Capítulo 99. Gringotts y visiones.

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Maratón 4/4.

P.O.V. Hermione Granger.

Harry estaba demasiado tenso, no quería irse de la casa de verano de los Malfoy y dejar a Pansy, a pesar de que Cissy, Lucius y Blaise la cuidarían a ella y a su hijo, al final Draco hablo con él y convenció a Harry de dejar a Pansy era lo mejor, al menos solo por ahora.

– ¿Estas segura de esto Hermione? –pregunto por décima vez Draco.

–Muy segura –dije firme y tome la poción multijugos con el cabello de Bellatrix – ¿Cómo me veo? –pregunte luego de unos momentos.

–Como mi tía –respondió Draco y él bebió de su poción multijugos.

– ¿Listo Harry? –pregunte y el asintió, cargo al duende en su espalda y Draco los cubrió con la capa de invisibilidad.

Entramos al banco de Gringotts y camine firme y decidida hacia el dunde encargado del banco.

–Alguno de ustedes se dignara a llevarme a mi bóveda o tendré que torturarlo para eso –dije sarcásticamente con la voz de Bellatrix.

–Señorita Lestrenge, no la esperábamos –dijo el duende con algo de miedo.

–Eso ya lo veo, de lo contrario ya estaría en mi bóveda –dije harta.

–Sígame Señorita Lestrenge.

Seguimos al duende hasta uno de los carros que llevaba a las bóvedas mejor reguardadas de Gringotts.

–Buena actuación –susurro Draco.

–Aprendí del mejor –dije con una sonrisa.

Mientras pasábamos a toda velocidad por distintos carriles cruzamos una cascada que nos empapa e hizo sonar una alarma, luego el carro nos derribó antes de llegar a nuestro destino.

–Ustedes, no deberían estar aquí... –comenzó a decir el duende.

–Imperio –lo hechizo Harry –No me digan que no lo pensaron –exclamo algo molesto.

–Yo no dije nada Potter, pero pensé que el que lanzaría el hechizo sería yo –admitió Draco.

–Vamos Harry –le dije sacándolo de su transe.

Caminamos un rato hasta que vimos a un dragón, yo lo mire con ojos llorosos, el pobre dragón estaba tan triste y con tan poca vida que me sorprendía que no se matara, entonces comenzó a chillar cuando el duende comenzó a tocar unas campanas.

–Los entrenan para sentir dolor al escuchar el ruido –explico el duende.

–Eso es cruel –dije molesta.

Caminamos hacia la bóveda de los Lestrenge donde había joyas, monedas de oro, plata, collares, copas, platos, había una gran variedad de riquezas.

–Cuidado no toquen nada, todo lo que está aquí tiene el hechizo Geminio, si tocan algo se multiplicara –nos advirtió Draco.

–Ahí –dijo Harry apuntando a una pequeña copa de oro –Hermione la espada –me pidió Harry.

Pero todo se descontrolo, poco a poco las cosas se comenzaron a caer y a multiplicarse, cada movimiento hacia que las cosas aumentaran y aumentaran, Harry trato de subir una montaña de platos, copas y distintos objetos, pero solo hacía que la montaña de objetos aumentara, al final el quedo cubierto por una montaña de objetos y Draco y yo estábamos atrapados hasta la cintura de objetos de la bóveda.

En ese momento salió Harry detrás de la montaña de objetos con la copa en sus manos y la esada en la otra, trataba de salir, pero tropezó y el duende tomo el horrocruxes.

Estupido y loco amor (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora