-Llevarle la comida dos veces al día, no hablar de más, sólo entrar, darle la comida e irte- le ofrece una llave y Ro la recibe- nos vemos luego.

Se retira y volteamos a vernos.

-Tenemos el nombre de la manada- le digo, confundido por lo fácil que fue.

Pone la llave frente a mi cara.

-Y la llave.

La cojo en mis manos y con un hechizo, hago que un humo azul la rodee. Para cuando terminé, había dos llaves.

Le entrego una y la otra la guardo en mi bolsillo.

-Ahora, ¿qué hacemos? -le pregunto en un susurro y ella baja igualmente la voz.

-Bueno, Gonzales se va en la mañana, tienes que irte antes que él. O sea, tienes que irte en este momento- frunzo el ceño.

- ¿Tengo? -me acerco más y la miro a los ojos- ¿No vas a ir?

-No puedo, Jan, tengo que estar al pendiente del prisionero y también para cubrirte si preguntan por ti- me agarra la cara con ambas manos y me sonríe suavemente- estaré bien. Tienes que ser inteligente, Jan, tienes que cuidarte la espalda. Ellos no son de confiar aún y no quiero que nada malo te pase. Recuerda que eres un desconocido para ellos, van a reaccionar de mala manera, pero desde el inicio, tienes que decirles por qué estás ahí y que te necesitan tanto como tú a ellos. Es un ganar ganar, ¿ok?

-Pero, no quiero dejarte sola, Ro- paso mis manos por su cintura y hago una mueca.

-Ya te dije que estaré bien, sé cuidarme sola, lo sabes- se ríe un poco- haz lo que tengas que hacer. El destino de varias personas está en que logres conseguir su ayuda y detener a Blake- se separa y coge mi mano para poder avanzar hacia una puerta, que lleva al sótano.

MI SALVACIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora