Capitulo 17.

3.5K 340 19
                                        

Cerré la puerta, desconcertada, y me giré para casi soltar un grito, Harry estaba justo en frente de mí ahora, podía percibir su fuerte aliento a tabaco con cada respiración que tomaba a escasos centímetros de mi cara. Fruncí la nariz. Detestaba mucho ese olor en particular, de hecho, me asqueaba. 

Intente hacer más espacio entre ambos cuerpos, pero ya estaba recargada en la puerta, a menos que la atravesara por arte de magia, no podría moverme. 

—¿Cuál es tu problema ahora? ¿Por qué no puedes dejarme en paz? —Logré articular. 

—Tú lo eres, Lena, desde el día en que casi te ahogas te volviste mi jodido problema —coloca uno de sus brazos en la puerta, al lado de mi cabeza, y se inclina peligrosamente—. Por otro lado, no puedes negar que te atraigo; de hecho, te parezco irresistible. 

Suelto una risa. 

—Te encuentro completamente repulsivo —digo con voz dura. 

Su carcajada suena tan cerca, que casi siento que retumba en mi interior. —Repitelo, cariño, pero ahora como si lo dijeras en serio. 

—Créeme, lo digo muy en serio. 

—No lo parecía cuando me dejaste meter la lengua en tu boca, ¿eh? —Una de sus manos se mueve a mi cintura, levanta la orilla de la camisa tocando con sus dedos fríos mi piel, causándome un ligero temblor que pareció satisfacerlo—. No te molestó cuando te tocaba hace tan sólo unas horas, ¿por qué lo hace ahora? 

Me quedo petrificada cuando con un movimiento rápido remueve el cabello que cubre mi cuello, presiona sus labios sobre éste y entonces siento un pinchazo fuerte. Mis ojos abren de par en par al darme cuenta de lo que hace. Está succionando mi piel para dejar una marca. 

Sin procesarlo si quiera, mi palma vuela a un costado de su cara, el único sonido resultante es una especie de chasquido, y una marca roja aparece en su piel casi al instante. Mi palma arde de lo fuerte que le he pegado, cierro el puño una y otra vez para que el malestar desaparezca. Lo miro esperando que esté hecho una furia, pero no, más bien parece divertido. Una esquina de sus labios se eleva, mostrándome sus blancos y casi perfectos dientes. 

 —Oh cariño, voy a olvidar que acabas de abofetearme por tu propio bien. Ahora dime una cosa —sus ojos se detienen en los míos, pongo todo mi esfuerzo para no apartar la mirada—, ¿Cuántas veces has hablado con Eric? —menea la cabeza antes de que pueda responder—. No me mientas, porque lo sabré.

—Dos veces. Lo conocí apenas el otro día, en una cafetería. 

El boom de mi corazón se siente como en cámara lenta. 

Quita la mano de la puerta, su postura cambia y puedo notar que algo pasa con este tal Eric. 

Trago saliva, tengo la garganta tan seca que me es un poco doloroso hablar. —¿Puedo preguntar qué pasa con él? Quiero decir, él parecía conocerte muy bien. 

Joder.

 —¿A qué te refieres con eso? —pregunta, ahora tiene una mirada extraña en su rostro, más que extraña, creo que cautelosa. 

—¿Qué dijo acerca de mí, Lena? 

Se posiciona de nuevo a una corta distancia, acerca una de sus manos a mi cara e instintivamente trato de moverme pero entonces me detengo, uno de sus largos dedos se enreda en mi cabello y lo coloca atrás de mi oreja. Parece que le gusta hacer eso, pues recuerdo que en otra ocasión también hizo lo mismo. Es más alto que yo, así que tengo que retirarme un poco para verlo bien. Alza una de sus cejas, expectante. 

—Sólo.. parecía interesado en saber si yo había hablado contigo o algo por el estilo. Dijo que me alejara de ti, que sólo eras bueno para causar problemas. 

—Bueno, al menos no te dijo mentiras —sonrió. 

—¡Joder! —alcé la voz incrédula, con ambas manos en la cabeza, seguro lucía como una completa loca—. No puedo seguir en la oscuridad, necesito saber que mierda está pasando y por que estoy yo envuelta en ella. 

Mordí el interior de mi mejilla, desesperada y cansada de que me tratara como una idiota. Su expresión burlesca sólo me provocaba querer abofetearlo de nuevo. 

—Muy bien. Pero necesito hacerte dos preguntas antes. 

Mis brazos cayeron a mis costados, sorprendida de que fuese tan fácil. Tan fácil para ser cierto. Como la calma antes de la gigantesca y desastrosa tormenta. Entonces asentí. 

—La primera. ¿Eric llegó a ver tus marcas? 

Fruncí el ceño, crucé los brazos. —¿No se supone que sólo tú puedes verlas? 

—Él también puede. Así que, ¿las vio?

Entre abrí la boca, ¿cómo que él puede verlas? Me sentía pérdida de nuevo, cuando apenas estaba entendiendo algo, terminaba peor. Suspire. Llevaba puesta esta camisa, así que no, no las vio. Negué con la cabeza. —Aunque dijo algo sobre por qué llevaba una camisa de manga larga —dije pensativa, casi pasaba ese comentario por alto—. Pero cambié de tema. 

Asintió, supongo que eso le fue suficiente para lo que necesitaba saber. 

—Ahora, la segunda pregunta: ¿podrás, pequeña y frágil Lena, soportar la verdad? 








N/A: Hoooooola<3 Pidan un deseo porque no dure mucho en subir nuevo cap jajajaja. 

Comenten y voten mucho :) ¿Cual creen que sea la gran verdad que Harry le va a contar? Hagan sus apuestas. 

Dark Soul »h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora