Capitulo 10

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  Le envié un mensaje a James para que no llegara por la puerta delantera. Después de una pelea con Alex, lo que menos quería era que Jimmy se viese involucrado también.
A las once un punto golpearon mi ventana; Jimmy solía entrar por ella, escalaba el árbol del patio y se sentaba en el alfeizar de la ventana.
Lo dejé entrar. A penas me vio me dio un fuerte abrazo. Y se sentó en mi cama.

- ¿Cómo estuvo tu cita? – pregunté. Él me miró ceñudo.
- No te diré hasta que me digas qué te ha pasado, tienes los ojos raros... ¿Estuviste llorando? – gruñó en voz baja. Negué con la cabeza.
- Jimmy, dime como estuvo tu cita...- golpeé su brazo. Él resopló...
- Estuvo excelente – sonrió contento – ella es adorable, una mujer increíble... -
- Me alegro... - lo abracé.
- ¿Qué sucede contigo? ¿Volvió tu padre? – preguntó mirándome fijo.
- Sí... pero no es exactamente por eso que estoy así... verás... Zachary y yo... hicimos una escena nada correcta para la oficina. Y Meaghan , una de las secretarias de mi padre nos vio en pleno... beso loco – hice una mueca. Jimmy abrió los ojos como platos.
- No pierdes tu tiempo – rió – pero no entiendo por qué esa cara...
- Es que no es correcto... él es un hombre de veinticinco, y yo tengo diecisiete, Jimmy, mi padre me matará – susurré. Él hizo una mueca.
- Pues no le digas – sugirió
- No pensaba decirle... pero ¿y si se entera?
- No lo hará, tu querido Zakeri no es tan tonto como para decirle – rió él – de seguro aprecia su empleo y esto le costará eso y una orden de restricción por meterse con una menor de edad.
- ¿ves que es complicado? – gruñí – hasta es ilegal –
- No... si no pasan a segunda base... no es ilegal – me empujó levemente – a menos que quieras pasar a segunda base con él... lo que sería arriesgado Sam-
- ¿Cómo crees? No soy tan estúpida – reclamé – además jamás tendría relaciones con él, es un creído... solo está jugando conmigo, es todo – espeté.
- ¿Eso te dijo? –
- Me dijo que le gusto pero que no le importa si a mi me gusta él o no – hice una mueca – es confuso... pero es jodidamente sexy – gruñí.
- De veras te gusta – aseguró – arriésgate.
- Es que no sé a lo que está jugando, no quiero salir herida – musité mirando el piso.
- Sam, si no te arriesgas jamás sabrás si vale la pena – me aconsejó él – Porque no pones algo de psicología inversa en el juego... has como si no pasara nada un día, y al otro te le coges y lo dejas seco de tantos besos – rió él.
- Jimmy – reclamé golpeándolo otra vez.- no digas tonterías, menso – gruñí.
- Ay Samantha, no seas una amargada, diviértete un poco, según yo eres la reina de la diversión... das las mejores fiestas y toda la escuela te conoce por eso... - se encogió de hombros.
- Tienes razón, soy joven debería divertirme un poco – reí nerviosa...
- Ahora ve a tu fiesta, despéjate un poco y tienes todo el fin de semana para pensar un poco en qué harás con tu querido Zakeri...
- Es Zachary – gruñí en voz baja.
- Bueno, Zakeri será nuestro nombre clave para que no sepan de qué hablamos – guiñó un ojos.
- Tonto, mi padre ya sabe que lo llamo así – resoplé.
- Bien, Zachary entonces, le quitas la emoción al juego- me molestó.
- Gracias Jimmy – lo abracé.
- No hay de qué chiquita – besó mi frente.


Salimos juntos a la fiesta porque insistí en que me acompañara. Era más divertido con él. Y además Jimmy era sobre protector en las fiestas y eso era bueno cuando no quería acercarme a ningún chico y él estaba ahí para cuidar de mí.
Sigo sin entender por qué mi padre lo detesta tanto. Si Jimmy es todo un amor.

Llegamos al pub donde celebrarían el cumpleaños de un primo de Val. Allá me encontré con las chicas.
Kim llevaba puesto un vestido diminuto y tacones altos. Estaba muy maquillada. La verdad es que le encanta mostrar piel, pero se veía linda, estaba al borde de que la llamaran perra, pero no cruzaba esa línea, sabía mantener el estilo sin verse como una callejera.
Val usaba unos pantalones negros apretados y una blusa brillante. Se veía muy linda.

Abrazamos a las chicas y las saludamos por sobre la música del pub. Era un lugar algo oscuro con luces de colores parpadeantes, había un Dj, el lugar no era inmenso pero era razonable para unas trescientas personas. Había chicos y chicas de la escuela conversando y bailando en la pista, gente en la barra.

- ¿Me acompañas? – le sonreí a Jimmy para ir a la barra, él sonrió y me tomé de su brazo para no perdernos entre la multitud.
- ¿Qué quieres? Yo invito – me gritó por sobre el ensordecedor volumen de la música.
- Una cerveza – besé su mejilla para agradecer. Salimos de ahí con dos cervezas. Bailamos juntos un rato.

Jimmy sabía hacerme olvidar los malos ratos con su innato sentido del humor y sus bailes descoordinados y cosas locas que suele hacer.

- Voy al baño – articuló ya que no podía escucharlo. Puse el pulgar en alto y se perdió entre la gente. Me fui con Kim y Val que hablaban con chicos ultra guapos...
- Hola – me dijo uno... Kim sonrió...
- Es mi amiga Samantha, él es Jonathan – me presentó.
- Un gusto – grité por sobre la música. Él tomó mi mano y le dio un beso. Reí a carcajadas.
- El gusto es mío – guiñó un ojo. Sentí que alguien me volteaba bruscamente y me encontré con la cara de Jimmy, tenía los ojos abiertos como si hubiese visto un fantasma.
- ¿Qué sucede? – pregunté. Él tragó saliva...
- Zacky está aquí – me dijo al oído. Abrí la boca asombrada. ¿Qué hacía Zacky en una fiesta de adolescentes?
- ¿Cómo que aquí? ¿De qué hablas? – grité asustada alejándonos de el grupo. La gente pegaba codazos al bailar y pisotones fuertes. Comencé marearme.
- Estaba en el baño... de hecho me saludó – hizo una mueca...
- ¿Te preguntó por mí? – se me escapó. Él sonrió.
- Sí, lo hizo... le dije que estabas por ahí con tus amigas – se encogió de hombros.
- Quiero irme – refunfuñe – no quiero verlo.
- No seas infantil Sam, aprovecha que están fuera de la oficina – movió las cejas.
- ¿olvidas todo lo que te dije? – lo golpeé en el brazo.
- Lo siento – hizo un puchero – pero no tiene nada de malo que hablen... -
- Es un hombre adulto en una fiesta de niños – me quejé
- Ahora somos niños, claro – se cruzó de brazos. – cuando te conviene – rió.
- Jimmy, no es gracioso... - se me aceleró el pulso – ay no... ahí viene – tomé la muñeca de Jimmy y la apreté un poco. Entonces Zachary llegó a nosotros con una sonrisa y tres latas de cerveza. Le ofreció una a Jimmy. Éste aceptó.
- Hola Samantha - me dijo. Era tan cambiante que me asustaba...
- Hola – sonreí.
- ¿quieres? – me entregó la lata. Se veía hermoso, repito, hermoso. Era jodidamente sexy. El típico Click casi me desarma la cabeza de lo fuerte que sonó al verlo. Venía con jeans y una camisa casual. El cabello despeinado y una sonrisa radiante digna de un príncipe.
- Estás dándole alcohol a una menor, eh? – reí. Él se puso colorado y me entregó la lata.
- No te hagas la santa –me dijo en el oído. Pasé de no querer verlo a querer comérmelo a besos.
- Yo me voy... Kim me está llamando – Jimmy apuntó el grupo de las chicas y salió disparado entre la multitud. Dejándonos solos.
- No me dijiste que aquí era la fiesta – gritó él para que lograra oír.
- ¿Debía decírtelo? – sonreí. Y ahora me encontraba coqueteando. Estúpidas cervezas que me calientan la sangre.
- Bueno pues...- rió – es una gran coincidencia que nos encontremos... es el cumpleaños del hermano menor de un viejo amigo – se encogió de hombros. – vine por cortesía...
- Que bien – tomé un trago de la cerveza.
- Ya no estás enojada ¿O sí? – preguntó. Oh, cierto, nuestra escena de la tarde... negué con la cabeza. Bueno, estaba molesta y confundida pero el alcohol me alteraba un poco los sentidos y me sentía eufórica.
- Ya ni me acuerdo de lo que pasó – reí. Él tomó un trago de su cerveza.
- Ya me está aburriendo esta fiesta... ¿No quieres salir un rato? – me preguntó. Debo admitir que vi la doble intención en sus ojos pero acepté de todos modos.

Salimos del pub. Afuera estaba helando y se escuchaba el zumbido de la música proveniente del local. Estaba oscuro, eran casi la una y media de la madrugada. Sentía un leve hormigueo en el estómago... traté de no hacer caso.
Zachary y yo caminamos casi una cuadra en silencio. Él se deshizo de su lata y yo también, la dejé en el tacho de la basura de la esquina de la calle.

- Es una linda noche – comentó mirando el cielo.
- Así es – suspiré.
- Hay un parque a dos cuadras... ¿Te gustaría ir? – preguntó.

<<PERO CLARO QUE SÍ. ME ENCANTARÍA... >> pensé. Pero de mis labios salió un tímido "Sí". 


ay ♥  

Eres tu, Solo tu -Zacky V.- [Adaptacion]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora