The Perfect Strategy -SUGA- BTS

CAPÍTULO 57... Suga...

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(♣♥SUGA...♥♣)

Cuando Yoohyun me vio, se lanzó a mis brazos, provocando que me quejara de dolor y tuviera que fingir que todo estaba bien; después estuvo un poco berrinchudo sobre mi negativa a cargarlo demasiado. 

Que niño tan mimado... La señora Bang le dijo que lo compensaría llevándolo al parque de diversiones, si me dejaba en paz. Así que eso fue lo que hice hasta la tarde. Lo sé, es mi culpa que se comporte así.

Posteriormente fueron los niños de Bangtan los que se me lanzaron encima, al primer paso que di dentro de la guarida, cuando gruñí dolorido se alejaron de inmediato pidiendo perdón ¿Quién los estaba culpando? Sonriendo me ayudaron a sentarme en el sofá más grande, porque estaba agotado y todavía faltaba la fiesta que organizaban, a la que no sabía si quedarme porque Brooklyn dijo que no vendría.

—Esta es tu parte del pago —NamJoon se sentó en el sofá individual que estaba a mi lado y lanzó un fajo de billetes a la pequeña mesita en medio de ambos.

Los chicos por su parte estaban ocupados guardando en las cajas fuertes aquellos objetos de valor o que pudieran romperse , como vasijas, planes y planos.

—Pensé que se había agotado con mis gastos del hospital —analicé primero el fajo y después busqué sus ojos. 

El moreno estaba inclinado hacia al frente de sus rodillas sosteniéndose con sus codos, de la manera que le permitiese frotarse con sus palmas el rostro, bastante estresado.

—El hospital lo pagaron ellos... —suspiró, apenas asomado entre sus dedos.

— ¿Qué? ¿Por qué lo hicieron? —me molesté. Sostuve mi costado para sentarme correctamente y poder leer su expresión— ¿Hiciste algo? —me quejé dolorido— ¡Lo hiciste! —lo acusé, afirmándolo también— ¡¿Quién te dio permiso de hacerlo?!

—Hyung, siéntese —Jungkook se acercó preocupado al verme de pie, obviamente no lo hice.

— ¡No podía dejarlo así! ¡Estabas muriendo! —también se levantó de su lugar y ladró en el mismo tono— ¡Sabes que fue su maldita culpa! ¡Ni siquiera sabían que nos atacaron! Y todavía disfrutaban su dinero cuando cuidamos a los niños para que se los hicieran llegar ¡Te hirieron con una daga, los malditos enemigos de su estúpida mafia!

— ¡¿Y a qué precio?! ¡¿Cuánto me va a costar, eh?! ¡No podemos pagar con dinero!

[***]

Las personas comenzaron a llegar alrededor de las ocho, sin embargo la guarida estuvo al máximo por las diez de la noche. Incluso arriba en el pequeño terreno donde estaba la entrada a nuestro increíble sótano, había gente celebrando.

— ¡YoonGi! ¡Hermano! —Taecyeon-hyung se acercó a estrecharme una mano y darme un abrazo fraterno— ¡Maldición, hombre! ¡¿Cuánto tiempo?! ¡Me alegra verte! —con la música a todo volumen mantenía el tono de su voz alto con ánimo en sus palabras.

—Lo mismo digo, hyung. Casi nunca estás en una fiesta —sonreí, un trago en mis manos.

—La mayoría de las veces es por trabajo. Ni siquiera estuve mucho tiempo en la de Nickhun —se encogió de hombros sin culpa, le enorgullecía ser un gran empresario.

No obstante, una chica se acercó a nosotros, la miré por unos segundos hasta que me di cuenta que buscaba a Hyung, a quien le dio una lata de soda cerrada. Suponía que con la herida no podía beber.

— ¡Oh, mira! te presento a GuiGui. Es mi prometida —la chica hizo una pequeña reverencia, se notaba extranjera y parecía que entendía poco el idioma—. Él es Suga, uno de los amigos de los que te conté. A los que les enseñamos para ser nuestro reemplazo en ese trabajo.