Supe que había sido mala idea venir a la fiesta cuando el sonido de las sirenas irrumpió la noche. No sabía qué era lo que estaba sucediendo, de un momento a otro todo se volvió una completa locura, las personas comenzaron a correr y empujarse, algunos caían derramando sus bebidas y convirtiendo el suelo en una trampa mortal.
Busqué una banca para ver mejor el panorama y divise la más cercana en una orilla del barco, corrí hacia ella y subí como pude rasgando el vestido ceñido que llevaba puesto. Alcé la vista con la esperanza de encontrar a Harry entre la multitud de personas que se estaban agolpando en las puertas para llegar al muelle. Parecían todos animales asustados intentando escapar de algo horrible que se cernía sobre ellos. La pregunta era ¿de qué estaban tratando de huir?
Hacía más de una hora que Harry me había abandonado para ir a buscar algo, ni siquiera me dijo el qué, solo se marchó. Me pare de puntillas y luego de barrer todo el lugar detenidamente, alcance a verlo junto a otros dos hombres, al otro lado del barco. Eran los únicos a los que parecía que la situación no les afectaba en absoluto.
―¡Harry! ―grito a todo pulmón, es imposible que pueda escucharme con la música a tan alto volumen y el alboroto.
Necesito averiguar qué demonios está pasando porque me siento más pérdida que nunca. Decido que no me moveré de aquí si no quiero terminar atrapada entre la masa de gente.
Un movimiento rápido a mi derecha capta mi atención, de uno de los pasillos se acerca un grupo de personas corriendo a toda velocidad; es entonces cuando un horrible estruendo metálico rompe el aire, y sé, incluso antes de girarme, que han logrado derribar la puerta.
Busco inmediatamente a Harry pero ya ha desaparecido, probablemente se ha marchado sin mí. El sonido de las sirenas sigue sonando y está a punto de volverme loca, siento que la cabeza me va a estallar de un momento a otro, lo único que quiero hacer es golpearme por haber venido aquí en primer lugar. Trato de bajar de la banca una vez que las personas se han dispersado, sin embargo mis piernas no parecen responder. Trago saliva y apenas bajo uno de mis pies al suelo algo me golpea de lleno en la cara, dejándome desorientada un momento.
La vista se me nubla y pierdo el equilibrio, mi pierna se dobla en un ángulo que estoy segura no es normal y un grito involuntario se escapa de mi boca. Antes de poder reaccionar y hacer algo, siento que estoy cayendo. Todo pasa muy rápido como para darme cuenta. Son solo unos segundos antes de golpear con fuerza contra el agua, pareciera que atravesé una capa de vidrio porque al instante un dolor punzante invade todo mi cuerpo.
Tomo una profunda bocanada de aire una vez que logro mantenerme en la superficie, mi primer instinto es nadar hasta la orilla pero no alcanzo a distinguir nada, el agua fría me entumece el cuerpo y estoy segura de que si no salgo pronto de aquí moriré congelada. La desesperación invade mi torrente sanguíneo y comienzo a agitarme, quiero gritar con todas mis fuerzas para que alguien me ayude pero cuando lo intento, el agua entra en mi boca y un ardor me recorre la garganta.
Estoy comenzando a cansarme, no paro de pensar en que si dejo de moverme lo más probable es que voy a hundirme más rápido. Una de mis piernas, la que me lastime antes de caer, escuece de dolor. Será imposible salir nadando por mi cuenta.
La marea ya me ha arrastrado un par de metros lejos del barco cuando mi costado choca contra algo duro dejándome sin aire. Comienzo a hundirme lentamente, puedo sentirlo. Trato de mantenerme a flote pero soy incapaz, estoy tan cansada como para hacer el intento. Apenas sé lo que está pasando a mí alrededor, de tanto en tanto el agua me entra por la nariz y mi pecho se oprime cada vez más. Aun estando empapada, puedo sentir como las lágrimas recorren mi cara en un llanto silencioso y desesperado.
Uno,
dos..
Comienzo a contar para mantener la calma.
Tre-es,
cuatr..
Mis parpados se cierran con pesadez y hago acopio de todas mis fuerzas para volverlos a abrir. Me resulta cada vez más difícil.
cinco..
se-is..
Distingo una silueta negra en mi campo de visión, unas manos tiran con fuerza de mi brazo y siento que el agarre me está quemando la piel, como una especie de brasas encendidas. Duele por un momento, como un rápido pinchazo.
«Tranquila, Lena», Una voz familiar resuena en mi cabeza.
Tranquila, repito yo en voz bajita, casi en un murmuro.
No sé si esto es solo un producto de mi imaginación, quizá lo es. Las fuerzas me han dejado sola en el mar, lo único que soy capaz de hacer es dejarme llevar antes de perder la consciencia y ser tragada por la oscuridad.
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Dark Soul »h.s
Fanfiction''―Te atraigo ―dijo el chico detrás de mí. Podía sentir su aliento rozando mi cuello―: de hecho, te parezco irresistible. Suelto una risa. ―Te encuentro completamente repulsivo ―respondí con voz dura. ―Repitelo, cariño, pero ahora como si lo...