Capítulo 3. Ama hasta qué te duela. Si te duele es buena señal, pero eso no aplicaba en mí caso.
- ¡Katherine! por el amor de Dios, ya deja ese móvil. -Dijo mi madre molesta y lo suficientemente alto para que todos alcanzarán a escuchar-
- Ya, ya, ya lo voy a guardar mamá. -Contesté un poco abatida-
- ¿Estás algo aburrida Kat? Sí quieres le puedo decir a Thomas que te lleve a algún lugar... -interrumpí sus palabras-
- No, muchas gracias por el ofrecimiento, pero en verdad no quisiera molestarlo. -Lo volteé a ver-
- Para mí no es ninguna molestia, igual no tengo nada productivo que hacer. -Dijo sarcástico, conocía ese tono venenoso-
- Mmmm, tal vez después.
- Bueno, pero yo si acepto salir. -Contestó Dominic- Me gustaría echar un vistazo a la avenida, me estoy pudriendo de aburrimiento.
Transcurrieron alrededor de dos horas, mi estancia allí era bastante abrumadora. Ya no sabía qué hacer, había estado todo el tiempo viendo el televisor, y al parecer, no había nada bueno para mirar. Mis padres se encontraban en el comedor platicando sobre cosas de la política junto a la familia Sangster. Y mi hermano había salido un rato a pasear con el odioso de Thomas, entonces decidí que lo mejor sería escuchar la dulce y alegre voz de Dylan, así que saqué mi móvil para marcar.
- ¡Dylan! -Lo saludé muy contenta-
- ¿Cómo te encuentras preciosa?
- Pues, mejor... ahora que puedo escuchar tu voz.
- Qué tierna amor, yo cuento los días para volvernos a ver.
- Al igual que yo, no te imaginas lo molesto que es estar junto a este chico, Thomas.
- ¿Te molesta? ¿Quién es el patán que se mete con mi princesa? -preguntó un poco sorprendido-
- Es el hijo de la familia con la que me estoy quedando, y no te imaginas, se quiere hacer la víctima todo el tiempo y quiere parecer el típico niñato que no mata ni a una mosca, pero conozco bien a los de su clase, sólo lo hace apropósito. Arrrg, que martirio. -Contesté algo enfadada-
- Bueno, dile que si no para de molestarte lo iré a golpear por ti.
- ¿Hasta Londres? -reí un poco-
- Sería un placer, y a todos los que se metan con la futura madre de mis hijos.
Y sin más, mi maldito saldo se había agotado, lo que provocó que la llamada se cortará al instante, me sentí un poco molesta, pues hablar con él me hacía olvidar un poco dónde me encontraba, y ahora lo único que me quedaba era resignarme a mi realidad. De pronto, apareció mi madre frente a mí y la señora Sangster también.
- Vamos a ir al centro Kat, así que arréglate pronto.
- ¿Sólo las tres? -pregunté alegre, ya no tendría que toparme con él nuevamente-
- No, tu hermano y Thomas nos verán allá, quieren comprar algunas cosas también.
- Está bien mamá. -Me puse en pie y me dirigí hacía el cuarto de baño para cepillar mi cabello que se encontraba todo alborotado-
(...)
Podía sentir como mis piernas poco a poco me suplicaban que ya dejará de caminar, habíamos estado prácticamente como tres horas yendo de un lugar para el otro, ya no aguantaba más.
- ¿La nena ya se cansó? -Rodé los ojos y me encontré con Thomas-
- ¿Algún inconveniente?
- No, yo sólo preguntaba.
- A ver, déjame hacerte ahora yo unas cuántas preguntillas. Dime, por qué si tienes tantos amigos y eres tan... ¿cómo decirlo? ¿Galán? ¿Sales con tu mami? no sería mejor que todo el día anduvieras con las miles de chicas que seguro se les cae la baba por ti ¿y me dejarás en PAZ? -sonrió como si lo que acabará de decir le agradará-
- Ósea que admites ¿qué soy guapo? -entrecerré los ojos y repase las palabras que había mencionado anteriormente-
- No, no, no te equivoques.
- Yo no me equivoco, tu misma acabas de decirlo. -Dijo con desdén y luego me senté en la bardita que estaba en el centro comercial a esperar a los demás, nuevamente me habían dejado sola con un patán-
- Eres un arrogante. -Lo fulminé con la mirada-
- ¿Por qué te empeñas en estar siempre en mí contra? ¡Tú lo dijiste y ya está! -alzó los hombros con resignación y volvió a sonreír-
- En verdad, si no fuera que eres el hijo de tus adorables padres, te hubiera dado con un bate de béisbol desde el primer momento en que te vi.
- Y si no es porque eres hija de los amigos de mis padres, te hubiera robado un beso desde el primer momento en que te vi.
- A ver... Thomas, te lo voy a pedir de la buena manera. Déjame en paz, no necesito de tu compañía, no quiero tu compañía, no me interesa tu compañía. NO TE NECESITO. ¿Lo entiendes? ¿Sí lo captaste? ¿Tu cerebro lo alcanzó a procesar? Bueno. -Me paré de allí y me dirigí con mi mamá y Tasha-
- Mira, Florida es un lugar muy seguro, él terminará por acostumbrarse, además si es lo que tu hijo necesita.
- Pues sí, pero no estoy totalmente de acuerdo. Sería la primera vez que me separaría de él. -Entonces mi mamá volteo en mi dirección y bajo la voz, miles de pensamientos comenzaban a hacerse presentes en mi mente; ¿de qué hablaban? ¿Qué era lo que tanto le preocupaba a la señora Tasha? ¿qué era lo que él necesitaba?, maldita sea, odiaba que todo fuera un completo misterio-
- ¿Qué ocurre hermanita? -Miré a Dominic y medio le sonreí, pasó su brazo por mis hombros y comenzó a despeinarme, como era de costumbre-
- ¡Dominic! ¡Deja de hacer eso! -acomodé mi cabello y me fui de su lado- Mamá ¿puedo ir a la tienda que está por allá? -Asintió casi sin ponerme atención y me puse a caminar-
En cuánto llegué, comencé a ver las prendas, y escuché una canción sumamente bella, la reconocí al instante, era de Selena Gómez - The way i loved you y la empecé a tararear mientras buscaba una camisa de cuadros que me había encantado en talla chica.
- It could never be the way i loved you... -cantaba tranquilamente mientras pasaba de prenda en prenda-
De pronto, sentí un escalofrío que invadió todo mi cuerpo, sentí unos carnosos labios rozar la parte de atrás de mi oreja, sentí mis piernas doblarse y mi cuerpo debilitarse ante tal movimiento.
- Así que nunca podrás amar a otra persona de la manera en cómo me amas a mí? -Contestó Thomas con una sonrisa radiante-
¿Por que era tan difícil mantenerse alejado de mí? ¿Y por qué su compañía me hacía sentir a la vez protegida? Miles de pensamientos se cruzaron por mi mente y por poco me hacen acceder a sus "encantos" pero sabía que eso era lo que él anhelaba y no lo iba a permitir.
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Waiting for you | Thomas Sangster
Teen Fiction"Tal vez yo no te arregle, puede que incluso con mi torpeza te rompa más, pero puedes estar seguro que amaré cada uno de tus pedazos"