Capítulo 93. Silencio y trampa.

3.9K 204 35
                                    

P.O.V. Blaise Zabini.

El señor tenebroso me observaba con atención, estaba parado frente a mí y trataba, aunque muy sutilmente, de meterse a mi mente, su mirada era como el hielo, fría y sin sentimientos, dentro de él no se veía más que la destrucción y en ese momento iba dirigida su mirada hacia mí.

-Es fuerte señor Zabini, muy hábil según me cuentan, pero que es lo que oculta con tanta desesperación en su mente -siseaba sin despegar su mirada de mí.

Me quede callado, cualquier palabra sería usada en mi contra como en un juicio, el señor tenebroso comenzó a girar a mi alrededor, mis piernas quisieron flaquera ante su escrutinio, pero me mantuve firme, sea lo que sea que quisiera no lo obtendría de mí.

-Eres valiente, no tenemos por qué hacer esto difícil, solo tienes que contarme unos pequeños detalles insignificantes -susurro cerca de mí oído y un escalofrío me recorrió - ¿Entiendes lo que te digo?

-Sí mi Lord -dije con un nudo enorme en la garganta.

-Estupendo, bien, bien, comencemos ¿Conoces a este señor? -me mostro una foto de un señor de cabello largo y blanco, con mirada tierna y feliz.

-No -conteste apenas vi la foto.

-Bien ¿Reconoces esto? -me paso una revista del quisquilloso.

-Sí -dije al mirar la revista.

- ¿Sabes cómo llego esto aquí? -pregunto molesto.

-No -la verdad si lo sabía, pero no diría ni pio.

-Mientes ¿A quién tratas de defender? -cuestiono molesto.

Me quede callado, mirando hacia enfrente y sin decir nada, el señor tenebroso se puso frente a mí y nuevamente trato de entrar a mí mente, pero como la vez anterior lo bloquee.

-Zabini eres un chico listo, a quien sea que defiendas no vale la pena arriesgarse por él -dijo con voz apremiante, pero calle - ¡DIMELO! -gritó, pero no hice nada.

Varios mortifagos dieron un paso atrás, cobardes, no entiendo como todos ellos pueden estar felices con sus vidas.

-Bien, tú lo has querido así -dijo molesto, se hizo un poco para atrás y trono sus dedos.

Muchos mortifagos comenzaron a tomarme de las manos e intentaban inmovilizarme, pero les daba batalla, no sé que pensaban conseguir con esto, pero no diría nada, después de un tiempo de forcejear con los mortifagos lograron tomarme de los brazos y hacer que me hincara, el señor tenebroso se veía complacido, hizo una seña a uno de los Carrow y este se acercó y me dio un golpe en la cara, luego otro, uno tras otro los golpes me hacían voltear la cara y comencé a sentir como la sangre salía de mi nariz, boca y ceja, después de muchos golpes y de sentir mi cuerpo algo débil, el señor tenebroso levanto su mano y el carroñero se alejó de mí.

-No tenemos por qué hacer esto más difícil, solo dime lo que quiero saber ¿Quién es la persona que mete esto en mi amado colegio? -lo mire firme, escupí la sangre que tenía en la boca y me quede callado -como quieras, es mi turno.

Se alejó un poco de mí y me miro con una sonrisa macabra, entonces levanto su varita y me apunto.

-Crucio.

Mi cuerpo recibió la maldición de buena manera, solo era un pequeño dolor en mi cuerpo, pero conforme pasaba el tiempo ele hechizo aumento en poder y mi cuerpo comenzó a ceder un poco, pero aun así me obligue a estar firme.

-Crucio, crucio, crucio -comenzó a gritar con desesperación y cada vez el hechizo era más difícil de sobrellevar.

Poco a poco el dolor comenzó a hacerse presente y mis músculos comenzaron a contraerse por el dolor, mi cuerpo estaba en el límite, no sé cuánto tiempo paso hasta que mis músculos cedieron y caí al suelo, ya no podía más quería que esto parara, pero gracias a Merlín no grite, no le daría el gusto de escucharme sufrir.

Estupido y loco amor (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora