Pensando en voz alta

Capitulo 31

ESTEFANÍA

La boda había sido hermosa un sueño hecho realidad para Norma, y la llegada del padre de Norma fue una verdadera sorpresa y la verdad me alegro mucho por ella. Ese momento fue duro para mí al igual que para Liana, recordar a mis padres es algo demasiado triste para mí, la verdad que nunca pensé que la vida hubiese sido tan injusta conmigo y pensar que en estos momentos lo que planeo es hacerle daño a la única persona que de verdad me ha mostrado el amor que me tiene es como si me quisieran clavar un puñal en el pecho a mí, pero no tengo otra opción no puedo permitir que alguien más lo haga.

Me levanté y fui al baño, lave mis dientes y volví y él estaba allí dormido y sin ropa alguna se veía como una obra de arte una incomprensiblemente hermosa, como si no pudiese haber nada más perfecto que él. Recordé el proyecto para la universidad, una fotografía que muestre todo lo natural y lo real una que sea lo que llevamos dentro, una fotografía en mi caso eso era lo que pondría en mi proyecto, tomé mi cámara profesional y comencé a tomarle fotografías al chico que más he querido, cuando el Flash de la cámara salía él se removía y hacia caras graciosas; pensar que en algún momento de nuestra historia más luego de lo que tenía planeado estas fotos solo serían eso unas fotos que representarían el recuerdo de un gran amor que fue lo más valioso que tuve en esta vida.

Esteban comenzó a removerse en la cama y sonreía, ¿Qué estará soñando? Se le veía tan tranquilo, sus rostro era hermoso y su piel delicada y era todo lo que cualquier mujer desearía tener con ella y justo la mujer que él eligió para amar será la misma que le causa daño día a día. Cuando más lo pienso más me doy cuenta que tengo que alejarme de él y evitarle muchas de las cosas que probablemente solo yo pueda evitar pero que no tenía idea de cómo hacerlo. Una lagrima bajo por mi mejilla ¿Por qué tiene que pasarme esto? ¿Por qué a mí? Me bajé de la cama y fui a la cocina y tomé un vaso con agua, pude notar que la botella de vodka estaba allí en la nevera y no pude evitar cogerla y tomar un poco, sentí como me bajaba el alcohol en mi garganta y como la lastimaba pero calmaba un poco la sed pero habría un apetito enorme en mí y no necesariamente de comida. Recordé el pequeño paquete de cocaína que tenía en mi maleta y por un momento quise tomarlo y sentí una enorme ansiedad de volver a volar, de volver a sentir que todo estaba bien que no había problemas que nada de esto existía.

Maldición no podía hacer esto pero la maldita ansiedad me está matando y mis nervios están poniendo a flor de piel, estos día he tenido una buena excusa para poder tomar todo el alcohol que he querido pero ahora ya no más y sé perfectamente que Esteban se pondrá furioso.

Luego de pasar una mañana un poco incomoda por mi malditas ganas de meterme esa mierda Esteban me llevó a la universidad, baje del coche no sin antes de darle un beso pero uno rápido, entré al salón y por un momento me olvidé de todo. Pasaron las horas y salí de las clases del día de hoy, todo era tan confuso y tan nublado mi autocontrol se estaba yendo a la mierda y mis ganas de consumir eran aún más grandes. Cogí el móvil y mande un mensaje. No pasaron ni cinco minutos y llegó una respuesta.

Una auto paró frente a mí y yo me subí en él ya no podía más necesitaba un poco de mi vieja vida esto me está matando, incluso mis manos están temblando y no sé cómo pararlo, o si se y eso es lo que haría en estos momentos, Claus aparcó el coche en aquella casa vieja y la que me parcia como si el cielo estuviese allí dentro.

--- perla cariño, volviste --- El maldito bar estaba como siempre y fui hacia la zona donde estaría esperándome mi maldito infierno y en estos momentos por mucho que quisiera no puedo echarme para atrás ya estoy aquí y no tengo las fuerzas suficientes como para decir que no lo voy a hacer, no tengo manera ni fuerzas para decir NO y la verdad no quiero decir no, necesito esto en sobremanera lo necesito como si fuese vital para mi vida.