Capítulo 34. Me convertí y volvemos a ser amigos.

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P.O.V. Hermione Granger.

Sentía una leve molestia en los ojos, comencé a abrirlos poco a poco y vi que estaba en la enfermería, esperen ya veo, mire a todos lados sorprendida y aliviada de poder ver, pero había algo distinto en el lugar, no recordaba la enfermería tan... tan ¿Iluminada? ¿Magnifica? No sabía describir que era lo que veía, era como si por primera vez viera con claridad el mundo.

–Magnifico ¿No es así? La vida a través de unos ojos claros –dijo Dumbuldore saliendo de detrás de una cortina.

– ¿Ojos claros? –pregunte confundida.

–Ojos que ven sin ninguna inhibición, que no los cubre una ligera tela llamada realidad –dijo como si fuera lo más común.

–Pero...

–Usted tiene ojos claros –me sonrío con alegría.

No era posible, lo que Dumbuldore me decía era ilógico, como de la nada yo podría tener... Merlín, mi sangre ¿Qué paso? Ayer sentía dolor y... algo dentro de mí se fracturo ¡POR MERLIN!

–Mi sangre –susurre asombrada.

–Así es señorita Granger, su sangre le ha quitado ese velo.

–No podré estudiar en Hogwarts ¿Verdad? –dije triste.

–Claro que sí, no es la primera alumna con ese problemita aquí en Hogwarts –sonrío con comprensión Dumbuldore.

– ¿Pero qué hare en esos días? No puedo estar como si nada por los pasillos –cada vez mis nervios aumentaban más.

–Tranquila, he hablado con su padre y el me confirmo que le ayudará con su nueva situación, además de que tomare medidas extras para que usted y el resto de los alumnos estén a salvo –dijo calmado.

–Gracias profesor –dije sumamente agradecida.

–No hay de que, por cierto, yo guardaría la calma al menos hasta que salga del colegio.

–No se preocupe, me mantendré alejada de los problemas.


P.O.V. Draco Malfoy.

Hoy Hermione despertaba y todos queríamos y a verla, los chicos prometieron ser sinceros con Hermione y decirle toda la verdad, yo iría con ellos a hacer lo que debí de haber hecho desde el año pasado, pero por miedo e indecisión no lo hice.

Theo, Blaise y Pansy fueron los primeros en pasar a la enfermería a ver a Hermione, yo me quede afuera escuchando lo que decían.

–Hola Hermione –la llamo Pansy.

–Hola chicos, gracias por venir –dijo sentándose en la camilla.

– ¿Aún estas mal? –pregunto preocupado Theo.

–No, claro que no, solo me pidieron me quedará un poco para que me dieran una poción –Hermione les sonrío y yo me sentí celoso.

Quería que ella me sonriera de la misma manera que les sonreía a los chicos, con eso en la mente estuve más que seguro que quería seguir adelante con el plan.

–Hermione, tenemos que decirte algo importante –comenzó a decir Blaise.

– ¿Todo está bien?

–Lo estará –contesto Pansy.

–Lo que tratamos de decirte es que... te hemos mentido, y ya no queremos hacerlo más, la razón por la que empecé a hablarte fue por Draco, pero te volviste mi amiga, ahora quiero que sepas que solo deseamos lo mejor para ti, por eso... te decimos esto –dijo nervioso Theo.

–No entiendo –dijo asombrada Hermione y decidí era el momento de intervenir.

–Chicos –los llame y Hermione me vio impresionada –nos darían espacio –les pedí.

–Claro –dijeron todos para luego salir.

– ¿Draco? –pregunto incrédula.

–Antes de que digas algo, quiero decirte que lo siento, fui un idiota al pensar que estaríamos mejor lejos el uno del otro, Theo me dijo que ya sabes porque hacía todo, entonces no necesito explicártelo, pero lo que si tengo que decirte es que lamento la manera en que te llame, siento que te sintieras dolida de mi falsa relación con Pansy, pero sobre todo siento mucho el haberte alejo de mí el año pasado –concluí mi discurso.

–Draco, yo... no sé qué decir –me miro con los ojos abiertos.

–Solo dime que aceptas mis disculpas, no pido más, aunque admito que me encantaría volver a ser amigos –dije agachando la cabeza.

–Yo, no puedo... negarte mi amistad, claro que acepto tus disculpas y tu amistad.

–Entonces volvemos a ser amigos –dije emocionado.

–Amigos –extendió su mano hacia mí y yo tome su mano con mucho gusto.

–Amigos –dije feliz.

Después de un rato de conversar con Hermione animadamente, ella se tenía que ir y yo igual, pero prometimos que luego seguiríamos con nuestra conversación, estábamos tan felices y animados que no notamos que los chicos nos veían desde el otro lado de la habitación.

–No creas que olvide que la amas –me susurró Blaise.

–Cállate –susurré molesto.

– ¿Ahora me lo vas a negar? –pregunto con fingida inocencia.

–No, pero cállate –dije aún molesto.

–Bien, pero tarde o temprano le dirás o le diré yo –me amenazó.

–Bien, pero no presiones –dije algo más tranquilo.

Estupido y loco amor (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora