De tan furiosa que estaba, no me di cuenta de por dónde iba caminando; pues cuando lo hice, ya me encontraba en el suelo, con un montón de papeles cayéndome encima como plumas.
Algunas risas se escucharon y enseguida se silenciaron cuando el chico se inclinó con amabilidad a ofrecerme su mano como ayuda y sostén.
Levanté la mirada con curiosidad, encontrándome con esos bonitos ojos que me sirvieron de espejos para verme desprotegida y asustada, como en el primer día que ingresé a la universidad, repitiendo curiosamente ese mismo suceso.
— ¿Brooklyn? —Su voz...—. Lo siento, ¿Estás bien?
Ya no hay nada más... Todo es tan claro ahora.
—Lo estoy —dije con una sonrisa, aceptando su ayuda para levantarme de un salto, como porrista que era. Él me devolvió el gesto, de verdad era apuesto—. Soy yo la que debería lamentarlo, Chansung. He tirado todos los papeles que traías —miré al suelo con culpa, eran demasiados panfletos.
—No te preocupes, sólo son los anuncios para la temporada deportiva. Las fechas de los partidos y las competencias de todo lo demás.
Comenzó a levantar cada papel poniéndose de cuclillas y no tuve otra opción, que hacer lo mismo.
— ¿Competirás todavía? —cuestioné curiosa, al prestar verdadera atención a los anuncios y leer su nombre en la sección de natación.
—No te preocupes, mi rehabilitación ha estado bien —puso una mano en su hombro derecho y movió el brazo para corroborar sus palabras. Según recordaba, había tenido una lesión cayendo desde las escaleras de su apartamento y se fracturó una parte importante para su deporte.
Sin esperarlo, su mano se levantó para acomodar un mechón de cabello estorbando en mi cara, colocándolo detrás de mi oreja. Y antes de que siquiera pudiera notar la intención de su acción, alguien tiró fuertemente de mi antebrazo, levantándome con brusquedad. Todo a cámara lenta...
—¡No te atrevas a tocarla! —gritó furioso, lanzando un puñetazo al pómulo del mayor.
Chansung giró el rostro por la intensidad del golpe y su expresión no podía ser más de sorpresa, ya que no esperaba tal ataque y mucho menos a aquel muchacho. Su expresión se descompuso en furia, así que regresando la vista, logró levantarse del suelo y lanzarse contra su agresor con la misma respuesta.
— ¡Chansung! ¡Maldición! ¡Basta! —grité cuando el chico blanquecino yacía debajo de su cuerpo y su rostro era utilizado como pera de entrenamiento de boxeo— ¡Estás matando a Suga!
Tomé con fuerza al más alto por detrás de los hombros y con toda la fuerza que tenía, hice alguna especie de palanca con mis pies para derribarlo hacia atrás, lejos del rostro del más blanco, provocando que todo fluyera rápido de inmediato.
—Tranquilízate —le advertí a Chansung con las manos aplastando sus hombros, mientras estaba boca arriba y yo le miraba hacia abajo.
Su novia extranjera llegó entonces, haciéndome pensar que iba a verlo pronto, pues estaba saliendo del salón más cercano. Se hincó a un lado de mí y hablando en palabras que no comprendía perfectamente, se vio preocupada por el golpe que recibió su pareja en un ojo. De inmediato recordé que él más afectado aquí era YoonGi, y por ello, corrí a su auxilio.
—Imbécil —maldijo al techo, mostrando una mueca molesta, agria y manchada en sangre.
—Cállate ahora mismo —me posicioné a su lado para ayudarlo a levantarse cuando tuvo la intención de hacer eso.
—Tiene novia y todavía se atreve a acariciarte... —me miró con cólera y con sumo cansancio al intentar sostenerse sobre sus manos en el suelo.
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The Perfect Strategy -SUGA- BTS
Fiksi PenggemarBangtan es uno de los grupos más populares dentro del campus universitario. La razón es simple: alborotar las débiles hormonas de casi todas las chicas inscritas en el sistema... y se dice "casi", porque Brooklyn resulta ser la excepción. "Siete i...