Capitulo 34

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El resto de la semana fue especialmente emocionante. No podía creer lo que estaba pasando, lo bien que todo iba y lo mucho que me gustaba estar con Zachary.
Para empezar, durante la semana, la disquera se llenó de contratistas, hubo varias conferencias, reuniones y todos estábamos muy atareados. Lamentablemente no pasé mucho tiempo en la oficina con Zachary, pero era mejor; las miradas cómplices que nos lanzábamos, compensaban todo. Aquellos roces de manos cuando nos pasábamos papeles importantes o carpetas, pequeños empujones, guiños y esas cosas me hacían soltar miles de suspiros.

El miércoles, justo antes de la hora de salida del trabajo, Zachary y yo nos encerramos en su oficina, bajo varios riesgos. Eso lo hacía mucho más adrenalínico.

- Hey – reí – basta – solté varias carcajadas – me haces cosquillas... - me faltaba el aire. Yo me encontraba sentada en sus piernas. Me tenía rodeada con ambos brazos, hablando cosas en mi oído, de paso rozaba mi cuello con sus labios y me hacía cosquillas – Zacky, ya basta...
- De acuerdo – frunció el ceño y miró su reloj – ya es hora de irnos... ¿Mañana salgamos?
- ¿Salir? ¿Sabías que eso implica ir a la calle donde todos pueden vernos?
- Lo olvidaba, ¿Salgamos de noche? – me miró pícaro. Yo negué con la cabeza.
- El viernes tengo escuela y mañana es el cumpleaños de Jimmy– fruncí los labios - ¿Qué puedo regalarle?
- ¿Qué le gusta?
- Le gusta secuestrar mi coche y le gustan las hamburguesas con queso...
- Pues vayan por hamburguesas en tu coche – rió. Me puse de pie.
- Pensando así nunca conquistarás a nadie – me burlé. Me volteé para salir por aquella puerta y en ese instante mi padre entró en la oficina.

Agradecí al Cielo el haberme puesto de pie y haber estado vestida en ese momento. Disimulé muy bien.

- Papá, iba a bajar a buscarte, Jimmy tiene mi carro y quería irme contigo – mentí. Jimmy sí tenía mi carro, pero pasaría por mí.
- Querida lo siento, voy saliendo a una cena - sonrió – Quizá Zachary te haga el favor y te lleva.
- ¿A dónde vas? – pregunté.
- A una cena...
- ¿Con quién? – me ignoró por completo y me rodeó para caminar hasta Zacky.
- Cierra cuando te vayas – le lanzó un juego de llaves – Nos vemos más tarde cielo – me dijo con una palmadita en la espalada. Salió corriendo del lugar. Me volví a mirar a Zacky.
- ¿Crees que tenga una cita amorosa? – hice una mueca. La idea no me caía bien, es más, me hacía sentir nauseas. No soportaba aquello. Mi padre no podía salir con nadie, porque yo decía que no.
- ¿Y qué hay de malo con eso? – rió él tomando su saco para salir de ahí conmigo. Me encogí de hombros. No quería hablar de eso.

Salimos al aparcamiento, estaba helando y me daba la impresión de que Jimmy no pasaría por mí. Así que le pedí a Zachary que me llevara a casa.

Caminamos hasta su carro negro y abrí la puerta del copiloto, una voz nos detuvo a ambos. Una voz femenina.

- Hasta mañana Zackt– Alelí Dawson, la secretaria de papá. Apreté ambos puños. Zachary se volteó.
- Adiós Alelí – Hizo una seña con la mano y abrió la puerta del coche.
- Zacky – lo detuvo otra vez. Yo todavía no entraba al auto. Estaba quieta, conteniendo mis ganas de gritarle que se alejara. Zacky se volvió hacia ella otra vez - ¿Estás libre mañana en la noche? –
- Estoy ocupado toda la semana – él hizo una mueca – lo siento – se metió al auto.

<<Bien hecho Zacky>>

Alelí se quedó mirando mientras Zachary encendía el motor.

- Hasta mañana Samantha - dijo por último. Yo sonreí y me metí al coche. Una vez dentro le sonreí a Zachary.
- Le mentiste – reí mientras arrancaba – eres adorable...
- Sí, le mentí, porque no quiero salir con ella, es muy... hueca – hizo una mueca graciosa – me gustan las chicas más interesantes, con las que puedes hablar... - se encogió de hombros y me lanzó una mirada divertida.
- Tomaste otro camino – me quejé de brazos cruzados - ¿Por qué vas hacia el boulevard?
- Quiero hacer algo antes de llevarte a casa – se encogió de hombros una vez más.
- ¿Qué cosa? – inquirí. Él negó con la cabeza.
- Ya verás...
- Pero...
- Calla – rió – ya verás...

Guardé silencio. No sacaba nada con seguir preguntando porque era obvio que no me diría nada. Me dediqué a mirar la costa mientras él conducía. Cuando caí en que él ya había estacionado el auto muy cerca de la playa, como la última vez.

Nos bajamos y comenzamos a caminar hasta la orilla. Había una brisa muy fuerte así que él me cubrió con sus brazos hasta llegar a las rocas donde estaban las iniciales de sus padres.

- ¿Qué hacemos aquí? Ya habíamos venido antes Zacky– dije mientras él inspeccionaba la roca con la mirada.
- Inmortaliza el amor – dijo en un susurro.
- ¿De qué hablas?
- Las iniciales...
- Sí, ya me lo habías dicho...

Sacó del bolsillo interior de su chaqueta una mini lata de pintura en spray. La agitó y me dedicó una dulce sonrisa.

- No lo hagas – reí. Él me guiñó un ojo y se relamió el labio.

Ignoró mi comentario y dibujó un corazón con pintura blanca. Era más grande que el que habían dibujado sus padres. Yo no dejaba de sonreír. Después puso nuestras iniciales. "S + Z"
Guardó la lata de Spray me volteó a mirarme.

- ¿Qué te parece?
- Eres cursi – fruncí los labios. Él rió.
- Y tú eres una niña, pero yo no me quejo – me abrazó fuertemente hasta levantarme. Empezó a dar vueltas.

<<No sabes cuánto te amo Zachary>>

- Ya basta – reí. Me bajó pero sus brazos seguían aprisionándome en un abrazo del que no quería salir. Suspiré.
- Te amo Samantha - juntó su frente con la mía. Cerré los ojos.
- Yo también te amo – mordí mi labio.

Al llegar a casa intenté mantenerme despierta para interrogar a Alex a su llegada pero me dio medianoche y no hubo caso, no llegó. En la mañana partió antes que yo y no tuve tiempo de preguntarle sobre su "cena".

Cuando llegué a la escuela, corrí al casillero de Jimmy para hacer dos cosas.
• Desearle un feliz cumpleaños.
• Golpearlo por no devolver el carro.

- Sullivan – me lancé a abrazarlo – feliz cumpleaños bobo, espero que cumplas millones de años más – planté un beso en su mejilla.
- Me ahogo – se quejó.
- Lo siento – lo solté y le sonreí.
- No importa, gracias por recordarlo, Kim y Val no me han dicho ni hola – frunció el ceño – enserio no me quieren – concluyó.
- No digas tonterías, de seguro tienen algo preparado –

<<Más les vale>>
- Eso espero – cerró el casillero.
- Y otra cosa – sonreí – la siguiente vez que no me entregues mi coche de vuelta, te estaré esperando en el cementerio con una tumba lista para ti – golpeé su brazo.
- Lo siento, me retrasé con mi cita – hizo una mueca de dolor.
- Excusas – negué con la cabeza.
- Pero te perdono porque estás muy grande – besé su mejilla.   

Eres tu, Solo tu -Zacky V.- [Adaptacion]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora