catorce {3/6}

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Terminé de guardar los sándwiches que hice para comer en nuestro día de picnic y fui a buscar tres vasos para tomar la bebida. Justin se encontraba preparando a Christopher para poder salir y que esté cómodo para jugar.

-Ya he terminado. -Dijo Justin apareciendo en la cocina con iba mochila colgada en su hombro y una pelota de fútbol debajo de su brazo.

-Yo también. -Respondí y tomé la mochila donde estaba la comida y la bebida.

-Bien. -Sonrió. -¿Quieres que lleve eso al auto? -Preguntó.

-No, yo puedo. -Respondí. -¿Dónde está Christopher?

-Esperándonos en la sala. -Respondió.

-Bueno, entonces vamos. -Dije y salimos de la cocina.

-Ya vamos hijo. -Dijo Justin y Christopher se levantó ďel sofá.

-¿Iremos a un parque? -Preguntó emocionado.

-Si hijo. -Respondí sonriéndole. Pensé que Justin le había dicho donde íbamos.

Salimos de la casa y colocamos las cosas en el maletero. Montamos al niño en la parte trasera del auto y luego nos montamos nosotros. Hoy sería nuestro primer día en familia.

{...}

-¡Christopher, ten cuidado! -Grité al ver como el niño comenzaba a caer hacia abajo girando en el cesped.

-Déjalo amor, no le pasará nada. -Dijo Justin a mi lado pasando su brazo por mis hombros para pegarme a él. -Déjalo jugar.

-Se puede lastimar. -Me quejé.

-Déjalo mamá oso. -Dijo y besó mi sien.

-Cállate tonto. -Reí y le pegué en el estómago.

Me acerqué a su boca y lo besé lentamente. Coloqué mi mano en su cuello y comencé a subirla para acariciar su cabello. Justin colocó su mano libre en mi mejilla para acariciarla.

-¡Que asco! -Oí que gritaban a nuestro lado y me separé de Justin rápidamente.

Christopher estaba delante de nosotros con sus ojos tapados, yo estaba malditamente sonrojada y Justin reía a mi lado.

-Hijo, no es nada de otro mundo. -Dijo Justin.

-Es un asco. -Respondió y se sentó a mi lado en la manta.

-Cuando seas más grande, dejará de darte asco.

-¡Justin! -Exclamé sorprendida.

-¿Qué? -Preguntó encogiéndose de hombros. -Sólo estoy diciendo la verdad.

-Como digas. -Respondí indignada y le quité pasto del cabello a Christopher. -¿Quieres comer?

-Sí. -Respondió el niño y saqué la comida de la mochila.

Quité los sándwiches del taper y le entregué uno, le di otro a Justin y luego agarré uno para mí. Miré al niño comer y reí al ver su boca llena de migas, era una completa ternura. Luego miré a Justin, quien no quitaba la vista del niño, la felicidad que Justin tenía me completaba. Me bastaba con verlo sonreír para que mi día se iluminara.

Media hora después, Justin y nuestro hijo estaban jugando a la pelota. El niño reía al ver como Justin no atajaba nunca la pelota, obviamente era apropósito, para dejar que ganara Christopher. Se notaba que el niño era feliz y me alegraba completamente. Yo pensé que sería complicado que se adaptase a nosotros, pero fue todo lo contrario y se adaptó a nosotros en tan solo horas, gracias a Dios.

Unos segundos después, noté a Justin corriendo hacia mí con una gran sonrisa en su rostro. Cuando llegó hacia mí, se agachó a mi altura ya que seguía sentada y tomó el rostro con sus dos manos.

-Te amo. -Dijo y acercó su rostro al mío para besarme.

-Yo te amo más. -Respondí cuando nos separamos. -¿A qué se debe eso? -Pregunté.

-A que tenía muchas ganas de besarte. -Sonrió y se levantó para ir con el niño nuevamente.

Negué con mi cabeza feliz y me acosté en la manta. No podía borrar la sonrisa de mi rostro, por más que lo intentara, era imposible.

{...}

-Creo que es hora de irnos. -Dijo Justin acariciando el cabello de Christopher, quien se había quedado dormido en sus piernas hace un rato.

-Yo creo lo mismo. -Respondí y guardé algunas cosas en las mochilas.

Justin se levantó despacio y tomó a Chris en sus brazos, yo levanté la manta y la guardé en la mochila. Cuando ya tenía todo encima, comenzamos a caminar hacia el auto, saqué la llave del bolsillo de Justin y luego de que le quité el seguro, abrí la puerta trasera para que Justin acomodara al niño. Yo coloqué las cosas a su lado y rodeé el auto acompañada de Justin. Él en todo momento tenía que abrirme la puerta del auto, era todo un caballero.

-Gracias. -Agradecí una vez que me subí. Justin sonrió y cerró la puerta.

Se subió él al auto, puso el auto en marcha y luego de asegurarse de que el niño estuviera bien, comenzó a manejar.

-¿La has pasado bien? -Pregunté mirando su perfecto perfil.

-Ha sido maravilloso. Ha sido el primer día en familia más hermoso del mundo. -Respondió y colocó una mano en mi pierna.

Infertility ➵ j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora