Me pesaba inmensamente todo. Como si me hubiese molido en una mega trituradora. Los parpados los tenía pegados a los ojos y sentía una leve punzada en la cabeza. Pero al menos sentía algo y eso era una buena señal.
- Me desespera que no despierte – la voz se escuchaba amortiguada y lejana pero familiar – no sabes cuánto la extraño – era Jimmy.
Hice un esfuerzo sobrehumano por abrir los parpados y decirle que estaba escuchando. Pero no podía.
- Entiendo – esta vez fue Zacky. Una oleada de emoción me recorrió el cuerpo y abrí los ojos. La visión era borrosa pero se fue haciendo nítida con el paso de unos segundos.
- Sam- ese fue Joaco.
- Oh por la Santísima Madre, Samantha, ¿Cómo estás? – la cara de James quedó sobre la mía, tenía una gran sonrisa y los ojos llenos de ilusión. Hice otro esfuerzo por hablar.
- Hola – musité con la voz tremendamente débil.
- Gracias al Cielo – Zachary soltó un suspiro, y se acercó como Jimmy, traía a Joacoen sus brazos – Una semana... vaya fue horrible esperar tanto – soltó una risa.
- ¿Una semana? – intenté incorporarme, y lo logré con la ayuda de mi mejor amigo. Estaba en una sala de hospital.
- Pues ocho días en realidad, no me creerás, pero mañana es noche buena – soltó una risa y me dio un ramito de flores rosadas.
- Gracias... Jimmy, tu cumpleaños, lo siento tanto, iba a invitarte a cenar y no...
- Tranquila – me dijo – no importa, me lo compensas luego, lo importante es que no fue tan grave. Un par de rasguños por el vidrio, pero estás entera y sana...
- Tu padre tuvo un pre infarto – informó Zacky– yo casi, pero tenía que mantenerme consciente mientras veníamos al hospital.
- No recuerdo nada, ¿Dónde está papá ahora?
- En la sala de espera, con... bueno, su novia – hizo una mueca.
- Debe sentirse horrible, tengo que disculparme... con él – traté de salirme de la cama pero ambos me lo impidieron.
- Yo lo llamaré – dijo Jimmy– y me tardaré unos diez minutos, para que conversen – guiñó un ojo – vamos Joaco– cargó al niño en sus brazos – iremos por galletas...
- Galletas chocolate – rió Joaco. Salieron de ahí.
- Se llevan bien – sonreí. Zachary se sentó a mi lado y acarició mi rostro.
- Aprendieron a conocerse durante la semana – soltó una risa – no sabes cuan preocupado me tenías... - suspiró – creí que habías muerto, o que quedarías con secuelas... y llevas una semana inconsciente, yo estaba por volverme loco.
- Fue una estupidez, tengo que aprender a comportarme, fui tan tonta... estaba enojada y llorando, perdí el control de auto, no recuerdo nada más...
- Te estampaste contra una muralla Sam, el carro quedó hecho trizas – hizo una mueca – y quedaste atrapada, suerte que llevabas el cinturón o hubieses salido disparada contra la pared.
- Dime que no dañé a nadie... - se me quebró la voz.
- No, las personas que lo presenciaron alcanzaron a correr...
- Qué suerte – solté un suspiro y llevé una mano a mi cara, tenía un corte en la mejilla – mi cara...
- Es solo un rasguño, por los vidrios; mírate los brazos – tomó mi brazo derecho. Estaba lleno de cortes y venditas. Me sentí muy mal – sigues siendo hermosa, tranquila – colocó su frente contra la mía. Respiré su perfume y su aliento mentolado.Se acercó lo suficiente como para presionar sus labios contra los míos. Pero escuchamos que venía alguien y Zachary se puso de pie en un segundo. Intenté controlar mi respiración y mi pulso en lo que Alex y una mujer entraban en la habitación.
Venían de la mano. Papá tenía los ojos con un brillo particular, y ella también. Era baja, delgada, rubia, de unos cuarenta. Era... bonita. Sentí que se me apretaba el pecho. Quería correr y que nadie me siguiera, pero no me dejarían siquiera poner un pie fuera de la cama.
Zachary se tensó y se aclaró la garganta.- Iré... - apuntó afuera – con Jimmy– dijo finalmente mientras cerraba la puerta tras él.
Papá se acercó sin decir nada, soltó a Janice de la mano y me abrazó muy fuerte. De hecho me dolió un poco, pero no quería soltarlo, quería decirle que yo era la única mujer que podía estar en su vida, y que Janice debía irse de inmediato, pero de haberlo hecho habría roto más de un corazón, habría roto tres.
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Eres tu, Solo tu -Zacky V.- [Adaptacion]
Fanfic"Quiero una historia de amor" reclamó Samantha Jefferson a su madre. La pequeña Sam solo tenía nueve años. Su madre rió con dulzura. "Llegará, a su tiempo" dijo su madre. Tratando de animarla. "Ahora ve a jugar". Le dijo. "¿Cuándo será tiempo?" P...