nueve

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Juliet's Point Of View.

Me levanté de la cama extrañada de no ver a Justin y lo busqué en el baño, pero tampoco estaba allí. Quizá ya se había levantado, faltaba poco para el mediodía, dormí muchísimo porque me había dormido tarde, toda la situación esta de la adopción me tiene sin poder dormir.

Salí del dormitorio y bajé, pero Justin no estaba en la sala, caminé hacia la cocina y tampoco estaba. ¿Dónde se había metido? En el jardín tampoco estaba, sino lo vería por la ventana.

-¡Justin! -Lo llamé, pero no obtuve respuesta de su parte.

Subí a mi habitación nuevamente y tomé mi celular, no había ningún registro de llamadas ni había mensajes. Cuando dejé el celular nuevamente en la mesa de noche, noté que había algo escrito en el anotador de allí.

Sonreí con ternura al terminar de leer la nota y dejé el anotador en su lugar. Mi esposo era la persona más atenta y amorosa que había conocido, me encantaba como se preocupaba por nuestra familia, no me gustaría perderlo, él era la persona más importante en mi vida. Cosas como estas hacen que lo ame cada día más.

Ahora estaba nerviosa por la respuesta con la que vendría Justin. No iba a poder soportar si no nos daban a Christopher, yo ya estaba muy emocionada con la idea de ser su madre, para mí, él ya era mi hijo.

Salí de la habitación y bajé nuevamente a la cocina, tenía que pensar en prepararle algo especial para comer a Justin. Él se preocupaba mucho por mí, yo lo haría por él, tenía que devolverle los favores.

{...}

Una hora después, oí como la puerta de entrada se abría y se cerraba. Rápidamente supe que era Justin, así dejé el cucharón en la encimera y caminé hacia la sala para recibirlo. Su cara era de felicidad absoluta, por lo que presentía que venía con una buena noticia.

-Hola mi amor. -Saludé y caminé rápidamente hacia él para abrazarlo por la cintura.

-Hola mi bebé. -Me rodeó con sus brazos y besó mis labios.

-¿Cómo estás? -Pregunté mirando el brillo de felicidad que había en sus ojos.

-Muy bien. -Besó mi nariz.

-Yo quería ir contigo al orfanato bebé.

-No, no quería que te angustiaras. -Negó.

-Pero siempre te tienes que angustias tú solo amor, eso no está bien.

-Eso no importa. Ahora no hay nada por qué angustiarnos. -Sonrió ampliamente y mi pecho se infló al verlo así.

-¿Buena noticia? -Pregunté.

-Sin duda. -Asintió.

-¡Habla! -Dije emocionada y él soltó una carcajada.

-Está todo arreglado, en un mes o menos, seremos padres. -Dijo y coloqué mis manos en mi boca para reprimir un grito.

-Esa es una muy buena noticia. -Dije feliz.

-Lo sé. -Asintió y me besó.

-Estaba haciendo la comida. -Dije cuando nos separamos después de unos segundos. -Si seguimos aquí, se me quemará.

-Vamos, te ayudaré. -Dijo tomando mi mano y negué.

-No, la haré yo. Tú te has preocupado mucho en ir al orfanato, tú te mereces estar tranquilo.

-No bebé, no quiero estar tranquilo. -Negó. -Quiero ayudarte a cocinar, quiero hacer todo contigo. -Dijo  y besó mi frente.

Maldición, que melosos enamorados que eramos los dos.

-Bien. -Respondí y caminamos a la cocina.

-¿Qué estabas cocinando amor? -Preguntó y caminó al refrigerador para tomar un refresco.

-Tu comida favorita. -Le sonreí y él aplaudió.

-¿Espaguetis a la bolognesa? -Preguntó y asentí. -¡Bien! -Festejó elevando los brazos y solté una carcajada.

Creo que cuando Christopher llegue a casa, no sabré diferenciar si él es el niño o Justin.

{...}

-Esto está buenísimo amor. -Dijo Justin mientras dejaba los cubiertos en el plato. Me miró y me dedicó una gran sonrisa. -Como siempre, te ha salido genial.

-Gracias amor. -Bajé la cabeza sonrojada. Mi esposo siempre ha tenido este efecto en mí, por más que nos conociéramos muy profundamente y esas cosas, nunca iba a dejar de intimidarme cuando me miraba.

-No hay de qué princesa. -Sonrió y tomó mi mano por encima de la mesa. -¿Sabes que estaría bien que hagamos? -Preguntó.

-No amor, no sé. -Acaricié su mano con mi pulgar.

-Ir a comprar ropa para el niño. -Dijo y abrí mis ojos sorprendida.

-¡Maldición, lo había olvidado! -Exclamé.

-No te preocupes amor, aún nos quedan unas semanas. Pero podemos empezar a ir y comprar mucho. -Dijo y asentí.

Maldición, se me ha bajado el ánimo un poco. ¿Qué pasaba si estaba por llegar el día y yo aún sin comprarle ropa? Si he empezado así desde ahora, no me imagino la madre que seré en un futuro. Si no fuera por Justin, creo que no me iba a acordar de eso, por eso pienso, siempre voy a pensar y no me voy a cansar de decir que Justin será un padre espectacular.

Infertility ➵ j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora