- Entonces cuando le dijiste que se fuera ¿hablabas enserio? - le preguntó su tía desde el espejo a la entrada del palacio. Ambas miraban como Jack abrazaba a Kristoff, Anna no quería verla después de lo que había hecho con el niño, pero eso no le había afectado y ella sabía por qué.
Y era la misma razón por la que corría a Jack.
- No puedo permitir que mi estúpido capricho me quite todo esto.
La platina frunció los labios y suspiró lentamente, segundos después su tía salió de aquel espejo y se paró frente de ella, estaba tan sorprendida que no se dio cuenta que la había abofeteado hasta que cayó hasta el suelo, perdida.
- Estarás cometiendo los mismos errores si lo dejas ir. - le extendió la mano y de mala gana se la aceptó tocándose la mejilla adolorida.
- ¿Cómo?... y ¿Por qué?
- Cuando te topaste con Pitch no estaba aquí solamente para que discutieras y, me alegró mucho la manera en que lo enfrentaste y defendiste tu cambio de vista... como sea es solo temporal, mientras sigue él buscando y, te abofetee porque es la única manera que encuentro de que entres en razón y lo arriesgues todo por él.
- Tía ¿Cómo me pides eso? Desde que era pequeña tenía en claro lo que quería y los tenía a ustedes pero...
- ¿Pero?
- Él solo me distrae de lo que realmente importa, cada paso que he dado se borrará, no me puedo dejar llevar por esto que ni siquiera sé que es lo que siento y además, es lo que siempre hemos querido. Estaría loca si...
- Corrección, estás loca y es por él y, siempre lo hemos querido nosotros pero, ¿es lo que realmente quieres tú? Hablar contigo es hablar con la pared o uno de nuestros muros de hielo, así que seré yo quien te traiga al encargado de descongelarlo... con amor.
- No te atrevas... no lo harías...
- ¿Quieres probarme? - arqueó una ceja jugando su juegos y bajó los escalones de la entrada del palacio.- ¡Jack! ¡Jack!
Se giró y sorprendió de la mujer que le llamaba. Ingrid se detuvo justo a medio camino y gritó a todo pulmón.
- Tenemos un problema... la Reina está enamorada de ti pero no quiere aceptarlo...- los guardias, criados y demás curiosos escucharon perfectamente y al mismo tiempo se giraron a ver tanto a la Reina como a Ingrid y Jack simultáneamente.
Elsa abrió los ojos como platos y empalideció. Jack sonrió de manera encantadora al ver aquello.
- ¿Podrías dar tú el primer paso? Sabes que su orgullo no se lo permite hablar del amor... - prosiguió sonriendo, sabía que la había hecho enojar pero le pareció encantador. Jack se acercó a la mujer y la abrazó sonriente.
- Nos matará. -le susurró riendo
- Venga que su rostro vale la pena... ten paciencia con ella ¿sí?
- Sabes que sí... - se separaron y caminó hacia el palacio. Solo los separaban las escalones de la entrada, se hincó y ella suspiró.
- Te... odio... por todo lo que me has hecho.
- No esperaba menos. - Jack la abrazó y besó en la frente. Su tía llegó de nuevo dentro del espejo a la par que vio un cuervo con una carta que recibió la Reina. La abrió y su rostro cambió por completo, dándose la vuelta entró de prisa al palacio.
Sentí los pasos de Jack tras de mí pero no podía arriesgarlo ahora. Llegué corriendo intentando perderlo hacia la última torre y la más alta. Entré y cerré la puerta pero su pie se interpuso, era imposible luchar con él así que lo dejé entrar. Abrí el sobre y su silueta se formó con humo morado.
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"La Tirana de Hielo" (Jelsa)
RomanceLa reina Elsa de Arendelle, hermosa como ella sola y malvada como nadie con el corazón hecho hielo. Desde el día de su coronación se ha encargado de propiciar miedo y pánico conquistando reinos y asesinando o esclavizando a cualquiera que se atrevie...