Capítulo 26. No sé, pero a veces creo que a las estrellas les gusta cuando les hablo de ti.
- ¿Así que le pedirás matrimonio? -preguntó con incredulidad, Louis-
- Supongo que es lo correcto. Ella me necesita. -Afirmó Thomas, aquel par de amigos, se encontraban entablando una conversación armónicamente en el reconfortante sofá de terciopelo-
- El bebé también te necesita. -Louis hizo mención de uno de los motivos más importantes, quizá el único-
- Así es. Y entenderás que precisamente por esas razones, no puedo dejarlos desprotegidos. Tengo que asumir mi responsabilidad.
- Últimamente empiezo a creer que ese golpe te hizo recapacitar. -El castaño señaló hacia su labio, aún se encontraba un poco morado, pero Thomas no sentía ningún dolor-
- Respecto a eso, sé que la mayoría del tiempo me he comportado como un inmaduro y charlatán, pero no sabes como aprecio el hecho de que, tú hayas seguido a mi lado. -Thomas tomó un profundo suspiro- Nunca imagine decir esto, pero... aprecio tú amistad, Tomlinson.
- ¿Quién eres?¿Y qué hiciste con Thomas? -Cuestionó burlándose, en realidad, Louis se sentía alagado de escucharlo decir aquellas palabras, mejor aún, que él valorará el gran esfuerzo que ponía para que las cosas no se fueran a la basura-
Los dos se quedaron callados después de jugar él uno con él otro y sin omitir algunas bromas pesadas que sólo ellos mismos entendían. Después Louis volvió a tomar la palabra.
- ¿Ya pensaste de qué manera lo harás?
- ¿Hacer qué?
- ¿Es una broma, verdad? -Dijo sarcástico- Cómo que qué... ¡LA DECLARACIÓN!
- Ah. -Thomas rió unos breves segundos, luego su mirada se torno pensativa y a su vez, angustiante- Siendo honesto, no lo he pensado concretamente, pero si quiero que sea algo MUY especial.
- ¡Manos a la obra! -Sentenció Louis y luego lo arrastró del brazo para conducirlo hacia la salida-
(...)
- ¡Katherine! -Gritó Shelby preocupada al darse cuenta de que yo estaba arriba de unas escaleras, tratando de acomodar las cajas restantes con el material del parque acuático- Dios. Eso lo hubiera podido haber hecho yo, entiéndelo.
- Lo siento. -Respondí-
- No puedes andar moviéndote de un lado a otro como si no estuvieras embarazada. Te puedes lastimar.
- Tienes razón. -Asentí- Sólo intentaba hacer algo por mí misma.
- Pero si ya sabes que yo... -La interrumpí, conocía el sermón perfectamente-
- Sí, yo sé que tú me puedes ayudar, pero éstas últimas semanas sólo te he causado puras molestias.
- Es preferible que me causes molestias a que después te veas atentada a perder al bebé.
- Intentaré ya no verme involucrada en cosas que sean tan complicadas de hacer. -Le aseguré-
- En serio, ¿no has pensado en tomarte un descanso?
- No puedo hacerlo, necesito el dinero.
- ¿Y no crees que eso es lo de menos? -preguntó molesta- Thomas tiene que hacerse cargo.
- Creo que yo también puedo contribuir a que mi futuro sea mejor.
- Pfff. -Soltó un resoplido- Olvídalo.
Cuando Shelby tomaba ese carácter, si que era muy fastidioso estar escuchándola, sabía que los consejos que me daba los decía por mi bien, pero llegaba a pensar que tenía que manejar mi vida por mí misma y no esperar a que la demás gente viniera a solucionar mis problemas o inquietudes.
- Saldré a tomar un poco de aire. -Anuncié y ante esto, Shelby sólo se limito a asentir en mi dirección-
Caminé hacia la fuente que se encontraba rodeada de muchos menores acompañados de sus mamás. No pude evitar sentir un escalofrío. ¿Así sería? Sentí bastantes nervios, no tenía la menor idea de cómo tendría que educar a un bebé ni mucho menos cambiar pañales. Definitivamente, no estaba preparada para esto. Tenía miedo a fracasar como madre.
Tomé asiento alado de una señora de la tercera edad quién se mostró muy simpática conmigo. Me regaló una sonrisa cálida. Quise entablar una conversación con ella para que el momento no se tonará incómodo ni mucho menos fastidioso, pero por desgracia, alguien interrumpió aquello.
- Veo que te has estado escapando de mí. -Aaron mostró su brillante dentadura- Pero dudo que puedas hacerlo ahora.
- Aaron, no tengo las más mínimas ganas de hablar, creo que te dejé las cosas muy en claro la otra vez que nos vimos.
- Lo sé, pero debes entender que todo esto sólo fue una simple trampa. -Sonrío con maldad-
- ¿A qué te refieres con eso? -Dije asustada, su expresión no era para nada agradable, o mejor dicho, no era el Aaron con el que alguna vez había hablado-
Aaron señaló hacia mi derecha con su dedo índice, ante esto, volteé sin pensar y me encontré con alguien que definitivamente no imagine que volvería a ver, o que mis ojos volverían a contemplar. Él había cambiado en muchos rasgos físicos, por ejemplo, su cabello estaba completamente desordenado y al parecer, se había dejado crecer la barba. Tenía el aspecto de figurar un vago.Si no fuera por el hecho de que yo ya lo conocía antes, Dylan.
- Hola. -Se mostró imponente, algo muy característico de él-
- Dylan. -Quedé estupefacta- ¿Qué haces aquí?
- Por fin, ya no tendré que fingir más que me gustas o que tengo algún interés en ti. -Habló Aaron, supuse que algo andaba mal-
- ¡No entiendo nada! -Comenté molesta-
- ¿Sabes? siempre pensé que no valdrías la pena.
- Zorra. -Aaron le hizo compañía-
- La verdad es que todo esto fue un plan, contraté a Aaron para que de esa manera, yo pudiera llegar más a ti y sobretodo, estar más enterado de lo que últimamente ocurre en tu vida.
- Arg. -Gruñí y rodeé los ojos, luego me puse de pie- Me largo, son un par de idiotas.
- No te vas a ir tan rápido. -Aaron me obligó a que me sentará otra vez, lamentablemente la señora de hace unos momentos ya se había marchado, nadie podía ayudarme a que me apartará de ellos-
- No sin antes darte la maravillosa y estupenda noticia de que tenemos a Thomas con nosotros.
- ¡¿QUÉ?! DÉJENLO EN PAZ, ÉL NO LES HA HECHO NADA. -Rápidamente me sobresalté-
- ¡TE APARTÓ DE MI VIDA! -Sentenció Dylan- ¿CREES QUE ESO ES JUSTO? AHORA ÉL PAGARÁ LAS CONSECUENCIAS.
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Waiting for you | Thomas Sangster
Teen Fiction"Tal vez yo no te arregle, puede que incluso con mi torpeza te rompa más, pero puedes estar seguro que amaré cada uno de tus pedazos"