CAPÍTULO 23... Suga...

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(♣♥SUGA...♥♣)

Como si un balde de agua fría cayera en mi cabeza, me levanté sorprendido esa mañana... 

El sentido de la palabra "balde" era literal, porque cuando fui consciente de mí, un chorro de agua fría cayó sobre mi cabeza.

— ¡mierda! ¡¿Qué te pasa?! —no sabía ni quién rayos estaba a mi lado pero de repente sentí que me lanzaba a la bañera vestido. Sí ¡aún vestido! ¡con agua helada! ¡helada!

De inmediato emergí para saber de quién se trataba. Aunque quería golpear a esa persona con fuerza, todos mis músculos comenzaron a doler cuando me levanté. ¡Maldita sea! Estaba golpeado ¿por qué?

—Dúchate rápido, tienes que ir a la universidad —la voz de Jin hizo que fuese consciente de todo. Estaba en una habitación de baño muy familiar. Claro, su casa.

—Me duele el cuerpo... ¿Quién me hizo ésto? —me quejé viendo mi piel repleta de moretones en diferentes tonos.

—Los chicos de siempre... ¿Cómo se llamaban? Hum... No tengo idea, pero te detuvieron mientras estabas caminando ebrio para golpearte —respondió mientras caminaba hacia la puerta.

De pronto sus palabras activaron una serie de imágenes en mi cabeza, tantas que me confundieron entre sueños y realidades anteriores.

— Tengo una vaga idea de ello... —sonreí ladinamente sin poder evitarlo, por lo que Jin enarcó las cejas.

— ¿Y todavía te ríes? Estas hecho mierda y sonríes como imbécil... —negó con la cabeza, como todas las veces que se fastidia, aunque esas acciones sólo intentaron hacerme reír, y digo intentar porque me dolía todo el abdomen.

—Es que me enternece el hecho de que hayas ido a rescatarme —comenté con un tono dulzón para molestarlo más

—Yo no te salvé... —frunció el ceño menospreciándome—. Fue esa chica... la porrista. Nosotros sólo fuimos por tu cuerpo al lugar donde trabaja.

— ¿Qué? —fruncí el ceño de inmediato. No podía creerlo, ella no... ¿Acaso fue real? Mi cerebro de nuevo fue atacado por una bomba de recuerdos, recuerdos de sus labios sobre los míos— ¿Brooklyn? ¿cómo fue eso posible? 

—Sí, ella. Y no, no sé cómo te salvó. Pregúntaselo después; claro, si aún desea verte después de que le vomitaras encima. Te mostraste  peor que un niño débil e indefenso ante ella... —Jin sabía perfectamente cómo atacar mi orgullo y el pensamiento de Brooklyn para mí. Odiaba ser considerado así por alguien—.  Me decepcionas, Suga. Espero no le hayas dicho nada referente a Bangtan, porque sabrás las consecuencias de involucrarla —salió del baño dando un fuerte portazo—.  Consigue un taxi. No pienso llevarte al campus.

Mierda. Suga, recuerda... ¿le dijiste algo?... No... ¿cierto? ... ¡Ah, maldición!...

(♣♥Brooklyn...♥♣)

—La ley dicta que la menor de edad, Brooklyn Lee quede bajo la custodia de su padre, el ciudadano Lee Sungyeol. Por lo tanto se declara caso cerrado.

Esa mañana tuve que levantarme demasiado temprano para escuchar la audiencia del divorcio de mis padres. No tenía las palabras exactas para describir ese suceso, no obstante, me sentía tal cual un trofeo, donde la competencia se trataba de demostrar los defectos como figuras paternales, que ambos habían tenido.

A mi madre se le escaparon un par de lágrimas en cuanto la juez dictó aquello... y se soltó a llorar cuando tuvo que despedirse de mí ¿Qué se supone debo decirle? ¿Cómo se supone debo consolarla? 

The Perfect Strategy -SUGA- BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora