Capítulo 15

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- No puedo creer que me hagas hacer esto.

Vistiendo con una camisa blanca de mangas largas acomodada debajo sus vaqueros oscuros ajustados, una corbata negra fina que le llegaba a la cadera justo antes de tocar la hebilla de su cinturón, una chaqueta oscura y sus botas, Tōshirō llamó a la puerta de la casa de la familia Kurosaki después de haber caminado desde su departamento – suponiendo que no daría una buena impresión al llegar en motocicleta. Acomodó su cabello nervioso al tiempo que la puerta de abría para dejar mostrar a una muchacha de la misma altura y tamaño que Karin pero con un cabello castaño atado en dos coletas, una de ellas con un broche de una fresa, y unos ojos de color canela resaltados por un fijador de pestañas y sus labios brillosos. A diferencia de su hermana, ella vestía de una forma adorable y femenina que se evidenciaba por el vestido rosa pastel sin mangas, ajustado a la cintura y que caía con soltura en la parte de la falda, adornado por puntillas y algunos botones. Encima, tenía un delantal blanco.

- ¡Tōshirō-chan! ¡Oyasumi! – lo saludó con una enorme sonrisa, llevando sus dos manos a sus espaldas para ocultar la cuchara de madera que tenía en una de ellas.

- Oyasumi, Yuzu.

No ha cambiado para nada, pensó al recordar a la misma niña dulce y entusiasta que era en el pasado.

- Pasa, pasa, Karin está terminando de vestirse.

- Arigatō.

Cruzó el umbral de la entrada acompañado por Yuzu para encontrarse con Ichigō sentado en el sofá de la sala mirando televisión, quien lo saludó con un seco asentimiento de cabeza. Buen comienzo. Por el otro lado, Isshin se acercó a él con una sonrisa en el rostro y tomó su mano en un fuerte apretón que dejó sus dedos latentes.

- Es bueno volver a verte, Hitsugaya-kun.

- Lo mismo digo, señor.

- ¿Por qué no tomas asiento hasta que la cena esté lista?

- Hai.

Viendo que le ofrecía un lugar en un sofá individual, Tōshirō se sentó y vio que el hombre se acomodaba cerca de él, todavía con la misma sonrisa en sus labios.

- Cuéntame sobre qué has hecho durante este tiempo que estuviste lejos. Escuché que todavía no has terminado la secundaria, ¿es eso cierto?

- ¡Otō-san! – exclamó la voz de Yuzu desde la cocina.

- Es sólo una pregunta. No te molesta, ¿verdad, Hitsugaya-kun?

- Īe, señor, no me molesta – admitió él, entendiendo que debía de tratarse de una curiosidad razonable -. De hecho es cierto, este es mi último año.

- ¿Cuál fue el problema?

- Demasiadas distracciones, señor.

Isshin lo miró fijamente al escuchar esa respuesta.

- ¿Estás trabajando?

- Hai, trabajo en un taller de mecánica.

- Tienes suerte de no tener que pagar cuentas para poder usar el dinero que ganas en lo que sea que quieras.

- Estoy viviendo solo.

- ¡¿Solo?!

Antes de que el hombre pudiera seguir hablando, vio cómo una mano pequeña se colocaba sobre la cabeza del aludido y el rostro de Karin aparecía a su lado con una expresión molesta.

- Voy a golpearte si sigues entrevistándolo.

- ¿No dejarás que tu padre se preocupe por el estilo de vida que tienen tus amigos?

El Dragón de Hielo [HitsuKarin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora