Capitulo Siete.
—No lo sé… —Dijo Melanie mientras acariciaba las orejas de Rocki — Hemos llegado recién, y no creo que una fiesta sea lo mejor…
La Sra. Straw dio un respingo y se sentó al lado de su nieta en el sofá.
—Melanie, has estado muy malhumorada estos días, y no sé, creí que una fiesta te subiría el ánimo. Ya sabes a los chicos les encanta divertirse y eso… ¿No Matt? —Pregunto y giro su cabeza hacia el británico que en ese momento comía, muy concentrado en sus pensamientos. Se sobresaltó.
— ¿Qué? —pregunto desconcertado.
Melanie rio.
—Estaba diciendo —Dijo la abuela entre dientes— Que a los chicos les encanta las fiestas ¿No Matt?
El joven sonrió ampliamente.
— ¿Fiesta? ¡Amamos las fiestas! ¿Por qué, Carol?
—Bueno… Como le estaba comentando a mi nieta. Kimberly, la sobrina de mi amiga tendrá una fiesta e invito a Melanie así que yo le dije…
— ¡Por supuesto que nos encantaría ir! —Se apresuró a decir Matt— ¿Verdad, Mel?
La Sra. Straw sonrió y volvió a mirar a su nieta, con ojos esperanzados.
—No creo que…—empezó a decir la castaña, pero Matt enarco una ceja y le lanzo “la mirada” que siempre hacia cuando Melanie no estaba de acuerdo en algo.
—La verdad no quiero ir —se quejó Melanie sentada en la esquina de su cama.
Matt se recostó en el marco de la puerta, se llevó una mano en el pelo, desordenándolo.
—Sera divertido —trato de convérsele su amigo.
Melanie rio con ironía.
—Tu solo quieres ir porque escuchaste el nombre de Kimberly —exclamo rodando los ojos.
El joven jadeo fingiendo sorpresa.
—Por supuesto que no —tartamudeo y fue a sentarse a lado de su amiga envolviéndola en sus brazos. —Yo solo iré para divertirme con mi mejor amiga ¿hay algo de malo en eso?
Melanie frunció la nariz y lo empujo juguetonamente.
—Eres un mentiroso.
— ¡Vamos! —Rio Matt— Te prometo que no lamentaras ir.
—Yo creo que si lo hare.
—Melanie…—rogo su amigo con un puchero.
—Quita esa cara de perro magullado, Anderson.
—Por favor…—volvió a pedir.
Melanie bufo rodando los ojos.
—Vale —acepto entre dientes —.
Matt sonrió y volvió a abrazarla fuertemente.
—Matt…—balbuceo la castaña en el pecho del joven.
— ¿Mm-mh? —pregunto él con una gran sonrisa.
—Estas… estas asfixiándome.
El británico parpadeo y aflojo su abrazo.
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Ella es de Nueva York |Editando|
RomanceCuando Melanie Straw una joven de la ciudad de New York, con dinero, caprichosa, popular, que piensa que la frase “ El dinero no compra la felicidad ” no es más que una mentira, se ve obligada a viajar a casa de su abuela, en Tennessee por un mes, c...