Capitulo Doce
-Hola, Sra. Western -exclamo a espaldas de la mujer.
La Sra. Western volteo, sonrió.
- ¡Kim! ¿Qué tal? -dijo abrazándola.
-Bien -murmuro asintiendo mientras estiraba el cuello para ver por sobre el hombro de la mujer. -Me preguntaba...me preguntaba si James estaba por aquí...
La Sra. Western negó con la cabeza.
-No lo he visto en toda la tarde...tal vez está en la granja -comento pensativa- o...tal vez cabalgando a Prada -se encogió de hombros - ¿No hay muchas opciones, no es así? -bromeo sonriente.
Kimberly le devolvió la sonrisa.
-Claro, lo iré a buscar -volteo sobre sus talones y se dispuso a marchar.
-Oh, y Kim...
- ¿Si? -pregunto la joven, girando la cabeza para ver a Sra. Western.
-Si lo encuentras, dile que después tengo que hablar con él.
-Por supuesto. -Kimberly asintió y antes de que la mujer digiera algo más, se marchó en busca del vaquero.
***
Suspiro de frustración, para luego dar pequeños golpecitos al piso con el pie derecho.
James había desaparecido, no lo encontraba por ninguna parte. Había buscado en cada sitio en el que el joven usualmente se hallaba; que por supuesto solo era en tres lugares: La granja, Cabalgando o su casa. No estaba, pero entonces decidió ir a buscarlo en un lugar más complejo. La cascada caía lentamente, el viento azotaba su cabello rubio. Suspiro nuevamente mientras se sentaba en la gran roca.
Este lugar era el favorito de James, ella y él antes, cuando eran pequeños, venían aquí y jugaban o se bañaban en la cascada. Sonrió recordando los viejos tiempos. Recordó cuando por primera vez sintió algo por él, fue a los dieciséis años, en su fiesta. El vaquero había bailado con ella. Esa noche fue la más hermosa de su vida, esa noche supo que sentía algo por James.
Y luego estaba aquella chica misteriosa alias la castaña. Daysi -por fuentes muy confiables- le había contado que la chica misteriosa se llamaba Melanie y que era de Nueva York. Era la nieta de la Sra. Straw, y por lo que comento Daysi, la castaña y James estuvieron muy juntos estos últimos días. Al principio Kimberly negó y descarto completamente la idea de que James y aquella muchacha tuvieran algo. Pero ahora, tenía sus dudas. ¿Qué tal si justo en este momento James se encontraba recostado junto a ella? ¿Qué tal si se estaban besando? La idea le resulto repugnante. James era de su propiedad, la rubia lo reclamo primero. Además tal vez el vaquero solo tuvo una pequeña y corta conversación con la castaña y posiblemente Daysi lo había interpretado mal. Un error cualquiera lo comete. Pero por otra parte, tal vez a la neoyorquina le gustara James y le estuviera insinuando. No, no podía permitir que alguien le quitara a su James. Tenía que actuar rápido antes de que alguna -en especial Melanie- le quitara lo que le pertenecía.
***
-Nota mental: Jamás confiar en James. -exclamo Melanie con la voz ahora libre de mocos.
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Ella es de Nueva York |Editando|
RomantizmCuando Melanie Straw una joven de la ciudad de New York, con dinero, caprichosa, popular, que piensa que la frase “ El dinero no compra la felicidad ” no es más que una mentira, se ve obligada a viajar a casa de su abuela, en Tennessee por un mes, c...