Estupido y loco amor (Editando)

Capítulo 41. Slytherins.

Maratón 1/4

P.O.V. Draco Malfoy.

Desperté por los cantos de las aves y la luz del sol, nah en realidad me desperté por los golpes que se escuchaban en la puerta y los gritos de alguien tras ella.

–Theo ve quien es –dije con la voz ronca pero al acostarme sentí a alguien a mi lado.

Me asuste al pensar que los chicos me hacían una broma pero al ver a Hermione a mi lado sonreí como un idiota, pero los golpes no paraban y decidí levantar a Hermione quien parecía ronronear en mi pecho.

–Gatita –susurre en su oído haciéndola reír, le quite unos mechones de cabello de la cara –gatita están tocando y si no abres lo hare yo.

–Abre tú –dijo aún dormida.

–Bien, pero no sé qué dirá quien sea que este tocando la puerta de TU cuarto –Hermione se levantó de un salto y miro a todos lados hasta que reacciono.

– ¿Quién? –grito pasando sus manos por su cabello.

–Mione soy Ron, ¿Puedo pasar?

– ¡NO! –Grito Hermione – ¿Qué quieres? –dijo cortante.

–Yo... solo, ya es tarde.

–Bajo al rato, váyanse sin mí.

–Pero Mione.

–Ronald has caso y no me digas así –grito molesta y se escucharon unos pasos alejarse.

–Valla enserio ese chico está mal –dijo Pansy.

–Y que lo digas, yo creo necesita un pasatiempo –contesto Hermione.

Todos reímos y nos comenzamos a arreglar.

–Hermione ¿Por qué dormiste con Draco? ––pregunto Pansy.

–Porque cierta persona no sabe quedarse en su lado de la cama.

Después de cambiarnos, bajamos con mucho cuidado de no encontrarnos con algún león, en eso Hermione me jala de la túnica y me hace entrar en un salón vació.

– ¿Qué paso? –pregunte confundido.

–Fue mi imaginación o me dijiste gatita para levantarme –sonreí de lado asiendo que se enojara.

–Fue tu imaginación –dije serio, pero por dentro estallaba de risa.

Dio media vuelta e iba salir del salón la alcance y pase a su lado susurrando adiós gatita.

– ¡Malfoy! –grito cuando salí corriendo hacia el gran comedor, aunque sabía le había sacado una sonrisa aunque lo negará.

P.O.V. Hermione Granger.

Llegue al gran comedor con una sonrisa en el rostro, por fin pude ver ese lado infantil y tan dulce de Draco, además su apodo me hacía sonrojar.

Me senté en la mesa al lado de Ginny para mi lamentable suerte y trate de sonreírle para que Harry no dijera nada.

–Valla al fin te dignas a aparecer –dijo Ginny en tono severo como si me regañara.

–Es mi vida, yo decido que hacer con ella –dije poniendo todo el veneno posible a esa frase.

–Pues deberías dejar de ser tan egoísta –me riño.

–Y tú menos chismosa, pero no todo es posible en la vida ¿Verdad?

–Hermione –me advirtió Harry, pero lo ignore.