(♦♠SUGA...♠♦)
Mi mano se tensó en forma de puño mientras arrugaba una de esas estúpidas hojas pegadas en la pared, mismo lugar donde mantenía mi brazo bastante firme y molesto.
Las risas de los menores de Bangtan no podían faltar en el entorno, y mierda... como me jodian. Así que volteé hacia ellos, tomando al primero que encontré a mi alcance por el cuello de su ropa. Lo miré amenazante, contemplando como éste me veía con miedo y los demás se silenciaban en el acto. Sí... el maknae se encontraba ahora contra la pared, con los ojos abiertos por completo mientras pensaba en cómo librarse de esa situación.
— ¡¿Quién mierda lo hizo?! —pregunté furioso, reafirmando mi autoridad sobre todos los menores en cuanto el pequeño Kook se vio azotado contra la pared una segunda vez.
—N-no... no lo sé... hyung —contestó nervioso, intentando no quejarse por el dolor que el concreto debió producir sobre su espalda
—Entonces, ¿hay alguien en este campus que no me teme? ¿eso dices? —despegué una vez más su cuerpo del frío cemento, obligándolo a cerrar los ojos con fuerza para prevenir el siguiente golpe contra su cuerpo.
— ¡No lo hagas hyung! —Jimin colocó uno de sus brazos en medio de mi agarre hacia el menor. Dirigí mi vista en dirección al segundo chico, enarcando las cejas con incredulidad ¿acaso me estaba desafiando?—. Nosotros no tenemos a culpa —eso no era razón suficiente para detenerme y lo sabía, por lo que tragó saliva nervioso pensando en las siguientes palabras que diría si quería salvar al maknae o a él mismo—. Esa chica... la novia de Changsung-hyung... debe ser ella la única persona en todo este campus que no te teme.
Brooklyn llegó veloz a mi cabeza. Kook abrió los ojos, mirándome como un cachorro. Tal vez era cierto, los menores no debían pagar por las cosas que me hacían enojar pero tampoco deberían estar junto a nosotros... ¿por qué se pusieron en peligro? ¿por qué acercarse a la clase de hyungs que somos?
Lo solté... no de la mejor manera, pero debía imponerme. Contemplé como los niños caían a causa del cuerpo de Kook.
— ¡¿qué demonios te sucede?! —Hope llegó hasta la escena y observó a los tres niños en el suelo. Ni siquiera lo miré, pasé a su lado furioso mientras pensaba en mi objetivo— ¡Suga, no vayas a hacer otra estupidez! —eso de seguro lo dijo cuando entendió la razón de mis acciones.
Bufé. Brooklyn las pagaría caro cuando la encontrara.
(♣♥Brooklyn...♥♣)
Finalmente terminaron las clases. Suspiré con alivio, ya que no soportaría un poco más de la aburrida clase del señor Woo.
—No puedo creer que me hayan abandonado —me reclamó la femenina voz de mi mejor amiga a mis espaldas, mientras guardaba mis cosas.
—Vamos Hye —rodeé los ojos cansada—. No te abandonamos, tu fuiste la que quiso almorzar en lugar de estar con nosotras... —me encogí de hombros antes de guardar los últimos útiles dentro de mi mochila
— ¿No quise estar con ustedes? —se cruzó de brazos indignada— ¿para qué? ¿para hacer qué? ¿comportarme como una chica mala e infantil? ¿meterme en problemas con un chico peligroso?
— ¿Problemas? ¿chica mala e infantil? —bufé con una risita socarrona— ¿eso es lo que piensas? —la miré directamente, dejando de lado mis cosas— ¿desde cuando? —no podía evitar sentirme mal por aquellas palabras.
Si Hyemi pensaba eso de mí, realmente me afectaba. Su opinión era muy importante para mi desde que éramos unas niñas.
—Brooklyn, no malentiendas yo... —nerviosa rebuscaba las palabras para poder explicarse—. Es sólo que no quiero que te hagas daño, ¿entiendes? —soltó en un quejido estrangulado, hecho que aún no lograba comprender—. Mira, espero estar mal y si no, espero lo tomes con calma... —sus manos hacían ademanes como si intentara calmarme— pero si estás haciendo esto por un chico como Suga significa que te interesa... no sé porqué... te conozco muy bien y sé perfectamente que ese chico no es de tu tipo pero algo me dice que está llamando tu atención de alguna forma, ¿acaso no lo ves? Su plan es meterse contigo como sea... y sí, acepto que todo Bangtan es guapísimo —sus expresiones exageradas siempre me hacían reír, pero en esta ocasión no, Aún no podía asimilar sus suposiciones ¿tan tonta me creía?— y eres consciente de lo único para lo que te quiere ese chico. Cuando ocurrió lo de Changsung, no dejaste de llorar por tres meses... y eso suponiendo que se trataba de una relación verdadera. No quiero que caigas en las provocaciones de Suga. No me gustaría verte llorar después.
— ¿No crees que es demasiado pronto para advertirme eso? —fruncí el ceño, pues estaba más que segura, que jamás me fijaría en un chico como Suga— ¡Por dios, Hyemi! No soy estúpida. Por supuesto que no caeré en su trampa, aunque igual no hace daño jugar un poco... —sonreí sin poder evitarlo.
El móvil de mi amiga comenzó a timbrar con una de sus canciones favoritas, me miró para pedirme tiempo y así poder contestar. Sin refutar accedí y espere observándola con cierta curiosidad.
— ¡No! —se llevó una mano a la boca, preocupándome de inmediato— ¡Dios! ¡vale, vale! ¡adiós! —terminó la llamada más rápido de lo que pensé.
— ¿qué ocurre? —busqué una respuesta inmediata en su rostro
— ¡Suga se ha enterado que fuiste tú! ¡Suga viene para acá! ¡Ahora mismo!
Mi cerebro tardó en analizar aquellas palabras pero en cuanto lo hizo mi corazón se aceleró demasiado y latía muy aprisa. Esa era la sensación de adrenalina en mi cuerpo anticipando el peligro.
No pensaba que Suga se enteraría tan pronto, creí que por lo menos este día podría disfrutar de la victoria, pero no... era de suponerse de uno de los matones del campus. ¡Mierda! ¡Si era un chico peligroso!
— ¡¿Qué?! —chillé nerviosa, incrédula, impactada. Hyemi guardaba mis cosas a prisa y en un segundo, me encimó la mochila en el pecho.
— ¡Corre! ¡Ahora! —me indicó asustada como en una orden de vida o muerte.
Asentí, colgándome la mochila en ambos hombros para comenzar a correr fuera del edificio. No obstante, justo cuando bajaba las escaleras...
Un Bangtan; un Bangtan se encontraba en el descanso de ellas. Platicaba con otros chicos, y aunque no tenía idea de su nombre; si me preguntaran sobre Bangtan diría que él es el más guapo de todos. Alto, ciertamente lindo, fornido. ¡Dios!... tenía unos hombros de muerte y un cuello... un cuello que cualquier vampiro quería morder. Oh, no... a veces no podía creer que pensara en algo así mientras estaba en este tipo de situaciones.
Me miró y un escalofrío de miedo me recorrió el cuerpo. Su mirada era tan fría y penetrante que petrificaba, más aún cuando escuché lo siguiente.
— ¡¿A dónde vas?! ¡Maldita sea! ¡Detente! —entonces mi corazón se detuvo en seco— ¡Jin, detenla! ¡Ahora! —ni siquiera supe si eso fue una orden o petición pero el chico pareció encantado con la idea. Miedo.
¡Mierda!... como pude sujeté el barandal de las escaleras, saltando un piso completo. Debía recordar que por esto era útil ser porrista ¡Corre y no voltees atrás!
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The Perfect Strategy -SUGA- BTS
FanfictionBangtan es uno de los grupos más populares dentro del campus universitario. La razón es simple: alborotar las débiles hormonas de casi todas las chicas inscritas en el sistema... y se dice "casi", porque Brooklyn resulta ser la excepción. "Siete i...