CAPÍTULO 19... Suga...

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Mis oídos zumbaban por el esfuerzo de correr durante tanto tiempo. Mi corazón latía acelerado, casi dispuesto a salir de mi pecho por sí solo. Tenía miedo pero no podía evitar sonreír al pensar que todo esto se debía a la broma hacia Suga.

Brooklyn 2 — Suga 1. 

Intentaba no respirar por la boca, aunque a estas alturas el aire frío golpeaba con fuerza mis fosas nasales, haciéndome imposible regular mi respiración. Seguramente había recorrido medio campus y hace poco, perdí de vista al chico que tanto me atemorizaba. Seguía nerviosa. Con todo Bangtan persiguiéndote, consideras la universidad un lugar poco seguro y obtienes la suficiente confianza como para decir que vas a ganar un maratón.

Me detuve en seco a la mitad del césped, llevando mis manos a las rodillas en un intento de descanso en aquella posición. Mi pecho exhalaba e inhalaba profundamente.

Tal vez se han rendido... pensé, esa idea me hizo reír de manera agotada.

Pero caracterizando a cualquier miembro de Bangtan, justo cuando iba a dejarme caer sobre el cómodo césped... visualicé los cuatro puntos alrededor de mí, bloqueados. Mi norte se veía amenazado por el chico de piel blanca que tantos problemas me causaba.

Un "¡oh, demonios!" salió de mis labios de manera inaudible pero como una verdadera maldición. Estarían a unos pocos metros lejos de mi, así que si me ponía a correr de nuevo tal vez saldría libre...

Pero la suerte de Brooklyn, no podía ser buena. Cuando una persona deja de correr, no puede retomar la misma velocidad y determinación de que hace unos momentos; mi mente se dedicó a pensar en salidas alternas mientras observaba al chico blanquecino seguirme sin descanso.

La piscina olímpica del campus se encontraba a mi costado izquierdo mientras corría por el pasillo húmedo del recinto... y cuando menos lo esperé, choqué contra alguien frente a mi. Resbalé en una milésima de segundo y al esperar el agua absorberme desde la espalda, cerré los ojos con fuerza.

Una vez más, ésto no sucedió y mientras abría lentamente los ojos para contemplar a la persona responsable de salvarme la vida, me sentí derretir al saber que era Suga aquella persona. 

¿De donde demonios salió? ¿cuando se volvió tan rápido?  Tal cual un ratón en las manos del gato, me sentía en ese preciso momento...

Su pecho se expandía al igual que el mío, podía ver lo marcado que era a través de su camisa gracias a aquellas gotas de sudor que delineaban desde su cabello hasta su masculino cuello blanquecino, donde resbalaban por la yugular que saltaba debido al esfuerzo y se perdían más abajo, absorbiéndose por la tela de su ropa.

Sí, me sentí gelatina entre sus brazos mientras una sensación eléctrica me recorría el cuerpo, desde su palma posada en mi espalda y la otra en mi cadera. Tenía miedo, muchísimo pero también otra sensación desconocida que mi cerebro no quiso nombrar.

—Suéltame —mi voz salió plana y agradecí ese hecho. Por un momento creí que todo lo que saldría de mi boca sería en un chirrido.

— pero caerás... —su voz fue aterciopelada, permitiendo así que su aliento acariciara mi rostro y le encantara a mis fosas nasales.

Me sentí estremecer en aquel momento y observé la sonrisa engreída acumularse en la comisura de sus labios...

(♦♠SUGA...♠♦)

La tenía, la tenía en mis brazos estremeciéndose por el contacto. Brooklyn seguía siendo una chica después de todo... y estaba cayendo lentamente ante mis encantos; aunque lo negara. Pronto se rendiría y avanzaría con la nueva fase de mi plan.

—No importa... —su voz perdió fuerza ante sus palabras e incluso ella lo notó— pero prefiero caer a estar en tus brazos...

Y sí Brooklyn quería resistirse, estaría de acuerdo.

—Está bien.

La solté sin remordimiento, dejándola caer contra el agua helada.

El golpe salpicó la punta de mis tenis, mientras de inmediato retrocedí antes de que me mojara por completo. La chica salió a flote, entre patadas y manotazos...

— ¡Tonto Suga! ¡No sé nadar!... —exclamó de manera entrecortada mientras seguía con sus acciones desesperadas.

— ¿no crees que es la excusa más estúpida que me has dado? —rodé los ojos, estaba muy seguro que sólo se trataba de una de sus técnicas para derribarme.

Jin alguna vez me entrenó para desconfiar de cualquier gesto que podía hacer la gente en situaciones de peligro y desde entonces dejé de tener empatía por las personas.

Pero lo que no esperaba era que alguien más se lanzara al agua y nadara hasta la chica.

¡¿qué mier...?! Quedé estupefacto y al ver su silueta deformada en el agua supuse que era un profesor. Estaría en problemas si se enteraban que yo la lancé, así que salí huyendo de la situación. Un reporte más no me convenía, el director había sido claro y si obtenía otro problema de mi parte, declararía mi baja en el sistema.

Me detuve detrás de una columna, ya que la curiosidad por saber quién era la persona que la salvaba me invadió por completo.

— ¡Hyung! ¡¿la atrapaste?! —ese era V gritando todo lo que decía al verme

— ¡Cállate! —grité furioso y él se asustó. Pronto lo jalé de la camisa para que nadie lo viera y ambos pudiéramos espiar lo que pasaba.

— ¿qué sucede? —murmuró ahora muy cerca de mi oído. Lo alejé de un codazo y le señalé la situación para que prestara atención.

—La lancé a la piscina, pero alguien más fue a ayudarla. Mira —entonces ambas personas salieron a la superficie de nuevo y ¿adivinen qué? Changsung era esa persona.

La sujetaba por la cintura y la recostaba en el suelo para brindarle primeros auxilios. Después de varios intentos, la chica escupió el agua...

— ¡Hyung, casi la matas! —exclamó V a mis espaldas, bastante sorprendido. Lo silencié de nuevo con un codazo.

Necesitaba verlos, no tenía idea de porqué pero mi subconsciente quería saber lo que sucedía con esos dos... así que por más que quería dejarlos, no podía apartar la mirada. Contemplé sus labios acoplarse en un beso.

La sangre corrió más rápido por todo mi cuerpo y sentí como la ira subía por este mismo ¿por qué? Le di un golpe a la columna de concreto y salí de ahí. V me siguió confundido por la actitud que mostraba... yo también lo estaba. ¿Qué tenía esa chica?

—Hyung... —V habló de manera apenas audible detrás de mí, en un tono tímido y bastante temeroso para ser proveniente de él.

— ¿qué quieres? —contesté molesto y siguiendo mi camino sin rumbo por el campus.

—Rap Monster me mandó a avisar que hoy era día de paga... —explicó temeroso, deteniéndose—. Te veo allá, hyung. Será mejor que andes solo por el campus para tranquilizarte.

Me detuve y percibí como V sobresaltó en su lugar. Sonreí de manera arrogante, negué un poco con la cabeza con diversión y después seguí mi camino por el campus. Niños...

The Perfect Strategy -SUGA- BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora