dieciséis {5/6}

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De pronto, mi madre se levantó con una gran sonrisa y lágrimas en su rosto del sofá y se acercó a nosotros. Tomó la mano del niño y acarició su mejilla.

-Hola pequeño. -Sonrió. -Soy tu abuela Pattie.

-Hola abuela. -Saludó tímido y apoyó su cabeza en mi hombro.

La madre de Juliet se levantó seguida de todos los demás y dejé al niño en el suelo para que lo pudieran saludar. Miré a Juliet y ella me sonrió feliz, me acerqué a su rostro y besé sus labios.

-Te dije que todo saldría bien. -Dijo cuando nos separamos. -Hasta parece que a tu padre le gustó la noticia de ser abuelo.

-Dios, lo sé, esto es raro. -Dije. Pensé que mi padre rápidamente iba a saltar diciendo algo ofensivo, pero todo lo contrario, se notaba feliz hablando con Christopher.

Noté como mi madre me miraba sonriente y le guiñé un ojo. Ella se acercó a nosotros y nos abrazó.

-No saben lo orgullosa que estoy de ustedes dos. -Dijo.

-Gracias Pattie. -Dijo Juliet devolviéndole el abrazo.

-Gracias mamá. -Sonreí.

-Son padres. -Dijo colocándose una mano en el pecho. -Mi niño es padre y yo soy abuela, no puedo creerlo.

-Pues creélo mamá. -Dije y pasé mi otro brazo por sus hombros para acercarla a mí.

-Justin. ¿Puedo hablar contigo? -Preguntó mi padre levantándose de al lado del niño y asentí.

-Espérame en la cocina. -Dije y él asintió para retirarse de la sala.

Verifiqué que el niño estuviera bien y él se encontraba riendo junto a sus tres tíos, mi madre y los padres de Juliet.

-Ve con el niño, intenta que no lo abrumen tanto hasta ponerlo fastidioso. -Dije y ella rió.

-Ve tranquilo papá oso. -Dijo y reí. Era lo mismo que yo le había dicho en el parque el otro día.
Besé sus labios y comencé a caminar directo a la cocina.

Los hermanos de Juliet, sus padres y mi hermana fueron a felicitarla, pero mi hermana antes me paró a mí en el camino.

-Te felicito hermanito. -Dijo besando mi mejilla y me abrazó.

-Gracias Jazzy. -Sonreí y besé su cabello.

Luego de que toda la familia me felicitara, al fin pude ir a la cocina donde mi padre me esperaba.

-¿Qué necesitas hablar conmigo? -Pregunté dirigiéndome al refrigerador para tomar dos cervezas.

-Primero que nada, quiero felicitarte por el niño. Al fin son padres. -Sonrió y asentí con una sonrisa en mi rostro.

-Gracias. -Respondí. -Yo te felicito a ti, ya eres abuelo. -Dijo y él sonrió.

-Pues, entonces gracias. -Dijo. -Segundo pero no menos importante, quiero disculparme contigo por como he tratado a tu esposa.

-Si es por eso, no me tienes que pedir disculpas a mí, sino que a mi esposa. -Dije y me apoyé en la encimera.

-Vamos Justin, si tú eres la persona que más protege a Juliet en este mundo y tú te enojas, es como si ustedes fueran una misma persona, si la ofendo a ella te ofendo a ti, te puedo que pedir disculpas a ti. -Dijo y giré mi cabeza para mirarlo.

-No Jeremy, estás equivocado. Yo la defenderé toda mi vida, porque es mi esposa y la amo más que a nada en este mundo, ella está ante todo al igual que mi hijo, sé que somos una sola persona, si te metes con ella, te metes conmigo y si te metes conmigo te meterás con ella. A mi sólo me haces enojar muchísmo, pero a ella le haces un gran daño psicológico. -Dije apretando mi mandíbula.

-Yo no quiero hablarme con tu esposa Justin, por más que le quiera pedir perdón, ella nunca me caerá bien. -Dijo y asentí. No podía remediar eso.

-Puedes pedirle perdón y no dirigirle la palabra nunca más, eso sería más fácil. -Sugerí.

-Lo sé. -Respondió. -En otro momento hablaré con ella entonces. Ahora quiero que me cuentes sobre Christopher. -Dijo y sonreí.

-¿Qué quieres saber sobre él? -Pregunté.

-Dónde lo adoptaron, por qué lo eligieron a él, como se comporta con ustedes, si se adaptó aquí, como te sientes siendo padre, no sé. -Se encogió de hombros.

-Lo hemos adoptado en un orfanato que está a cuatro horas de aquí. Los elegimos a él porque con Juliet sentimos que era el indicado y que era especial, no quisimos un bebé porque Juliet lo quiero así y a mi me pareció una muy buena idea, no tendríamos que explicarle sobre la adopción y esas cosas. Se comporta genial, es un amor de hijo, realmente no nos podemos quejar, no nos da problemas ni dolores de cabeza como yo les daba a ustedes. -Reímos. -Se adaptó en tan solo horas, las primeras horas era un poco tímido, pero con Juliet le hablamos y se adaptó rápidamente. Y siendo padre me siento maravilloso, nunca creí que sería tan hermoso. Pensarán que es menos especial porque no es un bebé que tiene horas de nacido, pero si lo es, es malditamente especial. Esa sensación de que ese pequeño niño depende de mí y de su madre me llena el alma, yo seré su ejemplo a seguir, yo soy su padre. No creo que tenga que explicarte tanto, tu eres padre. -Dije.

-Es muy bonito lo que dices Justin. -Sonrió y asentí.

-Así es como me siento.

-Me alegro mucho por ti. -Palmeó mi hombro.

-Gracias. -Sonreí.

-¿Por qué decidieron mantenerlo oculto? -Preguntó.

-Porque esto fue una desición que decidimos afrontar solos. No queríamos a nadie preguntando por la adopción ni presionando. -Admití. -Queríamos estár tranquilos esperando nuestro momento de ser padres.

-Eso me parece bien hijo. -Dijo y se acercó para abrazarme.

Dios, ¿Quién era este Jeremy?

{...}

Juliet cerró la puerta luego de que se fueran sus hermanos y se apoyó sobre ella. Sólo quedábamos nosotros dos, el niño ya se había dormido y estaba arriba en nuestra habitación.

-Ha salido todo bien. -Suspiró y sonreí. Me acerqué a ella y me pequé a su cuerpo, apretándola más contra la puerta.

-Ha salido todo de maravilla amor. -Dije y la besé.

Tomé sus manos y las coloqué a los costados de su cabeza un poco más arriba, ella se removió y yo presioné mi creciente erección contra ella.

-Justin. -Gimió cuando nos separamos.

-Juliet, te necesito. -Dije y besé su mejilla para luego comenzar a bajar hasta su cuello. Puede que era muy romántico la mayoría del tiempo, pero era hombre y necesitaba a mi mujer en otro sentido también.

-Justin, no podemos, el niño está en nuestra habitación. -Dijo tirando hacia atrás su cabeza, ofreciéndome su cuello.

-No se despertará, además no lo haremos allí. Lo haremos en el sofá, o podemos hacerlo en una habitación de aquí abajo. -Sugerí.

-Si el niño baja y nos ve, tú le explicarás lo que estábamos haciendo. -Respondió rodeando mi cuello con sus brazos.

-Te prometo que no pasará. -Dije y tomé sus muslos para elevarla, haciendo que sus pechos quedaran justo en mi cara. Era una maravillosa vista sin duda.

Ahora sí que nadie me pararía, ahora era mi momento para disfrutar de mi mujer y hacerle el amor hasta quedar ambos satisfechos.

Infertility ➵ j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora