Danny Phantom: Cursed from the Ashes

Capítulo V: Luc Carter

Danny

Mi mente le pedía a mi cuerpo que reaccionara... Pero al parecer aún seguía atrapado en una especie de adormecimiento provocado por la sorpresa y el embrujo en el que me sumergía cada vez que la sentía tan cerca de mí. Había olvidado la sensación hace tiempo, y volver a probarla se sentía como si hubiese despertado de una especie de alucinación de la cual había estado cautivo por años... Al menos, así es como se sentía volver a besar a la chica de mis sueños.

Aún me sentía limitado por la falta de oxígeno, y mi corazón latía como si estuviese buscando su camino fuera de mi cuerpo de una manera violenta.

Me quedé mirando la puerta de mi cuarto por demasiado tiempo. Y a pesar de todas las ganas que tenía de salir persiguiendo a Sam, no lo hice. ¿Por qué? Tal vez por el shock... O tal vez porque temía que si tratase de alcanzarla ella se alejaría aún más de mí.

Sam no era del tipo de chica que huye de sus problemas. Pero sí es el tipo de chica que trata de huir de lo que siente. Me lo ha demostrado durante este último tiempo, y ahora tengo la certeza que ella sólo está asustada de sus sentimientos hacia mí. Como ahora, que salió corriendo despavorida ante la idea de oírme decir lo obvio.

A decir verdad, estoy comenzando a cansarme de este juego.

....

Cuando bajé para desayunar, el ambiente en Fenton Works era bastante lúgubre. Estaba todo demasiado quieto, y podía sentir en el aire el hecho de que un velorio estaba a punto de comenzar.

Me sentí egoísta en el instante en que dejé de pensar en mis problemas con Sam y recordar a aquel pobre hombre asesinado.

Obviamente mis padres se habían encerrado en el laboratorio a una hora muy temprana, y sabía que ahora estarían trabajando con la evidencia que "tomé prestada". Ni ellos ni yo estábamos acostumbrados a tratar con un asesino, y conocía muy bien a mis padres para saber que no iban a descansar hasta ayudar de alguna manera con este caso.

Cuando entré a la cocina, vi a Jazz haciendo hot cakes, mientras Danni lucía demasiado cómoda sentada en la mesa mientras servía un puñado de cereal en su tazón. Noté que ella aún seguía en pijama.

-Sabes que tienes que ir a la escuela conmigo ¿Cierto?- Le dije a Danni mientras me sentaba junto a ella en la mesa.

-Tranquilo, Danny, estaré lista en un parpadeo.- No habría dicho nada más después de aquello, si no hubiera sido porque Danni me observaba de una manera extraña. Lucía como si estuviese a punto de soltar una carcajada, pero al mismo tiempo, cuidadosa de ocultarlo. No le tomé mucha importancia al principio, y la imité tomando la caja de cereal que tenía enfrente de ella. Pero aún podía sentir su mirada sobre mí. Y traté de ignorarla.

Cuando me serví un vaso de jugo, levanté la cabeza y vi a Danni, su mirada aún seguía sobre mí, aún con ganas de reír.

-¿Qué es tan gracioso?- Le dije para que notara mi incomodidad.

-Nada.- Dijo demasiado feliz.- ¿Dormiste bien?

-Eh... ¿Si?- Respondí dudoso. Ella por lo general nunca preguntaba eso.- ¿Qué hay de ti?

-Ya sabes, lo usual... Dormí como un bebé... Aunque Jazz haga sonidos de cerdo mientras duerme.

-¡Se llama roncar! Y no es un crimen.- Interrumpió mi hermana algo molesta. Danni no pareció inmutarse en lo absoluto... Era como un pasatiempo el ridiculizar a Jazz. Algo que ambos compartíamos; yo en mis momentos de inmadurez de hermano menor, y Danni... bueno, ella lo hacía todo el tiempo.