Capitulo 35.

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Llegué a la disquera y corrí hasta la oficina de Alex. Tenía que escucharme y responder mis preguntas; porque le gustara o no, yo era su hija y las decisiones se toman en familia.

Me paré frente al escritorio de Alelí y aclaré mi garganta para llamar su atención. Me fulminó con la mirada antes de dar un cínico saludo.

- Señorita Jefferson - sonrió - ¿Se le ofrece algo? - no sé en qué momento se me hizo tan detestable esta chica. Antes me caía mejor que otras empleadas de papá, pero desde que supe que tenía un interés en Zachary, a pesar de saber lo que pasaba entre nosotros, la odié.
- Quiero ver a Alex - me crucé de brazos.
- El Sr. Jefferson está ocupado - hizo una mueca.
- ¿Y a mí qué?
- Está con alguien...
- ¿Con quién?
- No estoy segura, se llama Janice Anderson - revisó la computadora - no estoy segura de lo que hace aquí... metro sesenta, cabello rubio, ojos pardos... unos cuarenta años.
- Janice... no me suena - murmuré - ¿Sabes cuánto se quedará?
- Llegó hace como una hora, no sé qué tanto hacen ahí - soltó una carcajada. Yo fruncí el ceño.
- Estaré en mi oficina, me llamas cuando esté desocupado - ordené.
- Oh, espera - me dijo, sacó algo de su cartera y me lo dio. Era un sobre muy elegante, con diseños en color crudo. Parecía una invitación de bodas.
- ¿Le das esto a Zachary de mi parte? - sonrió.
- Sr. Baker, Alelí, para ti es Sr. Baker- aclaré. Ella revoleó los ojos. Metí la carta en mi bolso.
- Ah, olvidaba que tú tienes otros privilegios con él - bajó la voz - y puedes llamarlo por su nombre de pila, entre otras cosas... - alzó ambas cejas. Apreté los puños y contuve el impulso de golpearla en la nariz.
- Escúchame una cosa - me acerqué - aléjate de él - pronuncié cada palabra con un matiz muy cruel - porque no le gustas... - susurré - él cree que eres una hueca, poco interesante... - me volteé para salir de ahí.
- Eres una niña - gritó desde su escritorio - ten en cuenta eso - la secretaria que estaba a su lado nos quedó mirando asustada. Les dediqué una sonrisa a ambas y me subí al elevador.

Llegué a mi piso y me acomodé tras mi escritorio. Zachary salió de la oficina de inmediato.

- Hola linda - se acercó hasta tomar mi mentón y levantarlo para depositar un suave beso en mis labios. Suspiré.
- Hola - miré mi bolso y saqué el sobre de Alelí - Dawson te envía esto - hice una mueca.
- ¿Qué es? - miró la carta entre sus manos.
- Lo que sea que llegue a ser... no aceptes - pedí. Él sonrió.
- Que celosa eres, me encanta eso - se sentó en el escritorio y abrió el sobre sin ningún cuidado, lo que me sacó una sonrisa. Sacó del sobre dos cartas, una de ellas escritas a mano - "Nicholas, espero que aceptes ir conmigo, sería una pena asistir yo sola a la boda de mi hermana Rosie. Con cariño, Alelí Dawson" - leyó con el ceño fruncido y dejó la carta escrita a mano en la mesa. Alelí tenía linda letra... Zachary se aclaró la garganta y leyó la otra carta - "Ha sido usted cordialmente invitado a la celebración de amor de Rosie Dawson y Vicent Jacobs, que tendrá lugar el siguiente día cuatro de enero en la Iglesia Central Pentecostal. La fiesta después de la ceremonia se llevará a cabo el mismo día a las diez de la noche en el salón de eventos del casino Weyx. Esperando que acepte nuestra invitación, le enviamos un afectuoso saludo. Rosie y Vicent" - zachary soltó un suspiro. - No me gustan las bodas - comentó volviendo a meter ambas cartas al sobre. Me lanzó una mirada cómplice. Ahora ya entendía por qué no le gustaban las bodas, de seguro pensaba en sophie.
- ¿Cómo fue? - se me escapó la pregunta de los labios sin pasar antes por la parte permisiva de mi cerebro. Él sonrió.
- ¿Cómo fue qué?
- Tu boda...
- Fue algo... - miró a un costado y soltó una risita - algo pequeño, no invitamos a muchas personas.
- ¿Dónde fue la celebración?
- En el casino Weyx - dijo entre dientes mientras inspiraba sonoramente.
- Ya veo - me puse de pie y le di un abrazo. Besé su mejilla - está bien - él tenía los ojos cerrados, reprimiendo, seguramente, un recuerdo - no quise que te pusieras así, lo siento, no debí preguntar...
- No, no es tu culpa - sonrió y me miró con los ojos vidriosos - tienes derecho a saber esa clase de cosas acerca de mí...- asintió.
- ¿Irás?
- No creo... no tengo ganas de comprar un regalo a una pareja que no conozco.
- Si vas, está bien... mientras no beses a Alelí - alcé una ceja y él rió.
- No la besaré, tranquila - rodeó mi cintura con sus brazos y me besó.

El teléfono del escritorio comenzó a sonar. Me separé de Zachary y contesté. Era Halley, la otra secretaria de papá.

- Alelí me pidió que te dijera que tu padre se desocupó - musitó amablemente.
- Gracias Halley - corté.

Miré a Zachary con cariño y acaricié su rostro. Era tan suave.

- Debo ir a hablar con Alex.
- Tienes suerte, anda con un ánimo buenísimo... - sonrió - creo que encontró novia.
- Lo mataré - gruñí.
- Debes dejarlo...
- Es que...- ya me iba a alterar. Contuve mis ganas de largarme a llorar, porque no soportaba la idea de que Alex tuviese novia. Era mamá, o nadie. Y como mamá no estaba, se queda con la opción dos, nadie - no importa, te veo al rato.

Llegué a la oficina de mi padre, estaba de muy buen humor como había dicho Zacky. Me recibió con un abrazo. Muy raro en él.

- Cielo - dijo - ¿vienes por tu paga?
- No exactamente - me senté frente a su escritorio.
- Ya ha pasado un mes desde que trabajas aquí - sacó la chequera.
- No me había dado cuenta...
- Detalles... - se encogió de hombros - ten... - me pasó el cheque con seiscientos dólares. Jugoso.
- Papá, venía a preguntarte algo... más bien - no sabía por dónde empezar.
- Dime - me prestó atención.
- ¿Con quién estabas en la oficina?
- ¿Qué?
- Ya oíste, ¿Quién es Janice? - pregunté. Noté cómo se tensaba y me dedicó una sonrisa, muy falsa.
- Janice... verás, es una amiga - afirmó.
- ¿Con esa amiga saliste a cenar anoche?
- Sam...
- Responde.
- Sí, con ella - aceptó - ¿Qué hay de malo?
- ¿Por qué no me dijiste que tenías una cita?
- Te dije que saldría hija...
- ¿Pero una cita? - solté una carcajada de frustración - no es justo que no avises.
- No quería preocuparte... Y además Janice es una buena mujer, te agradará...
- No me digas - me crucé de brazos - ¿Por qué escondes cosas?
- Tú también lo haces y no me quejo, me gusta que tengas privacidad... - rebatió. Tensé la mandíbula.
- No quiero conocerla.
- Muy tarde... hoy cenaremos los tres en casa - avisó.
- Estás demente - reclamé.
- Ten más respeto conmigo Samantha, ya está dicho, cenará en casa.
- No quiero cenar con ella, y es el cumpleaños de Jimmy, iba a invitarlo a cenar en Middleton...
- Llévalo a cenar a casa entonces, Betty prepara mejor comida que en Middleton - gruñó -no me molesta que Jimmyvenga, y no creo que a Janice le moleste.
- Es que no entiendes, no quiero que salgas con ella... - soné suplicante.
- No la conoces... - negó con la cabeza.
- No quiero que salgas con nadie - mi voz se quebró.
- Samantha, no te pongas así cielo - pidió.
- ¿Ya olvidaste a mamá? ¿Es eso? ¿Por eso tienes citas? - cayó una lágrima por mi mejilla y mi papá se cubrió la cara con ambas manos - responde - gruñí - la olvidaste, ¿No es cierto?
- Sam, cálmate... vamos a casa - se puso de pie.
- ¡NO! - me puse de pie también - no hasta que respondas...
- Hablaremos en casa - repitió.
- ¡GRACIAS ALEX! - grité.

Me volteé y salí de ahí con lágrimas en los ojos. Subí al elevador, que alcanzó a cerrar sus puertas antes de que papá entrara también. Llegué a mi piso, Zachary estaba todavía ahí, lo ignoré y tomé mi bolso, mientras ocultaba mi rostro.

- ¿Qué pasó? - dijo asustado - ¿Estás bien?
- Sam - mi padre había subido por las escaleras - hija escúchame...
- sueltame - reclamé cuando tomó mi brazo. Zachary se quedó boquiabierto y volví a entrar en el elevador.

Llegué abajo y salí corriendo por mi carro. Comencé a conducir más rápido de lo que normalmente conducía. Las lágrimas caían unas tras otras mientras esquivaba autos, me pasé un rojo, y ni siquiera sabía a donde mi dirigía. Entre sollozos y lágrimas cayendo por mi mejilla, perdí el control del coche. Vi cómo tenía una muralla en frente y oí cómo las personas en la calle gritaron. Escuché el rechinido de los neumáticos y sentí que moriría. Me cubrí la cara con ambos brazos y todo se volvió asquerosamente oscuro.

Perdon por tardar. :)

Eres tu, Solo tu -Zacky V.- [Adaptacion]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora