Capítulo 96. Atrapados y Malfoy Manor.

3.9K 216 14
                                    

Maratón 1/4.

P.O.V. Harry Potter.

El señor Lovegood nos sirvió un té y nos miró a todos con una sonrisa algo perturbadora, el ambiente era algo incómodo, no me agradaba del todo, pero Hermione nunca se equivocaba en sus corazonadas.

– ¿Dónde está Luna? –Pregunto Hermione mirando todo el lugar.

– ¿Luna? Ya vendrá –dijo su padre.

Todos levantamos nuestras tazas de té y le dimos un sorbo, para evadir el silencio incomodo que se había hecho en la habitación, Hermione parecía algo ida en cuanto bajo su taza de té.

–Díganme ¿Cómo puedo ayudarlo Señor Potter? – pregunto el señor Lovegood.

–Bueno... de hecho, es sobre algo que uso en su cuello en la boda, un símbolo –le explique al ver que Hermione no reaccionaba.

– ¿Habla de este? –me mostro el collar con el símbolo que Hermione siempre encontraba.

–Sí, exacto –acerque mi mano al símbolo y lo toque – lo que quiero saber es ¿Qué es? –aleje mi mano y mire al Seño Lovegood.

– ¿Qué es? –Pregunto y simplemente asentí con la cabeza – es el signo de las reliquias de la muerte claro.

– ¿Las qué? –preguntamos Draco y yo al mismo tiempo.

–Las reliquias de la muerte, supongo que conocen el cuento de los tres hermanos.

–Si –contesto Draco.

–No –dije con sinceridad, no tenía ni idea de lo que estaban hablando.

–Aquí lo tengo –dijo de repente Hermione sacando el libro que le dejo Dumbuldore en la herencia.

Había una vez tres hermanos que viajaban por un camino sinuoso y solitario al atardecer.

Con el tiempo, los hermanos alcanzaron un río demasiado profundo para vadearlo y demasiado peligroso para cruzarlo a nado. Sin embargo, estos hermanos habían aprendidos las artes mágicas, y con el sencillo ondear de sus varitas hicieron aparecer un puente sobre el agua traicionera. Iban ya por la mitad del puente cuando encontraron el paso bloqueado por una figura encapuchada. Y la muerte les habló. Estaba enojada porque le hubieran sido escatimadas tres nuevas víctimas, ya que los viajeros normalmente se ahogaban en el río. Pero la Muerte era astuta. Fingio felicitar a los tres hermanos por su magia, y dijo que cada uno de ellos había ganado un premio por haber sido lo suficientemente listos como para engañarla.

El hermano mayor, que era un hombre combativo, pidio la varita más poderosa que existiera, una varita que ganara siempre en los duelos para su dueño, ¡una varita digna de un mago que había vencido a la Muerte!.

Así la Muerte cruzó hasta un viejo árbol de Sauco en la ribera del río, dando forma a una varita de una rama que colgaba, y se la entregó al hermano mayor.

Entonces el segundo hermano, que era un hombre arrogante, decidio que quería humillar a la Muerte todavía más, y pidio el poder de resucitar a los muertos. Así la muerte recogio una piedra de la orilla del río y se la dio al segundo hermano, y le dijo que la piedra tenía el poder de traer de vuelta a los muertos.

Finalmente la Muerte preguntó al tercer y más joven de los hermanos lo que quería. El hermano más joven era el más humilde y también el más sabio de los hermanos, y no confiaba en la Muerte. Así que pidio algo que le permitiera marcharse de aquel lugar sin que la muerte pudiera seguirle. Y la Muerte, de mala gana, le entrego su propia Capa de Invisibilidad.

Estupido y loco amor (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora