Infertility ➵ j.b

diecinueve

Juliet's Point of View.

Me volteé en la cama encontrándome con la musculosa y sensual espalda de mi marido. Maldición, era todo un Dios Griego. Habíamos quedado muy cansados después de la calurosa noche que tuvimos y dudo que Justin vaya a despertarse ahora. Por suerte Justin todavía hoy entraba un poco más tarde, luego del almuerzo. Eran las 09:15a.m, y yo tampoco tenía ganas de levantarme, pero tenía que hacerlo para preparar el desayuno de Christopher.

Me levanté de la cama y me coloqué mis bragas junto con un pantalón de chandál, arriba tenía la remera de Justin, así estaría bien para andar por casa. Besé el cuello de Justin y salí de la habitación directo a la del niño, lo despertaría ahora, no quería estár sola.

Me acerqué a su cama, donde dormía tranquilamente abrazado de su peluche y estaba tapado hasta un poco más arriba de los codos, era un pequeño amor. Me senté a su lado y acaricié lentamente su cabello.

-Bebé. -Susurré en su oído y él se removió. -Es hora de levantarse e ir a desayunar. -Dije y él abrió un poco sus ojos.

-No quiero mami. -Gruñó.

-¿Me quieres ayudar a preparar el desayuno? -Pregunté y besé su frente.

-Sí. -Asintió y pasó su brazo por encima de mis piernas. Acaricié su brazo y volví a besarlo. Quería comreme a besos a mi hijo.

-Entonces vamos pequeño, y luego vamos a despertar a papá. -Dije y él soltó una carcajada.

-Bien. -Dijo y se estiró para luego levantarse. -Buenos días mami. -Besó mi mejilla y sonreí.

-Buenos días pequeño. -Respondí y me levanté de la cama.

Le coloqué sus pantuflas y una campera antes de salir de la habitación, hacía frío. Tomé su mano y salimos de la habitación para bajar hacia la cocina, necesitaba comer, estaba hambrienta.

-¿Qué quieres desayunar pequeño? -Pregunté.

-Chocolatada caliente. -Respondió sonriente y sonreí.

Saqué todo lo que necesitaba para hacer el desayuno para los tres y comencé a prepararlo.

-¿Puedes colocar las galletas en el plato? -Pregunté pasándole tres paquetes de oreos y un plato.

-Sí. -Asintió y comenzó a abrirlos. Yo seguí con mi trabajo.

Unos minutos después, coloqué la chocolatada, una taza de té y una taza de café en una bandeja junto con unas tortadas y mermeladas. Desayunaríamos en la cama con Justin.

-¿Iremos a tu habitación? -Preguntó emocionado.

-Así es, despertaremos a papá. -Sonreí y tomé con cuidado la bandeja. -¿Puedes tomar el plato de galletitas y caminar delante mío para abrirme la puerta?

-Sí mami. -Respondió y comenzó a caminar seguido por mí, yo iba lento, no quería tirar nada.

Cuando llegué a la habitación, el niño ya estaba adentro queriendo despertar a Justin. Estaba acostado sobre su espalda y le hacía cosquillas a los costados, haciendo que Justin se removiera.

-Papá, levántate. -Se quejó.

-Christopher. -Gruñó Justin y enterró más la cabeza en la almohada. Parecía un adolescente que no quería ir al colegio.

-Hijo, no tenías que despertarlo así. -Dije riendo y dejé la bandeja en una punta de la cama.

Me acerqué a Christopher y lo tomé para sacarlo de la espalda de Justin, sentándolo al lado, Justin se dio vuelta quedando boca arriba y rió. Se refregó los ojos y se rió. Se sentó en la cama y besó la cabeza de Christopher para luego besar mis labios.

-Buenos días. -Saludó con voz ronca y mis bragas se derritieron.

Se veía tierno y sensual a la vez con el cabello despeinado, la voz ronca y el torso desnudo. Presumía con orgullo a mi marido.

-Buenos días amor. -Respondí y me senté a su lado en la cama.

-¿Cómo han dormido? -Preguntó y acercó la bandeja al medio.

-Bien, hasta que mamá me despertó. -Bromeó Chris y tomó de su chocolatada.

-A mi favor, no quería preparar el desayuno sola. -Dije elevando mis brazos y Justin rió.

-Me podrías haber despertado a mí pequeña. -Dijo y besó mi mejilla.

-No, tú estás cansado. -Dije y le guiñé un ojo.

-Oh sí. -Rió y tomó una tostada para luego untarla con mermelada.

Me estiré para tomar mi celular y reí al ver que todavía seguían los chocolates allí. Tendría que quitarlos rápido antes de que el niño quisiera comerlos.

-¿A que hora te irás a trabajar amor? -Pregunté y tomé de mi té.

-A la una de la tarde bebé. -Respondió y tomó una oreo para mojarla en la chocolatada de Christopher.

-¡Papá! -Se quejó.

-Lo siento hijo, no me pude resistir. -Rió y despeinó el cabello del niño.

-Malo. -Hizo un morro y solté una carcajada. Era un amor.

-No soy malo pequeño, solo tengo hambre. -Dijo Justin. -¿Quieres que papá tenga hambre? -Preguntó Justin y reí.

-No papá. -Dijo y tomó el plato con galletas para tendérselo a Justin. -Come.

-No pequeño. -Respondió Justin y soltó una carcajada. -Solo estaba bromeando, come tú. -Dijo y le guiñó un ojo.

Maldición, la relación que tenían me volvía loca. La relación entre padre e hijo que tenían era la mejor.

{...}

Estábamos almorzando afuera con Justin y Christopher, el día estaba muy bonito, así que Justin nos trajo a comer a un restaurante. Luego de aquí Justin se iría a trabajar y yo me iría con el niño al parque, cuando los días estaban así me daban ganas de estar todo el tiempo afuera.

-Esto está riquísimo. -Dijo Christopher y reí al ver su boca manchada con salsa.

Habíamos pedido pasta, nos escantaba comer eso. Justin tomó una servilleta y lo limpió lentamente. Él sin duda era un gran padre, todo el miedo que tenía antes de que el niño llegara, se había esfumado. Sabía que yo tenía razón cuando decía que iba a ser un padre genial.

-Es verdad, están muy buenos. -Dije y limpié muy boca.

-Esto te lo mereces por tu regalo de anoche. -Dijo Justin en voz baja y me sonrojé.

-Cállate. -Golpeé su pierna por debajo de la mesa y él soltó una carcajada.

-No tengo ganas de callarme, señora Bieber. -Respondió y lamió sus labios para quitar la salsa que tenía en ellos. Yo quería hacer eso.

-Bien, señor Bie... -No pude terminar ya que alguien colocó su mano en mi hombro, interrumpiéndome.

-¡Juliet! -Exclamó la persona que tenía su mano en mi hombro y me volteé rápidamete asustada.

Oh por Dios, no podía ser él.

-Evan. -Dije sin poder creerlo. No era bueno que él esté aquí, maldición, no quería verlo.

-¿Quién es él Juliet? -Preguntó Justin al ver mi sorpresa.

-Justin, él es Evan, mi ex novio. -Dije y tragué saliva.

Maldecí al ver su rostro y el gesto raro que hizo con su boca, sabía que esto iba a terminar mal.