The Perfect Strategy -SUGA- BTS

CAPÍTULO 27... Suga...

(♣♥Brooklyn...♥♣)

¿Qué estaba ocurriendo conmigo? ¿Por qué me ponía cada vez más nerviosa cuando me encontraba cerca de Suga? ¿Por qué me preocupaba tanto después de aquel incidente cerca de la cafetería? ¿por qué lo estaba defendiendo frente a la directora? ¡Dios Brooklyn, estás perdiendo!... Aunque no quieras aceptarlo, ese chico te... ¡Dios, no! ¡Alto!... 

Me di golpes mentales al pensar aquello ¿Cómo podía hacerlo teniendo a ese chico caminando detrás de mi? Aproveché que iba al frente para fruncir el ceño con frustración, llegando así a los laboratorios ¡Demonios! Aparte del castigo tendría que pedirle los trabajos a Hyemi para no atrasarme en las clases a las que faltaría. Después de todo, no iba a entregar el trabajo de la segunda... ¿gracioso, no?

[***]

Podía estar limpiando de manera rápida, si no fuera porque ese chico blanquecino se mantuvo limpiando el mismo salón que yo ¿lo hacía al propósito? Pues al parecer sí, porque después comenzó a fastidiarme al llamarme en distintos tonos.

No podía negar que algunos eran graciosos pero en esta situación no entendía cómo se atrevía a bromear de tal forma.

— ¡¿Qué quieres?! —finalmente exploté, girándome a verlo con desdén, aunque cuando fui consciente de la gran hinchazón que tenía en mi frente por el golpe fallido de Jin me avergoncé de inmediato 

¿por qué me avergonzaba de mi apariencia frente a Suga? No es como si me importara su opinión ¿cierto?, de todos modos, ya era demasiado tarde para retractarme.

—Molestarte, sólo eso —¡Dios! Suga era como un niño pequeño. Fastidioso y adorable... ¡oh no!... sólo fastidioso.

De inmediato abrí los ojos alarmada cuando me tomó del brazo con fuerza ¡Auch! Tal vez demasiada  y me obligó a darle frente a algo tan simple. Tenía miedo, de verdad, aún desconocía a Suga en muchos aspectos y sabía que era capaz de aprovecharse de cualquier situación para ser demasiado insinuante... pero no era un pervertido ¿o sí? No quería que esto terminara mal.

—Suga, me lastimas... —me quejé, no queriendo hacerlo porque era bastante fuerte. 

Seguramente iba a perder el brazo si no lograba quitar sus dedos de mi piel

—Suéltala —Jin apareció por la puerta, sorprendiéndome, más aún cuando rompió el doloroso agarre de mi brazo 

¡Oh, Dios! ¡que alivio!... Me alejé del que me hacía daño para revisar la herida.

Palpé las marcas de los dedos marcados de Suga con la punta de los míos, aunque al mínimo roce dolía. Estaba segura que si él seguía con aquella presión sobre mi brazo iba a hacer explotar mis venas.

—Déjame ver... —Jin se acercó a mí de repente, tocando mi brazo con suma delicadeza para analizar la hinchazón ¿por qué se estaba preocupando tanto por mí?— tu piel es bastante delicada, sin duda se va a crear un moretón en la zona.

— ¡no! —chillé bastante agudo, pensando en que si tenía práctica de porristas iba a morir de dolor. Necesitaba ese brazo ¡Gracias Suga!— no puedo tener moretones... no...

No me opuse demasiado ante su propuesta de ir a otro salón, pues lo único que quería en ese momento era alejarme del chico agresivo y aliviar ese ardor insoportable. Lo seguí, manteniendo la guardia alta, ya que después de todo seguía siendo un Bangtan y digamos que ellos no tenían fama de ser amables con las chicas solo por simple caballerosidad.

Entramos al laboratorio continuo al que estaba con Suga. Jin se dirigió a su mochila que yacía encima del escritorio y de ahí sacó algunos medicamentos de una bolsa con muchos más. Me asombré por ello.