Capitulo 2

241 16 0
                                    

  Capítulo 2

Llegamos al edificio en cuestión de minutos. Jimmy aparcó cerca de la entrada y me siguió hasta dentro.

- Hola Voony – saludé a la secretaria.
- Hola Samantha, Hola ...-
- James – se presentó mi amigo.
- Hola James – sonrió Voony.
- ¿Está mi padre?- pregunté.
- Se supone que llegará como en cinco minutos, pero sube a esperarlo... - me dijo amable.
- Está bien – sonreí. – vamos Jimmy. - Mi amigo avanzó unos pasos y Voony me habló.
- _____- me hizo una seña para que me acercara, me dijo al oído.
- A tu padre no le agradan tus novios, ¿lo olvidas? – rió.
- Es mi amigo Voony, cierra la boca – le murmuré.
- Es lindo, ¿es soltero?- preguntó.
- Sucia, es menor que tú... - susurré.
- Para estas cosas no hay edad – bromeó.
- Olvídalo –reí. Seguí a James quien esperaba fuera del ascensor.

Subimos hasta el quinceavo piso. Ahí estaba la oficina de papá.
Todos me saludaban contentos, eran como mis "amigos" los conocía de pequeña. Entré a la oficina y me senté en la silla de papá, amaba esa silla era muy cómoda, Jimmy se sentó frente a mí. Puse los pies sobre la mesa.

- Esto es vida... - reí. Jimmy solo sonrió.
- Oigan – nos interrumpió un chico entrando a la oficina muy insolente. Era alto, de lindas facciones, cabello lacio. Usaba un traje que le calzaba a la perfección. Nunca lo había visto antes. Alcé la vista para mantener contacto visual con sus profundos ojos verdes. – no deberían estar aquí, ¿quién los dejó entrar? – preguntó molesto.
- Veamos cariño – le respondí muy molesta, ¿qué se cree? – yo hago lo que se me pega la gana aquí, por algo soy la hija del jefe – lo apunté con el dedo haciendo un movimiento de cabeza que hizo a Jimmy soltar una risita.
- ¿Samantha? – preguntó el chico, sorprendido.
- Así es cariño, ¿tú quién eres? – le dije.
- Vaya que has crecido – rió.
- ¿Qué cómo te llamas? – le repetí, él tenía los ojos abiertos mirándome de los pies a la cabeza.
- Zachary Baker, ¿no me recuerdas? – preguntó – hace cuanto que no te veía aquí, ya no vienes... - dijo acercándose. – tú debes ser su novio, un gusto – le alzó la mano a Jimmy, él la apretó algo confundido.
- No soy su novio – musitó Jimmy riendo. Revoleé los ojos. ¿por qué todos pensaba que era mi novio?.
- ¿Se supone que debo recordarte Zachary? – le dije al chico.
- Supongo, trabajo aquí desde los diecinueve – rió. Moví la cabeza negando.
- No, ni idea de quién eres – dije seria. – ahora vete... - le hice una señal con la mano para que saliera de ahí.
- De acuerdo – rió dejándonos a Jimmy y a mí solos.
- ¿Qué fue eso? – rió mi amigo. Moví la cabeza.
- Un insolente e ignorante que no sabe quién soy –
- Tú no sabías quién era él tampoco, así que si hablamos de ignorantes, me parece que no es el único – bromeó Jimmy, solté una risa fingida y llegó mi papá. Bajé los pies de la mesa de golpe.
- Papi – corrí a abrazarlo. Me miró asustado, yo no iba a su oficina a menos que me estuviera muriendo.
- ¿Samantha qué haces aquí? O más bien ¿qué hace Sullivan aquí? – lo miró con desagrado, Jimmy sonrió inocente.
- Me acompaña- dije. Acomodando la silla para que mi padre se sentara.
- Bien ¿qué quieres? – me dijo.
- Tú dijiste que necesito un empleo – me senté al lado de Jimmy – y al genio de mi amigo se le ocurrió la mejor idea de todas.
- Me sorprende de James que piense – dijo mi padre. Gruñí – sin ofender James.
- No importa – dijo Sullivan triste. Palpé su hombro, que vergüenza mi papá.
- Bueno el punto es que, quiero pedirte empleo aquí, de lo que sea – sonreí.
- SULLIVAN deberías dejar que mi hija piense por sí misma, de seguro se le ocurrirían cosas más coherentes – dijo mi padre arreglando unos papeles. Jimmy lo miró ofendido y se largó.
- Espérame afuera – le dije.
- ¿Por qué eres tan cruel con él? ... no te ha hecho nada malo – me quejé cuando Jimmy ya no estaba.
- No me agrada cariño – me dijo papá. Fruncí el ceño
- Deberías preocuparte por que tus empleados no me falten el respeto como lo hizo el tal Zakeri Bokers – bufé.
- ¿Zakeri?... ¿querrás decir Zachary? – rió mi padre.
- Como sea, es decir, a Jimmy se ocurre algo brillante y lo insultas – me quejé.
- Lo siento – dijo – y ¿qué te hizo Zacky? –
- Casi me hecha a patadas pues no me conocía – musité.
- No te reconocía querrás decir –
- No he cambiado tanto – reí – ¿cuánto tiempo lleva aquí?
- Seis años – dijo mi padre.
- Con razón... vaya que ha pasado tiempo – reí. – ¿me darás el empleo o no? – reiteré haciendo un puchero.
- La idea era que te lo ganaras – me dijo.
- Pero eso quiero hacer, dame empleo de lo que sea – supliqué.
- Bien... necesito un asistente –
- ¿No tienes uno? – reí.
- Zacky es mi mano derecha pero no puede solo – dijo. Revoleé los ojos.
- ¿Tendría que trabajar con ese? – reclamé.
- Eso o nada – canturreó. Resoplé.
- Bien, acepto – dije rendida.
- Contratada, y bienvenida a Disqueras Platinium señorita Jefferson – sonrió mi padre.
- No es gracioso – moví la cabeza.
- Lo es – rió – suerte y dile a James que lo siento mucho – dijo
- Bien, ¿cuando empiezo? – pregunté.
- Mañana – sonrió.
- Gracias papi, adiós –
- Adiós cariño –

Salí de ahí y vi como el tal Zakeri hablaba con Jimmy. Me acerqué revoleando los ojos. Y tomé a mi amigo del brazo.

- Ya vamos Sullivan – le dije. – hasta luego Zakeri – bufé
- Es Zachary – me corrigió
- Es lo mismo cariño solo cambian un par de letras – gruñí.
- Hasta Luego Samantha- sonrió divertido. Tenía una sonrisa muy linda, sacudí la cabeza.
- Adiós Zacky – dijo Jimmy.
- Espero verte pronto Jimmy – sonrió gustoso ese "Zacky". Nos subimos al ascensor y hable-
- No deberías hablarle a ese – me quejé – viste como me trató.
- No eres su jefa, y es mayor que tú – rió Jimmy. – además dice que estás hecha una mujer y que eres muy bonita – bufó Sullivan.
- Qué asco, ahora tendré que trabajar con él – gruñí
- Hey, es más agradable que tu padre, y no me parece que sea malo trabajar con él – musitó Jimmy moviendo la cabeza.
- A todo esto, mi padre dice que siente haberte insultado – dije suspirando.
- La verdad es que no me importa mucho lo que diga tu padre, me subestima... - dijo cruzándose de brazos.
- Vaya has estado haciendo ejercicio Jimmy, que brazos – lo miré sorprendida.
- ¿Ahora te das cuenta? – rió ofendido. Toqué su brazo.
- Wow – reí – con razón traes locas a las chicas – me burlé, salimos del ascensor y le hice un gesto a Voony en señal de que me iba.
- Adiós...- suspiró Ella – Hey James – lo llamó. Jimmy frunció el ceño confundido
- ¿Yo? – preguntó acercándose, me apoyé en la puerta de salida. Maldita pervertida.
- Ya Jimmy, vamos – le grité. Él hablaba con Voony.
- Adiós – dijo Jimmy mirando embobado a la secretaria. Revoleé los ojos. Abrí la puerta y salimos de ahí.
- Dame las llaves – le dije.
- No, yo quiero conducir – hizo un puchero. Reí.
- Quieres impresionar a Voony más bien – abrí la puerta del copiloto rendida. – está bien Jimmy, conduce tú.
- De qué hablas... solo me pidió mi número – se sonrojó encendiendo el coche.
- Tonterías, es una pervertida y profanadora de cuna – reí, colocando con orgullo mis gafas sobre mi nariz. Jimmy arrancó.
- Yo diría que está muy buena – dijo  – además tiene veintitrés años – se encogió de hombros.
- Y tú diecisiete – lo empujé.
- No hay edad para estas cosas – bufó.
- Si la hay, yo no saldría con alguien seis años mayor – bufé.
- No claro que no, pero saldrías con alguien ocho años mayor – me guiñó un ojo.
- ¿De qué hablas? –
- No soy tonto, vi como mirabas a "Zakeri" – se burló. Lo golpeé.
- No digas boberías Sullivan, o a la siguiente vez manejo yo – me crucé de brazos.
- ¿Por qué te enojas? – rió. Revoleé lo ojos – no te enojarías a no ser que te guste – movió las cejas. Molestándome.
- Pff – bufé – ¿ese? ¿Gustarme a mí?... por favor es un creído, viste como entró a la oficina sin ningún respeto – dije nerviosa.
- No te debe respeto – Jimmy movió la cabeza.
- Sabes, no quiero discutir contigo, te invito un café... dobla aquí y vamos a Starbucks – le sonreí. Él encogió los hombros divertidamente resignado.
- Como usted ordene señorita Jefferson – se burló.


Luego de tomarnos ese rico café, Jimmy condujo hasta su casa, ahí él me pasó las llaves y yo pude irme a la mía.

Me sentía bastante conforme con lo del trabajo. Lo malo era que prácticamente yo era la asistente de un asistente. Por no decir otra cosa  

Eres tu, Solo tu -Zacky V.- [Adaptacion]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora