veintiuno

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Justin's Point of View.

Abrí mis ojos al escuchar sonar al despertador y bufé, me restregué un poco los ojos para dejar de ver borroso y los volví a cerrar. Me estiré y me volteé para descansar un poco más, pero no podía, tenía que levantarme. Tenía que ir a trabajar, lo bueno es que después volvería con mi familia e iríamos a hablar con algunos profesores privados para Christopher que ya habíamos estado viendo. No estudiaría toda la vida en casa, sería sólo este año. El año que viene entraría bien a una primaria con niños de su edad.

Observé a Juliet dormir a mi lado y me acerqué a ella para pegar nuestros cuerpos, quería quedarme todo el día en la cama junto al calor de mi mujer. Besé su hombro y ella se removió entre mis brazos. La acaricié para que siguiera durmiendo, pero se volteó con sus ojos abiertos.

-Buenos días. -Susurré.

-Buenos días amor. -Respondió y estiró su cuello para besar mi mejilla.

-¿Te he despertado? -Pregunté.

-No, ha sido el despertador. -Respondió y sonreí.

-No me quiero levantar. -Me quejé.

-Tienes que ir al trabajo amor. -Me recordó y solté un bufido.

-Lo sé.

-Ve que luego cuando vuelvas te estaré esperando con un rico almuerzo. -Dijo acariciando mi pelo y sonreí.

-Bien. -Respiré. Tomé aire y me senté en la cama. -¿A qué hora iremos a hablar con el profesor privado? -Pregunté.

-Cuando quieras. -Respondió y estiró sus brazos para acariciar mi espalda.

-No hagas eso, me dan más ganas de quedarme en la cama contigo. -Dijo girando mi cuello para mirarla.

-Lo siento. -Rió y se sentó a mi lado.

-Iré a buscar a Chris y lo traeré aquí contigo. -Dije. A él le gustaba que a veces lo pasara a nuestra cama cuando yo me iba.

-Bueno. -Asintió. -¿Quieres que te haga el desayuno? -Preguntó y asentí.

-Sí, pero cuando termine de bañarme. Priemero iré a buscar al niño y luego me daré un baño. Cuando termine iremos a desayunar.

-Está bien amor. -Sonreí y besé su frente.

Me quité las sábanas del cuerpo y me levanté de la cama, me coloqué mi bata de andar en casa y salí de la habitación. Entré a la habitación de Christopher y caminé hacia la ventana para abrirla un poco, me gustaba cuando iluminaba la luz natural. Le apagué el velador que había en la mesa de noche y me senté en la cama. Apoyé mi mano en su pierna y él se removió para que no lo tocara y lo dejara dormir.

-Bebé. -Lo moví un poco.

-Déjame. -Se quejó y me reí. No era mi hijo de sangre pero era muy parecido a mí en muchas cosas. Quejarse así cuando lo despiertan es una.

-¿Quieres ir a dormir con mamá? -Pregunté y él asintió aún sin abrir los ojos.

Me levanté de la cama y lo destapé para luego tomarlo en brazos. Salí de la habitación y entré a la mía donde Juliet miraba algo en su celular.

-Aquí estamos. -Dije en voz baja y acosté al niño en mi lugar de la cama.

-¿No se ha despertado? -Preguntó Juliet y dejó el celular a un lado. Acarició el pelo que caía sobre la frente del niño y la besó.

-No, al parecer quiere seguir durmiendo. -Dije y el niño se movió para abrazar a Juliet por las piernas, ya que ella estaba sentada. Ella sonrió con ternura y acarició su espalda.

-Son hermosos. -Dije y besé sus frentes. -Me iré a bañar cielo, ahora vuelvo.

-Bien. -Besó mis labios y caminé hacia el baño.

{...}

-¿Me ayudas con la corbata nena? -Le pregunté a Juliet cuando entré a la cocina.

-Tú sabes ponértela Justin. -Me regañó y sonreí.

-Lo sé, pero quiero sentirme mimado por mi mujer. -Respondí y ella soltó una carcajada.

-Ven aquí tonto. -Dijo y dejó de ponerle mermelada a las tostadas. Se limpió las manos y caminé hacia ella.

Tomó mi corbata entre sus manos y comenzó a atarla. Por supuesto que yo sabía hacerlo, sería absurdo si no lo supiera. Pero quería que Juliet la atara, me gustaba.

-Muchas gracias bebé. -Agradecí y la tomé por la cintura para besar sus labios. Ella me tomó por la corbata y me acercó más a su cuerpo haciéndome reír.

-No hay de qué. -Sonrió y me soltó. -Ahora a desayunar si no quieres llegar tarde.

-Lo sé. -Bufé y me senté en la silla.

Juliet colocó una taza con café y un plato con tostadas delante mío y luego se sentó ella con su taza de té en sus manos. Tomó un sorbo y reí cuando frunció el ceño con asco.

-Mierda, me he olvidado de ponerle azúcar. -Se quejó y negué con la cabeza.

-Debe ser que estás tonta porque es muy temprano. -Bromeé y ella me miró mal.

-Yo al menos dormiré y se me pasará. Tú no podrás. -Se burló y fruncí el ceño. Que verdad tan dolorosa.

-Sé que no te volverás a dormir, solo te acostarás con el niño. Siempre te cuesta dormir una vez que ya te despertaste. -Dije y asintió.

-Algo es algo. -Respondió y comenzó a tomar su té que ya tenía azúcar.

-¿Crees que será malo hacer que Chris estudie en casa? -Pregunté.

-Claro que no. Será solo este año, no pasará nada. -Me sonrió y asentí aún dudando un poco.

-Ya tengo que irme amor. -Dije levantándome de la silla y ella también lo hizo.

-Te acompaño a la puerta. -Dijo y asentí.

Caminamos hacia la sala donde tomé el saco de mi traje y me lo coloqué, tomé mis otras cosas y caminé hacia la salida junto a Juliet.

-Nos vemos luego amor. -Susurré sobre sus labios y la besé.

-Nos vemos más tarde. -Respondió y acarició mi pecho. -Que tengas un buen día.

-Gracias pequeña, igualmente. -Le sonreí y caminé hacia el auto.

Le quité el seguro y dejé rápidamente las cosas en el asiento de copiloto antes de que se me cayeran. Encendí el auto y bajé la ventanilla.

-Adiós amor. -Saludé y toqué bocina.

Ella me sonrió y levantó su mano para saludar. Sonreí y di marcha atrás para salir por las rejas ya abiertas y marcharme.

Llegué al trabajo veinte minutos después y abrí la gran puerta de vidrio.

-Buenos días. -Saludé a todos los empleados que se encontraban trabajando allí.

-Buenos días. -Respondieron ellos y caminé rápidamente hacia mi oficina, donde estaba el asistente de mi padre esperándome con unos papeles en la mano.

-Hola Antoni. -Saludé. -¿Qué hay de nuevo? -Pregunté y me desabroché el saco para sentarme.

-Se han vendido cuatro autos más. -Dijo y sonreí. Eso era bueno, muy bueno. -Uno de los compradores vendrá hoy para hacer todos los papeles y comenzar con el trámite de pago.

-Muy bien. ¿Ese que auto ha comprado? -Pregunté.

-Un Audi de los más nuevos, no recuerdo cual, pero ahora me fijaré y le diré.

-Okay, no hay problema. ¿Alguna otra cosa?

-Sí. -Se aclaró la garganta. -Afuera hay una persona que quiere verlo y hablar con usted. -Dijo y fruncí el ceño.

-¿Yo estaba esperando a alguien? -Pregunté.

-No Señor Bieber, ha llegado de imprevisto.

-Oh bien. ¿Quién es esa persona? -Pregunté y la puerta se abrió en segundos.

-Soy yo, Justin. ¿Me recuerdas? -Mierda, mierda y más mierda.

Infertility ➵ j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora