Capítulo 9. P.D: ¿Cómo se le dice adiós a alguien que se ama?
Eran exactamente las 4.00 am de la madrugada, él seguramente se encontraba durmiendo, mientras que yo, derramando lágrimas en vano. Nuestro vuelo salía en punto de las 6.00 am, pero por alguna extraña razón yo estaba completamente despierta dos horas antes de mi partida, la verdad es que no podía conciliar el sueño, todo había sucedido tan de imprevisto, así como mi misma llegada a aquí. Sin perder otro minuto más, salí de mi cama y me senté en la pequeña mesita que se ubicaba a unos pocos metros de distancia de mí, y comencé a redactar algo. Algo que probablemente, valdría la pena.
Es ilógico escribirte esto, más no tengo otra alternativa. Tal vez nunca fuimos nada, pero sé, qué siempre hubo algo entre los dos, ¿y sabes? nunca olvidaré la sonrisa que me dedicaste aquel día, esa sonrisa de "todo estará bien" y al mirarte, sabía de verdad que todo estaría bien. Concuerdo contigo, no importa cuántas veces lo niegue, siempre recordaré cada detalle, cada momento, cada recuerdo que has dejado en mí. Siempre te recordaré Thomas, y tengo un muy buen motivo para hacerlo, ¿sabes cuál es? te daré una pista; son dos palabras y cinco letras. Averígualo tú mismo.
P.D: Lo que nunca te pude decir.
Con cariño, Katherine.
Sin más preámbulo, me dirigí hacia su cuarto de puntitas, temiendo de que nadie me viera entrar, y sobretodo que él no se diera cuenta de mi presencia. Abrí la puerta muy sigilosamente y ahí estaba ése chico, tan perfecto como siempre, me acerque lentamente, y cuando estuve a unos escasos centímetros de Thomas le susurré al oído:
- Me enamoré de ti. Y lo sé, porque ya no quiero conocer a nadie más. A nadie.
Entonces, rápidamente me aparté con absoluto cuidado y sin hacer ningún ruido, luego dejé la pequeña carta justo alado de su buro dónde había una lámpara estilo marroqui y después, salí de su habitación, sabiendo que lo iba a extrañar, por qué, díganme, ¿cómo se le dice adiós a una persona que se ama realmente?
(...)
Tomé una pequeña siesta de treinta minutos y luego desperté cuando escuché a mi madre pronunciar varias veces mi nombre.
- Kat, mi vida... ya es hora de irnos, la familia Sangster nos llevará al aeropuerto. -Miré el reloj y noté que apenas eran las 5:00 am-
- Pero tenía entendido que nuestro vuelo salía en punto de las 6.00 am. -Contesté rascándome los ojos-
- Sí, pero tenemos que estar una hora antes para arreglar los pasaportes y esas cosas. Cámbiate lo más pronto posible. -Dijo y luego se retiró-
Me puse en pie y me vestí lo más rápido que pude, incluso no me había quitado la pijama por el frío tan tremendo que se aproximaba.
Entonces, comenzaron a llegar todos esos recuerdos, el principal fue el de Louis y se me formo una gran sonrisa, dios mío, no tuve tiempo de despedirme, pensé, pero no le tomé demasiada importancia, porque sabía que él lo entendería. Y después de eso, me dirigí al carro de los Sangster, pero antes de subir, miré nuevamente la casa y entre susurros dije:
- No es una despedida. De eso estoy segura. -Y luego, sin más, subí-
Conformé iba perdiendo de vista la casa, puedo asegurar que más mal me iba sintiendo, contenía las lágrimas que comenzaban a querer salir, y pude sentir que se me formaba un pequeño nudo en la garganta. Odiaba esa clase de sensaciones, odiaba las despedidas y odiaba sentirme echa una basura.
Tan pronto y entramos al aeropuerto, los Sangster se despidieron de nosotros con mucha nostalgia, lo cual a mi madre provocó tirar un diminuto sollozo. Pero yo solo asentía con la cabeza, no tenía cara para pronunciar otro "adiós" más.
(...)
Me senté en las sillas mientras esperábamos el avión, y puse mis audífonos en los oídos para luego cerrar los ojos, y despertar de esa horrible pesadilla en la cual desgraciadamente, me encontraba viviendo. Minutos más tarde, fui hacia el baño y fue entonces cuando ocurrió, choque accidentalmente con un chico rubio.
- Veo que te ibas a ir sin despedir de mí. -Encorvó las cejas- No lo permitiría nunca, pequeña Katherine.
-Era él, era Thomas, sonreí y luego lo abracé fuertemente- Eres un tonto, tú mismo has dicho que no te gustan las despedidas.
- Pero puedo hacer una excepción por ti.
- ¿Qué haces aquí? Es decir, deberías estar en tu casa, durmiendo.
- Dígamos que en cuánto saliste de mi cuarto, pude escuchar perfectamente las palabras que me susurrabas y además leí tu carta rápidamente, moría de curiosidad. -Me sonrío alegremente-
- Qué pena. Ojalá no me haya excedido con lo cursi. -Bajé la mirada y él tomo mi rostro con su mano-
- Tengo una duda. -Preguntó curioso- ...dos palabras y cinco letras... -Dijo en voz alta- ¿Qué podrá significar?
- Es fácil, es... ¡Te amo! -lo besé repentinamente-
-Nos apartamos los dos- Lo sabía, sólo quería escucharlo de tu boca, por qué sé que nunca olvidaré esas palabras.
Escuché por la bocina a una señorita con acento británico decir que los pasajeros del vuelo 322 nos aproximáramos a la puerta para subir al avión.
- Mierda. -Dije- Ese es mi vuelo.
- Debes irte. -Susurró lentamente-
- Pero no quiero, quiero quedarme aquí, a tu lado, contigo, en Inglaterra.
- Si dejo que te quedes, jamás me lo perdonaría. Tienes que continuar con tus estudios, pronto entrarás a la Universidad y sé que conseguirás todo lo que quieras.
Lo miré con los ojos completamente cristalizados y luego comencé a marcharme, sabiendo que a veces retirarse no significa siempre querer irse.
Emprendí rumbo mientras sentía como mis mejillas comenzaban a humedecerse por las lágrimas que de pronto caían, pero eso ya no me importaba, por qué yo entendía que cuando cayera la noche, todos esos recuerdos suyos y míos vendrían a abrazarme, y todas aquellas cosas que había hecho también. Me encontré a mi madre y luego le regale una cálida sonrisa, porque en esos justos instantes era lo único que podía hacer.
♥
Oigan, espero que les haya gustado este capítulo. :) Aquí les dejo unas cositas que quiero saber, por qué en verdad, me interesan sus comentarios.
¿Qué les pareció?¿Qué pensaron del final? ¿Algo que tengan que decirme? ¿Algo que les gustaría que sucediera?
P.d: Acepto sus ideas
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Waiting for you | Thomas Sangster
Fiksi Remaja"Tal vez yo no te arregle, puede que incluso con mi torpeza te rompa más, pero puedes estar seguro que amaré cada uno de tus pedazos"