30.

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MOMENTOS QUE TRASCIENDEN.

Capítulo 30. "Hay probabilidad de que ocurran cosas inesperadas en cada segundo de nuestra frágil existencia. Y esas, por lo regular, suelen ser las más significativas."

- ¡Mi amor! -Habló mi madre con tanta rapidez que casi no logro entenderla, después se acercó a mí y me regaló un cálido abrazo, sentí como sus manos acariciaban mi cabello-

- Vamos, mamá. Harás que rompa en llanto. -Ella se separó de mi, limpiándose las lágrimas-

- Lo siento cariño. Es que... no puedo creer que estés a punto de casarte hoy.

- Thomas me hace muy feliz, y sé que es la persona indicada, de eso no hay ninguna duda.

Sonreí y me paré frente al espejo, visualicé una vez más mi vestido que era realmente hermoso, en esos momentos no pude sentirme más satisfecha que nunca, de verdad había valido tantos meses de espera para que se acomodará perfectamente a mi cintura.

- ¡Mamá! -Escuché unos gritos provenientes de la otra habitación-

- ¡Tommy! ¿Qué te he dicho sobre no estar corriendo así? -Apareció la madre de Thomas, la señora Ava. Al parecer, le había sentado bien eso de ser abuela-

- Oh. Está precioso. -Corrí para tomarlo entre mis brazos, Tommy era idéntico a Thomas de pequeño, ya que bastantes rasgos físicos suyos tenían cierta similaridad con los de él-

- Insistía en venir a verte, no pude evitarlo, esté niño corré demasiado rápido. -Lo señaló- Se parece a esos chicos que salen en las películas de Correr o Morir, pobres actores.

- Descuide, él estará bien conmigo. ¿Verdad? -Lo cuestioné y me sorprendí por lo rápido que habían transcurrido cinco años-

- Bien, iré a la cocina para terminar de ver los preparativos. -Anunció la señora Ava desde la puerta-

- ¿Dónde está papá ahora? -Preguntó Tommy-

Reí torpemente y él me miró extrañado, ¿Cómo habría sido su despedida de soltero? Sus amigos y mi hermano y Louis lo habían organizado todo, honestamente no quería ni siquiera imaginar la locura que habría sido.

- Lo más probable es que él también esté arreglándose.

- Luces muy bonita, mamá. -Se acerco a mí y me dio un beso en la mejilla, escuchar esas palabras provocó en mi un gran sentimiento de aprecio, inexplicable-

- Gracias. Te quiero muchísimo, mi pequeño Tommy.

- Wow. Mi hija se ha convertido en una bella princesa. -Dijo mi padre, al entrar en la habitación-

Traté de sonreír a pesar de los nervios que invadían todo mi cuerpo, miré a mi padre y me sonrió alegremente.

- Ya es hora. -Tomé de su mano y juntos, comenzamos a caminar-

Tragué saliva y fue entonces cuando mis ojos se dirigieron a los de Thomas, era un gran hombre, un chico tan valiente y persistente a pesar de todo. Estaba segura de que estar con él, haría que mi vida estuviera llena de alegría, miré al sacerdote, miré a la iglesia... A los invitados, incluso a Louis. Quién no paraba de hacerme señas que en un determinado momento no lograba entender, pero que después empezaron a cobrar sentido.

Thomas apartó mi velo, me miró a los ojos y en ese momento deduje que seríamos felices no para siempre, sino para toda una eternidad.

Cuando la ceremonia concluyó, Thomas me susurró al oído que tenía una gran sorpresa para mí, inmediatamente supuse que se trataría de la luna de miel, pero era mucho más que eso.

- Tendrás que obedecer a mis ordenes. -Tragué salive y asentí en su dirección-

Entonces el cubrió mis ojos con un pañuelo y sentí que ambos entrabamos a un auto. Cuando el carro se detuvo, Thomas me ayudo a que bajará con delicadeza, y me adentró en un lugar desconocido.

- Cuidado. Aquí hay un escalón. -Dijo previniendo mi caída-

- ¿Ya falta poco? -Los nervios se volvían a hacer presentes, otra vez-

- Listo. -Desató el pañuelo de mis ojos-

- ¡Es perfecta! -Dije feliz y muy agradecida, Thomas había comprado una casa para nosotros, para nuestra familia-

- Es con todo mi amor. Tommy, tú y yo viviremos aquí.

- Dios, es hermosa. -Dije y después me encaminé a abrir la ventana que daba hacia un campo muy bello, lleno de flores de todos tipos-

- Desde el momento en que te conocí, supe que nuestra historia sería muy diferente.

- Pero también sabíamos que a pesar de todas las adversidades por las que tuvimos que pasar, siempre estaríamos esperándonos.

- Siempre estaremos juntos verdad, pequeña Katherine?

- Siempre es un tiempo muy corto.

- Para toda la eternidad. Estaré esperando por ti.

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Waiting for you | Thomas SangsterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora