Capítulo 14. Y de repente miras hacia atrás y te das cuenta de que ya no eres el mismo, que todo es diferente, que todo ha cambiado.
Subí a mi recamara y me recosté en el pequeño sillón que me aguardaba enfrente, y con la mirada pérdida hacia mi ventana me puse a pensar lo que había sucedido hace un par de minutos, sin poder creerlo aún, me dije a mí misma que habría sido la mejor decisión que jamás haya tomado antes. Supongo, que era la primera vez que me podía reconocer cómo una persona independiente y segura de sí, creo que eso me era suficiente.
Sin percatarme, comencé a entrecerrar con absoluta delicadez los ojos, lo cual provoco que inmediatamente cayera a un profundo y largo sueño, pero debo calcular que no duró mucho, porque seguido de eso, sentí unos labios muy carnosos posarse sobre los míos, incitando qué rápidamente abriera mis pupilas al instante para encontrarme con Thomas.
- No quería despertarte, pero al verte tan tranquila durmiendo, no me pude contener, parecías un pequeño angelito. -Dijo añadiendo un poco de risa-
- Eres un tonto. -Sonreí y luego me incorporé a sus brazos-
- Sí, eso lo sé, pero un tonto al que amas con locura. -Me devolvió aquel gesto-
-Hice una pausa y luego lancé un surpiro- Hoy hable con Dylan, le dije que no podíamos seguir juntos.
- ¿Y cómo lo tomó él? Es decir, ¿De qué forma reaccionó? porque me imagino que no habrá sido muy buena.
- No, no fue muy buena. Pero si te digo esto, es porque quiero aclararte algo Thomas; -Hice otra pausa- hace unos meses, te di a entender que no podíamos estar juntos por millones de razones, pero ahora no quiero que algo vuelva a interponerse entre los dos. ¿Comprendes?
-Asintió con la cabeza- Comprendo, pequeña Katherine. Pero, hay algo que debo decirte... -Bajó la mirada y su expresión se tornó triste-
- ¿Sí? -pregunté hostilmente- ¿Qué ocurre?
- ¿Sabes? olvídalo, será mejor que después lo retomemos. -Se quedo un tanto pensativo- hoy quiero disfrutar de esta noche juntos. ¿Ahora tú puedes comprender eso?
Al principio, debo reconocer de que me quede un poco angustiada, nuevamente Thomas me estaba ocultando algo, pero al vernos tan feliz, al saber que finalmente estábamos juntos y a pesar de todas las adversidades que habíamos tenido que pasar, decidí que lo mejor sería resignarme y esperar a que él mismo me lo dijera y yo no ser la chica entrometida tratando de hostigar a su novio, pues lo menos que quería era que él se sintiera incomodo invadiéndolo de miles de preguntas sin sentido, cómo suelo hacerlo siempre.
- Puedo comprender, señor misterio. -Sonreí una vez más y luego me acerque lo suficiente para besarlo-
- Bien. Eso está perfecto, ahora yo debo cumplir con mi promesa de llevarla a un lugar mágico. ¿Recuerda usted señorita Katherine que le dije que la sorprendería? -Arqueó una ceja-
- Lo recuerdo perfectamente señor.
- Toma mi mano ¿sí? -preguntó-
- Lo hago. -Lo cogí de la muñeca y luego nos aproximamos hacía la ventana-
- ¿Por la ventana? -Quedé completamente sorprendida- ¿En serio?
- Confía en mí. -Me guiñó un ojo y yo asentí-
- ¡Oh por dios! es tu moto. -Dije cuando dirigí mí vista hacia la entrada de mi casa-
- Ni de loco la habría dejado con mis padres. -Añadió-
Y entonces, él me tomó entre sus brazos y ambos bajamos con mucho cuidado por mi balcón, me sentía como una completa ladrona, sin mencionar que estaba en mi casa, pero ese sentimiento era incontrolable. A pesar de eso, quería sentirme libre, y sobretodo no tomarle interés a las miles de ridicules que hiciera hoy con Thomas, porque estaba bastante claro, hoy era nuestra noche, hoy la tendríamos que disfrutar los dos.
Seguido de eso, ambos corrimos y subimos con rapidez, él me colocó un gran casco sobre la cabeza y luego yo lo tomé por las caderas, me sorprendí por lo mucho que había extrañado posarme sobre su espalda, porque al hacerlo, podía asegurar de que me olvidaría de todo lo que dolía en el mundo. Cómo amaba a ese tonto de Thomas, cómo lo amaba.
Cerré los ojos por un instante y presentí que habían transcurrido alrededor de diez minutos, cuando me percaté de que la motocicleta se había detenido, me sobresalté un tanto y llegué a la conclusión de que realmente era muy veloz. Abrí mis pupilas lo suficientemente rápido para percatarme de que me encontraba en un hermoso lugar, un lugar al que nunca habría visto antes, las estrellas comenzaban a salir, la luna estaba muy blanda y había flores, cientos de flores, dónde más adelante se podía contemplar un lago, que al parecer era profundo.
- Es hermoso Thomas, esto no podría ser más perfecto.
- Bueno, dijiste que querías un lugar "mágico" -Hizo énfasis en la última palabra-
- Y lo es, creo que hasta esa palabra le queda corta, en verdad, esto es lo mejor.
Él volvió a tomar de mi mano y caminos unos escasos metros de distancia dónde justo al lado se encontraba una manta y una canastita con uvas y algunos panecillos, abajo había dos copas y un vino tinto, luego miré hacia el árbol de cerezos, dónde de ahí observé a Louis que de repente se aproximaba hacia nosotros, luego prosiguió:
- Esta noche, yo seré su mesero. -Sonrío-
Corrí para despeinarlo, y luego bromee un poco con él, cómo adoraba hacer eso.
- Eso es totalmente inaudito. -Saco un peine y comenzó a cepillar su cabello-
- ¿En serio? -Mascullé- ¿Tú un mesero?
- Pues claro que sí, señorita Katherine.
- Esto no podría ser mejor. -Comencé a reír y luego él me indico que me sentará-
- Por favor, los invito a tomar asiento. Este momento debe ser inolvidable para los dos, y yo me encargaré de cumplir con eso.
- Creo que fue inolvidable desde el primer momento en que te conocí. -Susurro Thomas detrás de mi oído-
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Waiting for you | Thomas Sangster
Novela Juvenil"Tal vez yo no te arregle, puede que incluso con mi torpeza te rompa más, pero puedes estar seguro que amaré cada uno de tus pedazos"