Bajo la lluvia || Jerrie Thirlwards

Capítulo 6.

Jade:

Respira Jade, respira. 

Me encontraba caminando hacia la casa de mi querida amiga, Perrie. Debía admitir que estaba nerviosa, el hecho de que iba a estar sola con ella en su casa hace que tenga un horrible nudo en mi estómago. Paré en seco inmediatamente preguntas vinieron, golpeaban mi mente como un martillo ¿qué tal si vive con su madre? o ¿con su hermano? o  ¿qué tal si tiene pareja? no no, ella nunca ha mencionado que tenga pareja. Dejé de preguntarme cosas sin sentido y me concentré en el camino. Verdaderamente yo no sabía donde vivía Perrie así que estaba siendo guiada por pequeño papel que tenía escrito en el su dirección, agradezco al profesor por entregármelo, por contrario estaría posiblemente perdida y quejándome de todo.

Frente a mi se encontraba un gran edificio con estructura hecha de ladrillos aunque se veía realmente moderno. Tenía unas mesetas con lindas plantas fuera y un ambiente cómodo lo rodeaba.

Paré delante de una gran puerta doble de vidrio. Hice un par de señas hasta que la chica de la recepción levantó la vista y al verme presionó un botón dejando que la puerta fuera abierta, la empujé y me precipité a caminar hacia ella. Me encontré con una recepción bastante grande, hasta más grande que la del apartamento en donde yo vivo.

- Um..hola ¿disculpe?- dije a la señora de lentes detrás del mostrador.

- Hola querida,- sonrió- bienvenida ¿necesita algo?

- Sí..de hecho- le devolví la sonrisa- ¿podría decirme la habitación de Perrie Edwards?

 - Con mucho gusto- alzó una de sus cejas- ¿usted es algo de la señorita Edwards?- tragué saliva.

- N..no b..bueno..- balbuce.

- ¡Ah! ya entiendo, ustedes son pareja- me sonrojé, ella sonrió- enseguida le digo la habitación- tecleó algo en su computadora y luego volvió su mirada hacia mi- habitación 502, piso 3- le dí las gracias y caminé hacia el elevador, que para mi suerte se encontraba vacío.

Presioné el piso 3 tal como me había indicado la recepcionista. Recordé lo que dijo ¿Perrie y yo pareja? reí. Cuando las puertas del elevador se abrieron caminé hacia la habitación 502.

Una vez que estuve en frente de la puerta golpee suavemente.

- ¿Perrie estás ahí?- grité- tal vez no está en casa- susurré para mi misma- de todas formas le dejaré el trabajo cerca para cuando llegue. El problema es ¿cómo puedo entrar?- puse un dedo en mi barbilla para pensar. Miré por todos lados en busca de algo o alguien que me pueda ayudar. Mi vista cayó en un señor que venía con un carro gigante supongo que era el limpiador o algo, puse ambos dedos en mi boca y chiflé. Él se volteó enseguida.

Gracias papá por el truco.

- Hola señorita- me dedicó un cálida sonrisa- ¿necesita algo?

- Sí, vera..- tragué saliva- me he dejado las llaves dentro y pues no puedo entrar, ya sabe; con esto de los trabajos escolares estoy un poco distraída- mentí- me preguntaba si tiene..uhm una llave de repuesto.

- Claro que sí señorita. Cosas como estas suceden siempre, así que dueño ordenó que cada piso tenga su llave de repuesto para evitar problemas- sacó de su pantalón una llave y me la tendió- aquí tiene, que tenga un buen día- saludó y se fue.

- ¡Gracias, me ha salvado! bien- coloqué la llave en la cerradura y abrí- ¿Perrie?- llamé. Al no recibir respuesta decidí adentrarme más aunque quedase como una total intrusa. Recorrí un poco encontrándome con una cocina, una sala y al final dando con un baño. Al entrar mi corazón se detuvo. Se encontraba tendida en el suelo con una botella de lo que parecía ser..¿alcohol?- ¡Perrie!- me acerqué hacia ella.

- H..Hola Jade- balbuceó con una sonrisa- ¿haz venido a verme?- hipo. 

A qué si no.

- ¡Tch! ¡Mira en el estado en el que te encuentras Pezza!- le recriminé mientras trataba de llevarla a su habitación- ¿dónde está tu habitación? ¿um?

- Amo cuando me llamas así jeje- reí- por allá- levantó su brazo señalando un pasillo largo. Bufé.

Reuní todas mis fuerzas para conseguir arrastrarla. Con mucho esfuerzo llegamos hasta su habitación, una vez allí ella se tumbó en la cama.

- Yo..sólo vine a traerte la tarea- dije luego de un buen rato- descansa- estaba dispuesta a marcharme pero su mano tomó mi brazo impidiéndome salir.

- N..no t..te vayas- consiguió decir en un susurro. Se veía tan vulnerable, con sus mejillas sonrojadas.

- Está bien, me quedo. Pero sólo un poco ¿entendido?- ella asintió; nos quedamos en un silencio que extrañamente no era incómodo. Yo disfrutaba de observarla, tan tranquila, con el rostro sonrosado.

- Jade..- sacudí mi cabeza volviendo al mundo real.

- ¿Mmh?

- ¿A ti..mmh..a ti te gusta Niall?- abrí mis ojos. ¿Me gustaba Niall? Definitivamente él era una persona adorable, atractiva, con una gran personalidad y muy tierna, pero ¿me gustaba? No estaba absolutamente segura.

- No..- dije dudosa.

- ¿No..? Ah- rió.

- ¿Por qué la pregunta?- curioseé

- Digamos que es porque me gustas y no quiero que nadie se te acerque- mis ojos casi se salen de órbita, me atraganté con mi propia saliva. ¿Había oído bien? ¿Perrie acababa de decir que le gusto? No no no, no lo creo.

 Pero dicen que los niños y los borrachos nunca mienten, ¿será verdad?

- ¿Q..Qué?- logré decir luego unos minutos de silencio de mi parte.

- Que me gustas, Jade- por primera vez me miró a los ojos. Su mirada penetrante hacía que mi cuerpo se estremeciera. 

Hola. Verdaderamente no sé cómo funcionan los edificios en Los Ángeles por lo que me basé en la estructura de uno donde vive mi amiga jeje. Disculpen mi ignorancia.

Si encuentran alguna falta lo siento. De todas maneras la historia está en proceso de edición, espero les guste.

OJ.