Capitulo Dos
Treinta minutos después, Melanie se encontraba en frente de la casa de su abuela, una gran casa, blanca de dos pisos, lucia vieja pero ese toque lo hacía único y bonito.
—Llegamos —anuncio Joe— ¿esta como la recuerdas?
— ¿Quién?
—La casa.
—Ah, si…ella, esta como la recuerdo —dijo asintiendo, la verdad era que no se acordaba de la casa de su abuela, hace diez años que no venía a este lugar.
Joe cogió las gordas maletas de Melanie.
—Dios, ¿niña que traes aquí?
Melanie se encogió de hombros, traía treinta pares de ropa, algunos tantos tacones, su iPod, IPhone, Tablet Mac y secador, plancha de pelo, maquillaje. Blah…Blah…Blah.
Entro por la puerta principal, y se encontró con una gran habitación.
Muebles viejos que necesitaban con urgencia una pasada de trapo, dos sofás marrones con unas mantas encima, hacían al lugar acogedor, una radio pequeña, encima de una pequeña cómoda, también había una lámpara. Algunos estantes con muchos libros, e imágenes familiares. En la pared colgaban tres cuadros de paisaje y algunos más pequeños de la abuela y el abuelo en su boda. El abuelo había muerto antes de que Melanie lo pudiera conocer. Noto que no había televisión, ¿cómo no tenían televisión en la sala? Ahora se perdería “La siguiente Top Model” que daba todas las semanas.
¿Esto puede empeorar?
Camino más adentro, topándose con la cocina. Lo mismo, muebles viejos, una heladera, una mesa redonda donde cabía más o menos seis personas y en el medio, un florero que adornaba la mesa. Algunos cuadros de frutas pintadas al olio.
Escucho algunas voces en la otra habitación.
Humanos.
Cuando entro a la habitación, una guitarra empezó a tocar, y todos empezaron a cantar.
Bienvenida Melanie!
Ella frunció el ceño, todos cantaban mientras ella sonreía falsamente, estas personas eran su familia, pero extraños para ella.
Cuando todos se callaron, pudo ver a su abuela dirigirse a ella, sonriente.
—Cariño, Melanie? Esta es mi Melanie? Que rápido creciste.
—Abuela. —asintió amablemente Melanie aunque en el fondo quería desaparecer.
La abuela no lo pensó dos veces, la cogió de los hombros para luego abrazarla, tal como lo hizo Joe. Asfixiándola.
—Te he extrañado tanto.
—Es un gusto verte abuela.
—Ven, ven te presentare a tu familia.
Se acercaron a una mujer que estaba sentada, una mujer alta y rubia, traía un sombrero de vaquero, un vestido floreado y unas botas. Ella sonrío.
—Melanie Straw, mira que grande estas.
—Hola —murmuro Melanie —
—Soy la prima de tu padre. —explico la mujer —
—Un gusto…mmm
—Carmen.
—Carmen —dijo Melanie y extendió su mano —
Carmen frunció el ceño.
–Oh, no, no aquí no saludamos así, aquí damos abrazos.
Ahora todo tiene sentido.
Carmen sonrío cariñosamente y tiro de Melanie en un abrazo de oso.
¿¡Así de confianzudos eran todos!?
Como había previsto Melanie, cuando fue a saludar a cada uno de sus primos y tíos, que jamás había conocido y mucho menos había sabido que existían. Todos ellos la abrazaron fuerte y asfixiantemente.
Luego de unos minutos más tarde, su abuela dijo:
— ¿Quieres conocer tu habitación, cariño?
Melanie asintió.
—Por favor.
Algo de privacidad.
Se dirigieron al pasillo era grande y con tapicería rosa pálida, luego entraron en un cuarto. Tapicería floreada, piso de madera, una cama para una persona, una mesita de luz a lado de la cama con una lámpara encima, un armario pequeño, y un tocador con un espejo en el.
— ¿Abuela ustedes… no tienen televisión?
La abuela la miro con el ceño fruncido.
—Cariño, yo y la tecnología no nos llevamos, hay una radio. —se encogió de hombros.
Melanie hizo una mueca.
—También hay libros.
Los había notado en el estante de la entrada.
¿Leer?
—Aprenderás a amar a los libros una vez que leas Matando a un ruiseñor
—Ahora te dejare sola, para que acomodes tus pertenencias, estas en casa. —y con eso la abuela se marchó de la habitación.
Melanie se sentó en la cama este hizo un chillido en protesta.
Dio un suspiro.
Que deprimente.
Este mes no sería nada corto.
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AVISO: Esta es mi primera novela (subida) y quiero saber que les parece, comenten y voten. Soy nueva en esto del Wattpad, asi que... alguna señal de vida? Un saludo. ♥
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Ella es de Nueva York |Editando|
Storie d'amoreCuando Melanie Straw una joven de la ciudad de New York, con dinero, caprichosa, popular, que piensa que la frase “ El dinero no compra la felicidad ” no es más que una mentira, se ve obligada a viajar a casa de su abuela, en Tennessee por un mes, c...