Kizuna |EDITANDO|

Atracción

Y de pronto, parece que el tiempo se detuvo, los ojos del rubio se clavaron en los oscuros de Sasuke, quien no pudo romper esa conexión de miradas.

Y extrañamente, el corazón del azabache aumentó el ritmo, al punto que casi escuchaba el palpitar de su propio corazón. Todo era bastante inusual para ambos. La distancia era ridículamente escasa y en ese punto, los dos estaban respirando el mismo aire.

Naruto pudo percibir el aroma que desprendía el cuerpo de su amigo e inconscientemente suspiró, absorbiendo gustosamente su olor. Y por inercia, sus ojos descendieron por el rostro del contrario llegando donde estaban los labios, viendo lo pequeños y sutilmente carnosos que eran, tenían un ligero tono rosa que captaba la atención del ninja rubio.

Sasuke al notar como su amigo recorría su rostro, sintió como cada músculo de su cuerpo se tensaba... Aquella ley de atracción entre estos polos opuestos se hizo presente por unos segundos y ninguno de los dos pudo evitarlo...

El cosquilleo que recorría el cuerpo de Naruto cada vez era más fuerte y de pronto, olvidó todo por un segundo, entrando en un estado mental donde sólo podía sentir.

Se impulsó hacia adelante, en un movimiento rápido, pero extremadamente corto, donde casi rozó los labios de Sasuke, sintió la respiración de él sobre sus labios, entonces, un escalofríos viajó por sus muslos.

Todo aquello le generaba una calidez inusual que descendía por su pecho concentrándose justo en su entrepierna...

Entonces, el móvil de Naruto sonó interrumpiendo absolutamente todo.

Carraspeó, intentando aclarar su garganta –¿Di-Diga? – Intentó responder con naturalidad el rubio, enderezándose de un movimiento. Y Sasuke por su lado, se sentía descolocado y por primera vez en toda su vida, no pudo insultar a naruto por hacer cosas extrañas, pues ésta vez... Aunque no quisiera aceptarlo, en lo más profundo y casi oculto de su ser, le había gustado la situación, de alguna manera, le hizo sentir que estaba vivo, sentía sus mejillas arder.

Era sin duda la situación más extraña que había vivido en su vida, sin embargo, prefirió hacer caso omiso, o eso creyó que haría... Pero cuando el rubio terminó de hablar por celular, habló... Interrumpiendo el dilema mental que tenía Sasuke, sintió que realmente no podía hacer pasar desapercibido lo que sucedió.

Pensó en largarse sin decir nada, pero definitivamente eso sería muy extraño.

–Esto... Era Hinata, me preguntaba si me quedaría acá otra vez... Le dije que sí, el trabajo aún no acaba. – Dijo naruto, intentando parecer serio y calmado, pero aún sentía su corazón latir de forma acelerada. –Eh... ¿Qué era lo que tenía que ver, Sasuke? – Preguntó, reanudando su lógica.

Sasuke estaba hecho un lío, no podía comprender como es que hace un minuto estuvieron a muy poco de besarse y ahora estaban ahí, fingiendo que nada pasaba.

Todo aquello no podía ser más raro.

– ¿Sasuke? – Hablo Naruto de nuevo, haciéndolo reaccionar.

–Esto. – Señaló el azabache, completamente serio. No debía demostrar nada de lo que ocurrió en su cuerpo ahora, se sentía extraño, así que permaneció más serio que de costumbre. Naruto se inclinó de nuevo, pero esta vez con más cuidado, observó lo que debía ver y regresó a su puesto otra vez. Ambos continuaron su trabajo, sin emitir palabra.

Pasaron las horas, el piso se llenó de papeles arrugados que no servían y poco a poco se iban acabando los pendientes.

Naruto permanecía en su silla, mientras Sasuke estaba en frente, por momentos cruzaban miradas, pero ya nada se sentía como siempre, pues ahora se sentía una tensión muy grande entre ellos.