Su tía pasó un trapo mojado por su frente, limpiando el sudor de esta, Elsa se removió apenas.- Anna... Anna... - Balbuceó.
- ¿Qué es realmente lo que está pasando? - Helga preguntó finalmente rompiendo el silencio. No había querido esperar con el resto, se quedó en la habitación junto con Ingrid, Poseidón y los guardianes que estaban en el fondo sin estorbar pero sin dejar de vigilarlos, en especial Jack.
- Anna... Por favor, Anna...
- Shh... intenta descansar... - Ingrid le dijo desde el otro lado de la habitación, mezclando una cosa con otra en ese caldero.
- ¡Ya la tengo! - Poseidón apareció por la ventana, jadeando, Ingrid suspiró al verlo con el frasco en la mano, tomándolo al momento y vertiéndolo en la poción.
- Helga vete contra la pared, esto tiene veneno de kraken y podría dañarte. - Ordenó tomando su lugar, Poseidón pasó sus algas marinas apretándolas sobre Elsa que yacía casi inconsciente sobre la mesa, miró a Ingrid abriéndole la boca y la sostuvo por los hombros. - 1...2...
Vertió la poción y Elsa se retorció desesperada buscando escupirla. Poseidón se recargó aún más buscando contenerla mientras su madre apretaba su boca con toda su fuerza intentando cerrarla.
La Tirana quiso gritar, su cuerpo reaccionó rechazándolo violentamente, moviéndose con desesperación, arañándose a sí misma en su ataque. Ingrid tomó su mano apartándola y Elsa se aferró a su brazo encajándole las uñas, su madre gimió también cuando la sangre comenzó a correr por sus brazos e instantáneamente la sujetó ella con más fuerza marcándole la piel, Poseidón sujetó la propia mesa al piso hasta que la mujer pudo tragar aquello exhausta.
Entonces gritó con fuerza levantándose de golpe, arrancando las algas y arrojando al hombre a la ventana por la que acababa de llegar, el marco de esta se le encajó en la espalda y gimió del dolor también.
Elsa se sentó jadeante, confundida mirando a su alrededor en un ataque de pánico. Ingrid la tomó por los hombros nuevamente obligándola a verla a los ojos.
- Shh... está bien, estás bien... mírame... soy yo, solo respira mi amor.
La rubia miró a su madre tranquilizándose, recuperando finalmente la conciencia y la empujó con fuerza apartándola con desdén.
- No te atrevas a tocarme después de lo que me hiciste, traidora. - Escupió con desprecio mirando hacia otro lado, enfocando la vista sin querer en los guardianes que ya se había puesto en modo defensivo.
- Sí. - Se quejó Poseidón poniéndose de pie. - Ya la recuperamos.
- Llama a los otros. - Le pidió Norte a Helga que observaba todo sorprendida.
- Solo quiero ver a Anna. - Murmuró Elsa mirando sus manos... la sangre en sus uñas tan... apetecible. - Tráela... por favor.
Tragó en seco observando a su tía, ella le regresó una cálida mirada asintiendo. La rubia chupó sus dedos sedienta, con desesperación apurándose como si se le fueran a ir.
Los guardianes reprimieron el asco, Tooth principalmente que sintió arcadas. Y una vez que terminó su tía abrió la puerta a los que esperaban en el pasillo.
- Está consciente. - Les dijo regresando junto a su hermana mientras los monarcas entraban al cuarto, miembros de la alianza y demás conocidos se amontonaron allí, clavando su vista directamente en Elsa.
La rubia reprimió la rabia que sentía y las ganas de lanzárseles encima cuando un pinchazo en su pecho apareció de nuevo. Subió la vista rápidamente buscando a su hermana, levantándose sin importarle que todas sus armas de pronto le apuntaron.
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"La Tirana de Hielo" (Jelsa)
RomanceLa reina Elsa de Arendelle, hermosa como ella sola y malvada como nadie con el corazón hecho hielo. Desde el día de su coronación se ha encargado de propiciar miedo y pánico conquistando reinos y asesinando o esclavizando a cualquiera que se atrevie...