*NARRA ALLAN*
"Terminamos!"
Esas palabras resuenan cada vez en mi cabeza, no lo creo, no puedo aceptar simplemente algo así de fácil. E intentado muchas veces hablar con el pero nada, no me responde el teléfono, no me dejan entrar en su casa, nada! No se que hacer... Me siento perdido... Abandonado... No lo comprendo, esa actitud suya tan de repente... Suspiro angustiado, estoy acostado en mi cama desde hace unas horas, des de que EL se fue... No e salido de aquí para nada, mi hermano ya estuvo mucho tiempo enfrente de la puerta exigiéndome que le abra pero no tengo gana de hablar con nadie solo quiero estar aquí en la oscuridad, tirado en mi cama, uniendo mi cara en la almohada... pensando en como paso todo...
*FLASH BACK*
Había recién salido de la ducha, estaba mui cansado y ya era hora de cenar, pero antes de eso me vestí y me tire en mi cama para respirar un poco. Mi hermano menor a los 5 minutos después vino a llamarme, baje y me senté en la mesa con mis padres a comer. Todo estaba mui bien, hablábamos de cosas estúpidas, cosas que todavía no me interesaban, la empresa de mi padre que algún día yo tendré que heredar. Ni había bien acabado de comer que me llego un mensaje, sin que mis padres se dieran cuenta mire de quien era y cuando vi que era de mi lindo y querido novio no dudé en leerlo de una. Me sorprendí por lo corto y frío que sonaba ese mensaje: "Estoy en el parque, ven a por mi..." Eso era todo lo que decía ese mensaje, claro me preocupe de una así que deje mi comida a un lado y me disculpé con mis padres. Cogí mi caro, yéndome lo más rápido que podía asía ese parque, lo peor era que estaba lloviendo a truenos, como estaba el afuera a estas horas y en plena lluvia?, me pregunta.
Cuando por fin llegue al parque no lo vi en ningún lado, lo busque y lo requebusque pero no lo encontraba, ya me estaba preocupando. Ya estaba empapado de agua, lo último que se me vino a la cabeza es llamarlo pero no me respondía hasta que casi me di por vencido y lo vi en el fondo sentado en un banco con las piernas frente a su pecho y los brazos rodeándolos. Corrí asía el y le abrace, le pregunte que le había pasado y porque estaba aquí pero no me decía nada de nada. Me senté al lado de el, su rostro lucía triste y perdido, estaba empapado y su ropa estaba pegada a su cuerpo, No me miraba solo miraba al vacío. Las gotas de la lluvia bajaban por mis mechones, solo lo miraba, no sabía que hacer, nunca lo había visto de esa manera. De repente el bajó sus piernas del banco y se paró frente a mi, me miro con esos ojos que parecían llorar y me dijo:
- Me puedo quedar en tu casa por hoy?
- Claro... Vámonos te vas a resfriar si sigues aquí, le dije abrazándolo por la espalda y llevándolo a mi coche.
Sentía como temblaba en mis brazos así que cuando estuvo en el caro busque una chaqueta que tenía en el cofre.
- Quítate esa blusa y ponte esto para que no te enfermes...
- Gracias..., eso fueron las únicas palabras que dijo.
Entre al caro conduciendo a casa, Damián no decía nada, era un silencio insoportable. No sabía que decir, y el no quería hablar así que mejor no dije nada. Llegamos a mi casa por las 11 de la noche, mis padres ya deben de estar durmiendo, entramos sin hacer el menor ruido para ir a mi cuarto. Una vez dentro le busque unas ropas a Damián y se las pase, el se las puso de una, tenía su cuerpo helado y seguía temblando. Yo también me cambie de ropa para ponerme ropa de dormir.
- No tienes hambre?, le pregunto después de tanto silencio.
- No ya comí..., me respondió pero sin mirarme a la cara.
Eso me preocupaba mucho así que no dudé en preguntarle:
- Damián, que te pasa? Estas demasiado raro. Paso algo con tu hermano?
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Era una venganza! (EDITANDO HISTORIA)
AcciónLa familia Cavalcanti es la familia más poderosa y temida en todos los países, cuando sus hijos Zack y Damián tenían 5 y 6 años ellos decidieron irse de Italia y mudarse a Japón para no poner a sus hijos en peligro. Los dos hermanos no saben que son...