Esa tarde se festejaría la boda de Bill y Fleur........una boda, simplemente sonaba estúpido, con todas las cosas que estaban sucediendo, era como burlarse de todos los problemas por los que estaba pasando el mundo mágico; pero un poco de felicidad no sería mal recibida.
Habían pasado toda la semana arreglando La Madriguera para que quedase perfecta, y lo habían logrado gracias a las órdenes e ideas de la señora Weasley, quien parecía haber olvidado todo lo malo y solamente se centraba en la idea de que su hijo tenga la mejor boda posible.
Faltaban un par de horas para que comience la ceremonia y todo estaba ya listo, por lo que Harry y Ron llevaban un buen rato jugando al ajedrez mágico, en la sala, mientras Hermione y Ginny se encontraban en la habitación de ésta última, terminando de preparar a Fleur.
- Chicos, necesito que...... QUE DEMONIOS HACEN AQUÍ JUGANDO?! - Molly, que había entrado a la sala en busca de ayuda, enloqueció al verlos jugando tan relajados y aún con su ropa diaria.
-Mamá.... aún faltan dos horas para que...-
- VAYAN A VESTIRSE EN ESTE INSTANTE! - gritó interrumpiendo a su hijo, el cual la miró con temor y le hizo señas a su amigo para subir.
- No entiendo por que están así... sólo es una boda - se quejó el pelirrojo mientras terminaba de acomodar su túnica de gala, sobre la cual (al contrario de la que había usado en el baile de navidad) no tenía de que quejarse.
- Ron, es la boda de tu hermano - intento hacerlo entrar en razón el azabache.
- Si, lo sé, pero..... Harry esta por comenzar una guerra - el pelirrojo se revolvió el cabello nerviosamente y se dejo caer en su cama.
- Créeme que no lo he olvidado.... sólo intentemos disfrutarlo Ron - terminó de abrochar su camisa y ambos bajaron para ayudar con los últimos detalles.
Todo estaba listo, sólo les quedaba encargarse de la ubicación de los invitados, tarea asignada a Harry y a Ron. Éste último había optado por seguir las palabras de su amigo e intentar disfrutar, por lo que recibía a todos los invitados con una enorme sonrisa pegada en su rostro; pero esta fue reemplazada por una mueca de sorpresa al verla. Hacia un tiempo que había comenzado a parecerle más atractiva, lo que despertó algo nuevo en él y le hacía imposible seguir viéndola como una amiga; pero en este momento se veía simplemente perfecta, llevaba un hermoso vestido rojo, por sobre las rodillas y tenía dos finos tirantes que lo sujetaban a sus hombros. En comparación con lo que solía usar, este vestido era bastante ajustado a su cuerpo, dejando notar sus perfectas curvas, que a pesar de no ser demasiado pronunciadas la hacían verse hermosa.
- Ronald !- Ginny comenzó a mover sus manos para llamar la atención de su hermano, el cual recién en ese momento le quitó la vista de encima a esa castaña y se sonrojo completamente.
- Ehhh que ?- la pelirroja lo miro divertida al comprender lo que había sucedido.
- Donde vamos nosotras ?- le repitió impacientemente.
- Ah, ehh siganme- le dedico una mirada rápida a la castaña y las guió hasta sus asientos.
La ceremonia no duro demasiado pero Ron no prestó atención ni a una sola palabra, había pasado todo el tiempo observandola, y sino fuese por el pequeño golpe que le dio Harry ni siquiera habría notado cuando esta finalizó; una vez que la pareja fue saludada y felicitada, se dirigió al centro de la pista para el primer baile, al cual los invitados comenzaron a sumarse lentamente.
- Creo que tanto trabajo ha valido la pena - el tono suave de esa voz que conocía desde hace años lo hizo reaccionar y girarse rápidamente, y ahí estaba ella nuevamente mirándolo con una hermosa sonrisa.
- Creo que tienes razón - le devolvió la sonrisa, mientras intentaba no perderse en sus ojos, había algo en ella que no lo dejaba pensar con claridad - quieres bailar ?- la castaña lo miro sorprendida y soltó una risa nerviosa al ver que no era la única sorprendida por la propuesta, debido a como Ron se había sonrojado levemente.
- Ehhh claro - lo tomó tímidamente de la mano y lo guió a la pista de baile, pero éste solamente la observaba con la boca levemente abierta- Ron.... tienes que.... - las orejas del pelirrojo se tiñeron en rojo mientras ubicaba sus manos en las caderas de su amiga y ésta apoyaba sus manos en sus hombros, acercándose lentamente a él. Poco a poco comenzaron a moverse, en lo que se suponía ser una danza, Ron intentaba no mirarla a los ojos por mucho tiempo ya que si lo hacía no sería capaz de controlarse, pero en uno de sus intentos para evitar su mirada, sus ojos se desviarón al escote de su vestido, centrándose en la unión de sus pechos. Levantó la vista rápidamente y sonrojado, deseando que ella no lo haya notado y para su suerte fue así; tenía que hacer algo, no podía dejar que las cosas siguieran de esa manera, necesitaba decirle lo que sentía, y luego de pensarlo por unos minutos decidió intentarlo. Lentamente comenzó a pegarla más a él, haciendo que ella lo mirara confundida, pero sin intentar alejarse.
- Ehhh...- la castaña levantó la vista y lo miro a los ojos, haciendoselo más difícil-......Hermione....yo.... - un fuerte estruendo, seguido de gritos, hizo que involuntariamente la abrazara contra él, intentando protegerla, todos centraron su vista en el centro de la pista donde se materializó la figura de un brillante lince, el cual llamaba la atención de los impactados presentes. Una lenta y grave voz provocó que se les erizara la piel.
- El ministerio ha caído. Scrimgeour ha muerto. Vienen hacia aquí. - ambos se miraron nerviosos, estando aún abrazados; más gritos comenzaron a sonar y al levantar la vista sólo vio caos: hombres con máscaras irrumpieron el lugar, lanzando rayos de luces desde sus varitas, los cuales eran contraatacados, los invitados habían comenzado a correr en todas direcciones y desaparecian, buscando ir a un lugar seguro.... todo era gritos y corridas.
Busco nuevamente los ojos de Hermione los cuales lo miraban con una mezcla de temor y pánico..... la guerra definitivamente había comenzado.