Eres tu, Solo tu -Zacky V.- [Adaptacion]

Capitulo 3

  Esa noche mi padre llegó más tarde de lo usual a casa. Y como siempre yo estaba con Betty. Mi nana.
Mi padre estaba algo molesto, ya que ni cenó conmigo. Eso me hacía sentir mal. A lo mejor yo estaba haciendo algo incorrecto y él se enojaba, quizás yo era la razón por la cual él era tan infeliz. No se sentía conforme conmigo.

Le demostraría que yo podía hacer el trabajo mil veces mejor que Zakeri o Zachary, como se llame.

A la mañana siguiente mi padre salió tan rápido que ni me dijo 'buenos días' o algo... solo se fue.
Eso me desanimaba mucho. Me hacía sentir del asco.

Conduje hasta la escuela. Donde Jimmy me recibió con un abrazo.
- Buenos días- musitó.
- ¿Qué tienen de buenos? – pregunté caminando delante de él.
- Que es un nuevo día... que comienzas a trabajar, que me prestaras el coche – sonrió. Moví la cabeza mientras soltaba una risa burlona.
- Solo una de esas cosas es buena Jimmy– le dije mientras abría mi casillero.
- Hola Sam - dijo Kim.
- Hola Kimy – la saludé-
- Yo también existo – se bufó Liam.
- Cómo sea James – dijo Kim. Sacamos nuestras cosas de ahí y nos fuimos a clases.

La primera clase era ciencias. Como odiaba ciencias...
Recibí una bola de papel en la cabeza... esto era cosa de todos los días.

"Cómo te fue con lo del empleo" – Era de Val, había entrado tarde a clase y se había sentado lejos. La miré para hacerla saber que había recibido el mensaje.

"Bien... supongo" – respondí lanzando el papel. Me llegó en menos de un minuto.

"¿Supones?" – decía. Golpeé mi bolígrafo en la mesa, despacio. Para planear que escribir...

"Mi padre está de mal humor, pero de todas formas me dio el empleo... y tengo que trabajar con un creído irrespetuoso empleado de papá" – respondí.

- Pueden formar parejas para el proyecto, rápido – dijo el maestro. Me di la vuelta para mirar a Val, pero ya estaba de pareja con Kim... fruncí los labios.
- Sam, ¿quieres ser mi pareja? – preguntó mi compañero Brooks.
- Está bien – me resigné. El nerd de la clase... al menos tendría una buena calificación sin esforzarme mucho.

Dani me lanzó el papel otra vez.
"Lo de tu padre pasará... ¿¡¿¡pero qué diablos!?!? ¿A que te refieres? ¿Te faltó el respeto?... ¿no sabe quién eres?"

Reí para mis adentros... él sabía muy bien quién era yo... pero parecía no impórtale en lo absoluto. Me hizo enfurecer pensar en eso... y más en pensar que mi padre lo amaba.

"Sabe quién soy... pero no le importa" – le lancé el papel.

La miré, ella tenía las cejas alzadas y se reía.

"Y... ¿está bueno?" – me escribió. Revoleé los ojos.

"tienes que estar bromeando... es mayor" – le lancé el papel.

"No hay edad para estas cosas" – respondió. Tomé una gran bocanada de aire, arrugué el papel en mis manos y me levanté para tirarlo al tacho de la basura.

Sonó la campana y salí de ahí muy apresurada. Tenía jaqueca y necesitaba un café. Yo era adicta al buen café. Y en mi escuela había una máquina "Starbucks" en la mitad del pasillo. Amaba eso de mi escuela.

Luego de unas tediosas cinco clases, salí de ahí. Directo a mi auto en el aparcamiento de la escuela.

- ¡¡¡Samantha!!! – me gritaron, me volteé y era mi mejor amigo. Le sonreí.
- ¡¡¡No te prestaré el coche!!! – reí abriendo la puerta del piloto.
- Oh vamos... tendré que caminar a casa si no lo haces – hizo un adorable puchero.
- Oh Jimmy.... Me vuelves loca – dije cambiándome de asiento al del copiloto. Él solo sonrió tomando las llaves y subiéndose para conducir hasta su casa.
- ¿No almorzaste hoy? – preguntó-
- No tuve tiempo, acelera quiero llegar a la disquera y comer algo allá – reclamé. Arrancó el auto.
- A que no adivinas quién me llamó anoche – sonrió triunfante.
- ¿Voony? – reí.
- Wow eres buena – se rió.
- Lo sé – saqué la lengua. – era más que obvio, la pobrecita se babea al verte James – reí.
- Já-já- rió molesto.

Llegamos a su casa y me pasó las llaves. Antes de entrar me gritó que le mandara saludos a Voony, y acepté ya que quería ayudarlo.

Me dirigí al "Trabajo". No estaba realmente de ánimos. Pero debía pagar mi condenado carro.
Estacioné y entré al enorme edificio. Saludé a Voony.
- ¿Qué tal sucia pervertida? – reí. Ella me miró divertida.
- No es tanta la diferencia, no me molestes – me dijo.
- Tienes veintitrés ... él es un bebé, tiene mi edad – le reclamé.
- ¿Y qué? ¿Te gusta? – preguntó.
- No, pero es como mi hermanito menor al que debo cuidar de las pervertidas – le dije. Ella rió.
- No seas tonta – me dijo.
- Te manda saludos... creo que le gustas – mencioné.
- ¿Me mandó saludos? – suspiró – es un encanto... -
- Cuidado – le dije
- Ve a trabajar, colega –
- Bien – gruñí yendo al ascensor.

Llegué a la oficina de mi padre. Era la primera vez que me detenía a pensar cuan importante mi padre era en la industria de la música. Era dueño de una disquera importantísima.
Vi por la puerta de vidrio que estaba hablando por teléfono, parecía molesto.

- Hola – dijo alguien a mis espaldas.
- Oh... Zakeri, me asustaste – le dije.
- Es Zachary... - sonrió – no es tan difícil –
- Como sea – volví la vista a mi padre.
- Oye... ven tienes que trabajar... - me dijo él. Lo miré ceñuda.
- ¿Qué?
- Tu padre me puso a cargo de ti la primera semana, así que ven conmigo. – me dijo caminando por el pasillo. Lo seguí.
- Hola Sami- me decían todos, yo saludaba con la mano y una sonrisa pues no conocía del todo sus nombres.
- Mira – me dijo Zachary al lado de una mesa con papeles – organiza esto por fecha – apuntó la pila de papeles.
- Son muchas –
- Quieres tu carro ¿o no? – alzó una ceja. Resoplé.
- Todo sea por mi auto – me senté a organizar esa pila de hojas.

Eran pedidos... esto era grandioso, mi tarde se iría organizando pedidos.