ESTEBAN
La estabas pasando bien, de lo mejor y la bese y el momento que la estaba besando apreció mi querido y amado Damián.
--- oye lo lamento yo me voy --- ella se levantó y tomo su chamarra.
--- no te vallas y el que lo lamenta soy yo --- Damián se disculpó --- siéntate yo me voy a la habitación --- y se fue ya me imaginaba todo lo que me preguntaría después.
Me levante y le tome la cara a Estefanía y la volví a besar pero este beso no era lento era con desesperación, con deseo, ella me gustaba y mucho, no es como si me estuviera enamorando creo que para que eso pase hay un largo camino pero si estaba seguro de lo mucho que me gustaba esta chica. Ella paso sus manos por mi cuello y yo la tome de la cintura, la bese por un largo rato pero no llegaría a más no aún.
--- me gustas Esteban y lo que te dije es cierto, te enseñare que hay mil maneras de divertirse --- le sonreí y la volví a besar.
Llegaron las 11 pm y era hora de que Estefanía fuera a casa así que o la fui a dejar, caminamos de la mano hacia su casa en este momento de conocer un poco a fondo a Estefanía me doy cuenta que hay muchas cosas que tenemos en común y bueno eso hacía más fácil que ella y yo habláramos, teníamos temas en común, libros, películas, música y otras cosas.
Llegamos a su casa y esta vez fue ella la que me jalo y me beso, no sé qué tenía pero enserio no quería parar de besarla sus labios sabían a algo adictivo para mí.
--- ¿quieres quedarte? --- me miraba esperando mi respuesta.
--- si claro --- no se en que momento las palabras salieron de mi boca y entramos a la casa.
--- deje de ver a como si buscas a alguien vivo sola --- me descubrió tenía miedo que hubiese alguien acá.
Nos sentamos en el sofá de su casa y nos estábamos mirando como si con la mirada buscáramos algo en el otro como si los ojos hablaran por si solos, parecía que teníamos una conversación solo con el contacto visual. Me fui acercando poco a poco a Estefanía y ella solo sonreía, sus ojos tenían un color tan peculiar que hacían que uno los viera con dedicación.
La bese una vez más y ella se subió encima de mí me baje del sillón para quedar en el piso, demonios esta chica me encantaba, el deseo empezó a hacerse presente en mí. La tome de las caderas y la presione más a mí, ella quito mi camisa y empezó a besar mi cuello sentía que todo mi mundo estaba girando alrededor de esta chica, su aroma era un poema que definitivamente leería muchas veces, desabrocho el cincho de mi pantalón y yo le quite la camisa, era una preciosura, bese su cuello y baje hasta sus pechos, quite el sostén que llevaba y tome sus pechos entre mis manos, cada vez que leía uno de mis libros favoritos donde el narra cómo cabían los pechos de la chica en sus manos como si estuviesen hechos específicamente para él pensaba en si de verdad hubiese la posibilidad que pasara algo así y la verdad que era cierto, caben perfectamente, la puse con cuidado en la alfombra y le desabroche el botón de su pantalón y se lo quite con mucho cuidado, mientras ella con sus pies empujaba el mío.
Cuando ya los dos estábamos solo con la parte de nuestra ropa interior ella quito mis bóxer y lo tiro al sillón, yo hice lo mismo tome su ropa interior y se la quite, demonios esta chica era hermosa bastante hermosa, la vi de pies a cabeza y si algo me gusto de ella es que no sentía vergüenza la miraba hermosa y creo que ella podía sentir como yo la estaba viendo.
--- nena eres hermosa --- ella sonrió y me jalo, abrió las pierna como dándome permiso para pasar.
La penetre completamente, estaba más que lista para mí, creo que lo que estábamos haciendo en este momento era algo más que deseo o solo sexo, no era amor pero si pasión una pasión desenfrenada, creo que nunca ni siquiera con Dana había sentido lo que en este momento estoy sintiendo.
Después de un rato de entrega, Estefanía se quedó dormida así desnudos como si nos conociéramos de toda la vida como si fuera algo común entre nosotros, Estefanía me hizo sentir sensaciones que nunca había sentido, estaba en un estado de sensaciones que ni siquiera me dejaron dormir bien de tanto pensar. Mire al Ángel que tenía entre mis brazos y le bese la frente y trate de dormir.
Desperté y Estefanía estaba de espaldas su blanca y perfecta espalda, miraba su tatuaje mientras pasaba un dedo por su espalda al parecer le gustaba porque se removía un poco, comencé a dejar pequeños besos en su espalda. Su sabor era único y su aroma embriagador, me reí al recordar lo que pensé ¨hoy no pasara¨ y paso más de lo que debía a ver pasado. En cierto punto me sentía mal muy en el fondo sentía como si estuviese traicionando a Dana aunque sé que no es así, desde que ella enfermo pasaron seis meses que no volvimos a tener relaciones más estos 7 meses que pasaron.
Ver allí a Estefanía me hacía sentir mal pero a la vez bien, mal porque en cierto punto la estaba utilizando para poder seguir adelante, pero me sentía bien porque ella hacia que sintiera muchas cosas que hasta se me habían olvidado, eh incluso descubrí nuevas sensaciones.
Me levante y fui al baño, tome el enjuague bucal y me puse un poco en la boca, cuando llegue a la sala Estefanía tampoco estaba al parecer se había levantado. La busque por la casa y no la encontré cuando volví a la sala ella estaba allí con mi camisa puesta.
--- te queda bien esa camisa, te vez sexy --- ella sonrío coquetamente y se acercó a mi plantándome un beso en los labios.
--- gracias por la noche que tuvimos, espero que se repita --- la mire con deseo y la tome del cuello y de la cintura y la bese una vez más.
No sabía el motivo de porque esta chica se estaba convirtiendo en una adicción, sus besos eran como una maldita droga que no quería dejar.
La tome del tarcero y la cargue hasta su cuarto, nos recostamos en la cama y le quite mi camiseta, todo fue más fácil ya que solo llevaba mi camiseta así y yo no andaba nada encima. Tuvimos otro momento de intimidad el uno con el otro al parecer no me cansaría tan luego de esto.
Después de dos horas regresé a casa ya eran las once de la mañana, si muy tarde abrí la puerta y entre a la casa, esperaba que Damián no estuviera para que no me bombardeara de preguntas camine hacia la cocina y allí estaba con una enorme sonrisa en el rostro una de satisfacción.
--- ahora quiero que me digas que si tuviste sexo con esa chica --- puse mis manos en mi cintura y le dije que no con la cabeza y él se echó a reír --- vamos Esteban ---
--- si ¿está bien? Tuvimos sexo --- él se levantó y me abrazo como si hubiese tenido un logro.
--- sabes hermano me alegro de que vallas avanzando y si te acostaste con ella quiere decir que por fin vez a otra chica y quieres iniciar de nuevo --- me dijo con ese tono que utiliza solo cuando habla enserio.
--- lo se hermano es solo que esta chica tiene algo inusual que me hace sentir atraído y no sé qué demonios es, solo sé que me encanta --- él sonrió.
--- hermano ya me voy a la tienda ok --- se levantó de la silla y se fue.
El muy idiota solo estaba esperando a que yo viniera para contarle todo. Me acosté en el sillón y no podía borrar fue algo tan excitante, porque vamos ¿a quién diablos no le gusta el sexo? Es solo una cosa inexplicable un manjar de sensaciones únicas, y más cuando se experimentan con una chica como Estefanía.
Encendí la laptop y me puse a leer una historia que me parece única, sé que puede verse como algo raro que yo lea novelas así pero la trama es interesante, la elite inglesa. No me imagino que a mí me hubiesen obligado a casarme con una chica que no amo eso no estaría para nada en mis planes. A demás la novela tiene bastante sexo y no es que sea un pervertido pero me gusta como la escritora relata cada detalle de las escenas.
Mi teléfono sonó y conteste la llamada
--- hola --- solo se escuchaban pisadas como que iban corriendo --- hola ¿quién habla? ---
--- Esteban ayúdame ---
Sabia de quien era esa voz y sabía perfectamente a donde tenía que ir.
ESTÁS LEYENDO
Pensando en voz alta
RomanceHay momentos en la vida en que pasan cosas que no podemos comprender, primero aparecen cosas buenas que podemos decir que nos hacen felices pensamos que tal vez por esa razón muchas de estas tendrían que ser eternas o quizá al menos que duren hasta...